Juncker: "Los refugiados deben trabajar desde el día uno de su llegada a la UE"
Luz Sela/lainformacion.com/Atalayar
Pie de foto: El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El presidente de la Comisión ha urgido a los Estados a "acoger con los brazos abiertos" a 160.000 refugiados. Pide la creación de un fondo de emergencia dotado con 1.800 millones de euros para cooperación en origen. “Los Estados europeos tienen que acoger con los brazos abiertos a 160.000 refugiados”. El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha hecho este miércoles un ácido alegato a la urgencia de una mayor solidaridad europea para resolver la crisis de los refugiados volviendo las cifras, ya filtradas, oficiales. 120.000 nuevas plazas para acoger en el resto de Estados miembros a demandantes de asilo llegados inicialmente a Italia, Grecia y Hungría que se suman a los 40.000 demandantes de asilo que los líderes europeos se habían comprometido ya a reubicar en los próximos dos años.
España acogerá a 14.931 de los 120.000 nuevos refugiados
Alemania, Francia y España serían los tres países más solicitados para que ofrezcan plazas a unos 120.000 solicitantes de asilo que se encuentran en Italia (15.600), Grecia (50.400) o Hungría (54.000), como lo pide la Comisión Europea.
El reparto por país se hace ponderando la población del país, el PIB total, la tasa desempleo y la cantidad de solicitudes de asilo de los últimos cuatro años, según el documento publicado por la Comisión Europea este miércoles.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha confirmado este miércoles ante el Parlamento Europeo su propuesta para que los Estados miembros acepten reubicar en su territorio a otros 120.000 refugiados llegados inicialmente a Italia, Grecia y Hungría, comomedida "urgente" y "obligatoria" en la que espera que participen "todos" los países de la UE.
Este segundo plan se sumaría a las primeras 40.000 plazas para demandantes de asilo que los Veintiocho se comprometieron a repartirse para aliviar la presión migratoria sobre los países que más refugiados reciben, aunque hasta el momento los Estados miembros han concretado la reubicación de unas 32.000 personas.
El reparto propuesto por la Comisión es el siguiente:
Alemania 31.443
Austria 3.640
Bélgica 4.564
Bulgaria 1.600
Chipre 274
Croacia 1.064
Eslovaquia 1.502
Eslovenia 631
España 14.931
Estonia 373
Finlandia 2.398
Francia 24.031
Letonia 526
Lituania 780
Luxemburgo 440
Malta 133
Holanda 7.214
Polonia 9.287
Portugal 3.074
República Checa 2.978
Rumania 4.646
Suecia 4.469
TOTAL 120.000
Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca no figuran en esta lista debido a la opción que les permite no participar en esta política comunitaria.
Superar las reticencias
Rotundo, tajante y muy crítico, Juncker ha enfrentado con carácter, y muchos reproches a los socios comunitarios, este primer debate ante el Parlamento. Lo ha hecho afeando, en primer lugar, las reticencias de los Estados a la acogida. "Algunos dicen que Europa no puede albergar toda la desdicha del mundo. Es cierto. Pero situemos las cosas con perspectiva. La cifra es enorme, sin precedentes, pero aun así supone el 0,11% de la población europea. En Líbano son el 25% de la población y tienen un quinto de la riqueza europea", ha explicado, en un discurso especialmente dirigido a los más escépticos. Entre ellos, España, a la que le corresponderán 15.000 refugiados.
Juncker ha recordado a los Estados que la acogida de refugiados no es sólo una prioridad, es un "derecho". Y para ello ha apelado al imaginario común de europeo migrante. Gitanos, revolucionarios húngaros, checos de la Primavera de Praga. Y también, republicanos españoles de la Guardia Civil.
"Los europeos no podemos olvidar lo importante que es el derecho al asilo, uno de los valores más importantes que existen. A pesar de nuestra fragilidad, de nuestra propia percepción de debilidad, hoy es Europa la que buscan como lugar para el refugio y el exilio", ha destacado. "No hay creencias, religiones o filosofías cuando hablamos de refugiados. El asilo es un derecho", ha insistido.
La realidad, en cambio, no permite distraerse en utopías, ha venido a decir Juncjer. La tarea que se enfrenta es lo suficientemente compleja. “Tampoco quiero crear ilusiones diciendo que acabaremos pronto con la crisis. No va a acabar pronto y debemos ser conscientes. Pero destruir embarcaciones, incendiar campamentos de refugiados, hacer la vista gorda al sufrimiento, tampoco lo va a solucionar”, ha afeado.
Fondo de 1.800 millones
Juncker ha urgido a los Estados a dejar a un lado los discursos y pensar ya en “soluciones”. “Pido una ofensiva diplomática europea para que Europa sea más fuerte”, ha destacado. Esa ofensiva gira en tres ejes: un cambio en el procedimiento de gestión de las solicitudes de asilo para agilizar los trámites burocráticos y que tiene como base la "lista de países seguros", también hoy presentada, nuevas “políticas de apoyo e inclusión” y más fondos para la cooperación en origen.
En este punto, Juncker ha instado a los países a colaborar en un fondo fiduciario de emergencia que estará dotado con 1.800 millones de euros de aportaciones comunes para responder de la crisis de las regiones del Sahara y el Norte de Africa. “Queremos crear una estabilidad duradera e ir contra las causas principales de la desestabilización y de la inmigración ilegal. Todos los Estados miembros deben participar en esta iniciativa”, ha avisado.
El presidente de la Comisión ha insistido especialmente, no obstante, en favorecer la integración de los refugiados. Y eso pasa, ha dicho , porque los refugiados “trabajen desde el día uno de su llegada a la UE”. “Estoy a favor de permitir que los solicitantes de asilo puedan trabajar y ganarse la vida mientras se procesan las solicitudes”, ha afirmado. Juncker ha subrayado que “tener un puesto de trabajo es una cuestión de dignidad”.
"Lista segura sí, pero con consecuencias"
La Comisión ha presentado este miércoles su lista de países seguros, que se pretende sirva para agilizar los trámites para gestionar las solicitudes. Juncker ha lanzado un mensaje claro: “Los países que estén en esa lista deben saber que si salen porque no se garantizan los derechos fundamentales van a perder la posibilidad de integrarse en la UE. Lista segura sí, pero con las consecuencias”, ha remarcado.
En paralelo, el dirigente comunitario advierte de la necesidad de reforzar las fronteras exteriores de la Unión. El aviso sido también rotundo. "El sistema Shengen no va a derogarse durante el mandato de esta Comisión". Claro mensaje a la canciller alemana, Angela Merkel, quien la pasada semana sugería una posible revisión en caso de no alcanzar una política unitaria de gestión de la inmigración.
Para ello, la Comisión propone convertir a Frontex "en un verdadero sistema de salvaguarda de las fronteras exteriores". Eso, ha advertido "va a costar dinero", pero el plan es que se den "pasos adelante" antes de que concluya este año. "La inmigración debe legalizarse. Tenemos que organizar formas legales de entrada a Europa", ha apostillado.
Manteniendo hasta el final el tono crítico, Juncker ha instado a encaminarse hacia una política europea de exteriores "más asertiva". "No podemos seguir sin estar unidos, sin tener una estabilidad frente a nuestras regiones vecinas. Necesitamos encontrar una situación, a lo mejor estamos siendo demasiado débiles para conseguirlo", ha reprochado.
Merkel abre los brazos a los refugiados pero expulsará a los que solo busquen empleo
La canciller alemana, Angela Merkel, ha afirmado que el país no puede repetir los errores pasados en sus esfuerzos por integrar a los refugiados que están llegando actualmente al país y ha recordado el plan 'Gastarbeiter' --trabajadores invitados--, aplicado en la Alemania occidental tras la Segunda Guerra Mundial.
Alemania palió su déficit gracias a la inmigración
En las décadas posteriores al conflicto, la República Federal de Alemania palió su déficit de mano de obra alentando la llegada de personas de otros países como Turquía, Italia y Grecia, con el objetivo inicial de que regresasen una vez que el trabajo estuviese concluido.
Merkel ha afirmado este miércoles ante el Parlamento que Alemania, que espera recibir este año a 800.000 solicitantes de asilo, necesita adoptar para esta ocasión una actitud diferente. "Aquellos que vengan como solicitantes de asilo o refugiados de guerra necesitan nuestra ayuda para integrarse rápidamente", ha advertido.
La canciller ha subrayado la necesidad de que estas personas aprendan alemán y encuentren un empleo. Muchos de ellos, ha añadido, terminarán convirtiéndose en "ciudadanos" de Alemania.
Si emigran solo por necesidades económicas serán expulsados
Merkel, no obstante, también ha afirmado que parte de los inmigrantes que han llegado a Europa serán devueltos a sus respectivos países si las autoridades consideran que "no están huyendo de la persecución política o de la guerra", sino que emigran por "necesidades económicas".
"Por dura que pueda ser la vida personal, es la verdad y no podemos ocultarlo", ha añadido la canciller, que ha abogado por acelerar la tramitación de las peticiones de asilo para aclarar cuanto antes la situación de todas las personas.
El discurso de Merkel ante el Bundestag ha coincidido con el pronunciado en Estrasburgo por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que ha propuesto un sistema de cuotas para que los Estados miembro se repartan un total de 120.000 refugiados.
Merkel ha recalcado que Alemania tiene que desempeñar un papel destacado para hacer frente a esta crisis, ya que en juego está "una de las principales razones por las que se fundó una Europa unida: los Derechos Humanos universales".
La canciller ha aprovechado también para condenar los ataques xenófobos contra campamentos de refugiados, tachándolos de "aberrantes" y "vergonzosos". Merkel ha avisado de que se actuará con la máxima contundencia contra los autores de estas acciones.