El apaleamiento de un inmigrante en la valla de Melilla provoca una polémica social y política en España
19 de octubre de 2014 (21:26 h.)
Por Juan Manuel Montoya
Foto: Danny, el camerunés de 23 años que fue apaleado por unos agentes de la Guardia Civil en la valla de Melilla.
Una vez más el drama de la inmigración irregular en España a través de Melilla y Ceuta pasa factura social y política al Gobierno central. Ocurrió en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero y ocurre con Mariano Rajoy. España e Italia, prácticamente sin ayuda de la Unión Europea (UE), tienen que hacer frente como pueden a la presión migratoria de países africanos y árabes en guerra o golpeados por el hambre, la miseria y los conflictos. Esto no se soluciona con más vallas, policías, guardias civiles y gendarmes, pero mientras el mundo rico no decida ayudar de verdad a los países pobres a salir del subdesarrollo y la indignidad, los Estados soberanos tendrán que vigilar sus fronteras. Lo podrán hacer con mayor o menor fortuna, pero lo tendrá que hacer. Sólo un irresponsable o un demagogo puede pretender lo contrario. La trágica historia de un inmigrante de origen camerunés de 23 años y llamado Danny, que fue apaleado por unos agentes de la Guardia Civil en la valla fronteriza de Melilla con Marruecos y después devuelto al país norteafricano en aparente estado de inconsciencia, según revela un polémico vídeo difundido por la Asociación PRODEIN de la ciudad autónoma, es un ejemplo más del drama de la inmigración de los ‘sin papeles’. Danny fue ‘expulsado en caliente’, según la terminología periodística al uso, a Marruecos y, según denunció el propio inmigrante, que tuvo que ser ingresado en un hospital de Nador, ha perdido un riñón y tiene paralizada la mitad derecha de su cuerpo. Según informó José Palazón, presidente de PRODEIN, el inmigrante se puso en contacto por correo electrónico con la Organización de Defensa de Derechos Humanos de Melilla. Aseguró que tras su deportación fue trasladado por las autoridades marroquíes a un hospital de Nador. Los médicos -afirma el camerunés- tras examinarle detectaron “graves” daños en uno de sus riñones, que él considera ya “perdido”. Además, varios días después de los golpes policiales y la caída de espaldas desde el vallado continúa sin poder mover la parte derecha de su cuerpo. Los vídeos distribuidos por la ONG melillense se refieren a la mañana del pasado miércoles cuando unos 300 subsaharianos intentaron un salto masivo a la valla fronteriza entre España y Marruecos en Melilla. Según fuentes del Ministerio del Interior, varios de los subsaharianos se mostraron particularmente agresivos, hasta el punto de que cinco guardias civiles resultaron heridos, alguno con traumatismo cráneo-encefálico. Otros inmigrantes, siempre según la versión de Interior, al grito de “ébola” llegaron a orinar y escupir sobre los agentes del Instituto Armado español.
Explicaciones al Ministerio del Interior
En una de las secuencias se ve como Danny se apresta a bajar por una escalera de la valla, sin que en ese momento se muestre violento. El inmigrante recibe una decena de golpes con porras por parte de varios guardias civiles antes de que, finalmente, termine cayendo de espaldas desde una considerable altura. Acto seguido, varios guardias civiles recogen su cuerpo, aparentemente inerme, y lo llevan en volandas a la parte marroquí a través de una puerta de servicio de la valla. En un momento dado, una ambulancia pasó por delante, pero el inmigrante no recibió ningún tipo de auxilio ni de atención sanitaria, según las imágenes del vídeo. Finalmente, fue trasladado a Marruecos entre cinco guardias civiles y entregado a las autoridades marroquíes. El Consejo de Europa, el PSOE, el adjunto al Defensor del Pueblo y 70 organizaciones de defensa de Derechos Humanos pidieron explicaciones al Ministerio del Interior por este incidente y por las nuevas ‘expulsiones en caliente’ de inmigrantes que ya se encontraban en territorio español. El Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno en Melilla insisten en que no se trata de expulsiones sino de rechazos en frontera y alegan que el vídeo de PRODEIN está sesgado porque sólo refleja cinco minutos de una situación de crisis que duró 12 horas. Según la ONG melillense, “cuando un inmigrante está herido, la obligación de la Guardia Civil es llevarlo al hospital y atenderle. Este chaval se ha lesionado en España y puede tener una conmoción cerebral, por lo tanto, no deberían haberle movido. Pero se lo llevan como si fuera un cerdo, un animal. Sabemos por algunos compañeros que Danny se encuentra bastante grave”, explicó José Palazón. PRODEIN denunció varias irregularidades cometidas por la Guarda Civil: golpear al inmigrante, no socorrerle pese a estar herido y devolverle ‘en caliente’ a Marruecos cuando ya había pisado territorio español. “El Gobierno se vuelve a saltar la ley a la torera, pese a que ya hay un auto judicial. Los inmigrantes que entran en Melilla tienen que ser trasladados a comisaría donde se les debe abrir un expediente de expulsión. Los guardias civiles están incumpliendo su propio protocolo”, afirmó Palazón. Otros cinco inmigrantes resultaron heridos en este triste suceso. Un agente marroquí también fue herido y parte de la valle, destrozada.
Coronel imputado
Hace poco, el Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla imputó al coronel jefe de la Guardia Civil en la ciudad autónoma de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, por un presunto delito de prevaricación. El juez cuestiona la actuación de la Guardia Civil en los saltos masivos que se produjeron el 18 de junio y el 13 de agosto y considera que “no se aplicó la legislación española en materia de extranjería” a los inmigrantes que trataron de acceder clandestinamente a Melilla. En cambio, el Ministerio del Interior sostiene que el territorio español empieza a partir de la valla interna y no en el terreno existente entre ambas vallas. En el último asalto a la valla de Melilla, la Delegación del Gobierno en esta ciudad difundió su propio vídeo, que dura media hora, donde se pueden ver algunas escenas que incriminan a varios inmigrantes que se comportan de manera violenta y a uno de ellos que orina a apenas un metro de dos agentes de la Guardia Civil. También se puede ver como cae de una altura de cinco metros tras recibir una patada de un inmigrante el sargento Eduardo Lozano, del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) número 4 de Barcelona. Las autoridades de Melilla creen que PRODEIN manipuló los hechos y sólo enseñó a los medios y la opinión pública lo que le pareció conveniente. Así las cosas, el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, consideró “necesario abrir una investigación para establecer responsabilidades” por “la violencia” que los agentes de la Guardia Civil ejercieron contra varios inmigrantes el miércoles en un intento de salto de la valla de Melilla. “Lo ocurrido en Melilla, donde la Guardia Civil utilizó la violencia contra varios migrantes y los devolvió a Marruecos sin evaluar sus necesidades o permitirles solicitar asilo, es otro preocupante ejemplo de los fallos de España en el trato que da a los inmigrantes en los enclaves”, dijo el comisario. Agregó que “es ilegal que un Estado simplemente los devuelva. España ha fallado en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en esta materia y no es la primera vez”.