Amnistía Internacional condena la explotación de los inmigrantes en Catar

Por Mohamed Sahli
Foto: Inmigrantes asiáticos  trabajando en una obra en Doha, la capital de  Catar.
 
Amnistía Internacional (AI) denunció la grave explotación laboral y social a la que son sometidos los inmigrantes de países del Tercer Mundo en Catar, un rico Estado petrolero  situado en el este de la península arábiga. El país, que está gobernado por una monarquía absoluta, tiene unos dos millones de habitantes, pero de ellos tan sólo 250.000 son ciudadanos cataríes. La mayor parte de sus habitantes son extranjeros que trabajan y viven allí. Una parte de estos extranjeros son profesionales de diversos ámbitos y jóvenes universitarios de países capitalistas avanzados y otra gran masa son trabajadores pobres que proceden de Estados en vías de desarrollo, sobre todo asiáticos. Esta parte es la más vulnerable de la inmigración en Catar. Muchos de estos trabajadores están siendo empleados en las obras del Mundial de Fútbol de 2022. En bastantes casos aguantan ritmos de trabajo inhumanos y viven en muy malas condiciones. Las autoridades cataríes prometieron que mejorarían las condiciones de trabajo y de vida de estos inmigrantes pobres, pero AI tachó de “insuficientes” las medidas tomadas por el rico país árabe. “Se necesita una acción urgente para que no acabemos teniendo un mundial construido sobre el trabajo forzado y la explotación”, declaró la ONG con sede en Londres  en un comunicado firmado por el jefe de la sección de refugiados y migrantes de AI,   Sherif  Elsayed-Ali. Cuatro años después de que este país del Golfo consiguiera  la organización de la cita futbolística, su respuesta a la cuestión de la explotación de trabajadores extranjeros “no ha ido más allá de las promesas de acción y los proyectos de ley”, según Amnistía Internacional.  La situación de los trabajadores extranjeros ha suscitado muchas críticas, después de que la prensa revelara accidentes mortales en las obras del Mundial de Fútbol. 
 
Las promesas de mayo
El pasado mes de  mayo, las autoridades de Catar se comprometieron a mejorar la seguridad laboral, las viviendas y los sueldos de los empleados extranjeros, en buena medida procedentes del sureste asiático. Pero, según Elsayed-Ali, seis meses después, “sólo algunas de las medidas limitadas anunciadas en mayo han sido parcialmente aplicadas”. Hace un año, AI ya condenó a Catar por la misma cuestión. En un informe titulado en inglés ‘The Dark Side of Migration: Spotlight on Qatar’ s construction sector ahead of the World Cup’, la ONG pro-derechos humanos desentrañó un complejo engranaje contractual y reveló la existencia de abusos habituales y generalizados contra trabajadores migrantes, que en algunos casos constituyen trabajo forzoso. “Es sencillamente inadmisible que en uno de los países más ricos del mundo se explote de forma despiadada a tantos trabajadores migrantes, se les prive de su salario y se les aboque a intentar sobrevivir”, afirmó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.  En la mimsa línea, AI criticó que “tanto las empresas constructoras como las autoridades cataríes están incumpliendo sus obligaciones para con los trabajadores migrantes. En Catar, los empleadores han mostrado un lamentable desprecio por los derechos humanos básicos de los trabajadores migrantes. Muchos se aprovechan de un entorno permisivo y de una aplicación laxa de las salvaguardias laborales para explotar a los trabajadores de la construcción”. En Catar es frecuente que los trabajadores inmigrantes de la construcción trabajen para pequeñas y medianas empresas subcontratadas por grandes compañías que, en algunos casos, no verifican si se está explotando al personal.
 
Combatir los abusos
“Las empresas deben garantizar que los trabajadores migrantes empleados en proyectos de construcción vinculados a sus operaciones no sufren abusos. Deben ser pro-activas y no limitarse a tomar medidas cuando se les señalan los abusos. Dar la espalda a cualquier tipo de explotación es imperdonable, sobre todo cuando dicha explotación arruina la vida y el sustento de las personas”, manifestó Salil Shetty. El informe se basó  en entrevistas a trabajadores, empleadores y cargos gubernamentales. “El mundo seguirá atento a Catar durante los preparativos del Mundial de Fútbol de 2022, por lo que el Gobierno tiene una oportunidad única de demostrar en la esfera internacional que está seriamente comprometido con los derechos humanos y que puede servir de modelo para el resto de la región”, declaró Salil Shetty. Amnistía Internacional averiguó que algunos de los inmigrantes pobres que habían sufrido abusos trabajaban para subcontratas de empresas multinacionales, como Qatar Petroleum, Hyundai E&C y la española OHL Construcción. “Los resultados de nuestra investigación apuntan a un nivel alarmante de explotación en el sector de la construcción de Catar. La FIFA tiene el deber de transmitir un firme mensaje público de que no tolerará abusos contra los derechos humanos en proyectos de construcción relacionados con el Mundial de Fútbol”, manifestó Salil Shetty.