Requisitos para vender un barco de manera legal

Saltarse alguno de los pasos puede generar problemas legales
Venta de barco
Venta de barco
  1. Tener toda la documentación en regla
  2. Confirmar que la embarcación no tiene cargas
  3. Redactar un contrato de compraventa
  4. Hacer la transferencia de propiedad
  5. Avisar al seguro náutico
  6. Gestionar el amarre
  7. Finalizar la venta con responsabilidad

Vender una embarcación no es tan sencillo como entregar las llaves. Es un proceso legal que requiere orden, documentación clara y gestiones administrativas. Saltarse alguno de los pasos puede generar problemas legales, costes inesperados o incluso la anulación de la venta. Para evitarlo, es importante conocer todos los requisitos legales necesarios. ¡Acompáñanos a descubrir cada detalle!

Tener toda la documentación en regla

Antes de iniciar cualquier negociación, es preciso que el barco tenga su documentación al día. Esto incluye:

  • Título de propiedad: certifica quién es el dueño actual de la embarcación.
  • Certificado de navegabilidad o de inscripción: obligatorio para muchas embarcaciones, lo emite la autoridad marítima.
  • Número de identificación del casco (CIN): es como el número de bastidor en los vehículos.
  • Documentación técnica: información del motor, dimensiones y año de fabricación.
  • Seguro (si aplica): comprobar si es obligatorio según el tipo de embarcación y mantenerlo vigente.

Sin esta documentación, no podrás iniciar una venta legal ni completar la transferencia de propiedad.

Confirmar que la embarcación no tiene cargas

Es elemental verificar si el barco tiene cargas pendientes, como embargos, deudas por impuestos náuticos o tasas portuarias. Para ello, solicita un certificado de cargas en la Capitanía Marítima. Si existen limitaciones legales, deben resolverse antes de vender.

Este paso es básico para proteger tanto al vendedor como al comprador. Una embarcación libre de cargas genera confianza y evita complicaciones en la transferencia.

Redactar un contrato de compraventa

El contrato es uno de los elementos más importantes de la operación. Aunque no es obligatorio formalizarlo ante notario, sí debe estar por escrito y firmado por ambas partes.

Debe incluir:

  • Datos del vendedor y del comprador.
  • Información detallada del barco (modelo, matrícula, número de casco, etc.).
  • Precio acordado.
  • Método y condiciones de pago.
  • Fecha de entrega.

Este documento es la base legal que respalda la operación y sirve como prueba ante cualquier desacuerdo.

Hacer la transferencia de propiedad

Después de firmar el contrato, es necesario formalizar la transferencia del barco en el registro correspondiente. Por si no lo sabías, tienes la opción de llevarlo a cabo ante la Capitanía Marítima o el Registro de Buques, dependiendo del tipo de embarcación.

Ten en cuenta que, realizar el trámite correctamente, garantiza que el comprador quede inscrito como nuevo propietario y que el vendedor quede libre de responsabilidades legales o fiscales asociadas al barco. La buena noticia es que hoy en día, este proceso puede hacerse de forma online. Plataformas como Gestioon colaboran con la transferencia de barco online segura y rápidamente. 

Avisar al seguro náutico

Si la embarcación está asegurada, debes informar a la aseguradora del cambio de propietario. El nuevo dueño podrá decidir si mantiene el seguro vigente (si es transferible) o si contrata uno nuevo. No te saltes este paso porque es la única manera de evitar conflictos en caso de siniestros o reclamaciones posteriores a la venta.

Gestionar el amarre

Si el barco tiene un lugar de amarre asignado, ya sea en un puerto deportivo o marina privada, también hay que notificar la venta. Algunas instalaciones transfieren el contrato de amarre, mientras que en otros casos es necesario cancelar el acuerdo o firmar uno nuevo. Ignorar esta parte genera costes extras o confusiones con la administración del puerto, por lo que debe incluirse en el proceso de venta.

Finalizar la venta con responsabilidad

Una vez completada la transferencia, lo recomendable es conservar una copia de toda la documentación: contrato firmado, justificante de pago, comprobante de transferencia, certificado de cargas y cualquier otra comunicación relacionada con la operación. Ese respaldo es útil en caso de futuras reclamaciones o problemas administrativos.