Hidalgo de honor

Javier Fernández Arribas

Existen numerosas virtudes y múltiples razones para sentirse orgulloso de ser español. También es cierto que hay ciertas circunstancias y torpes actitudes políticas, económicas o sociales que se empeñan en defenestrar aspectos positivos de una España capaz de lo mejor y de lo menos recomendable. El extraordinario periodista y escritor Arturo Pérez Reverte ha asegurado durante el acto de entrega de condecoraciones de la Comunidad de Madrid en la celebración del 2 de mayo que el levantamiento contra los franceses es una de las pocas efemérides por las que sentirse orgulloso de españolidad. Conozco, admiro y quiero a Arturo y me resisto a admitir que, cada día, vayamos dilapidando las bonanzas de una España que no puede volver a helarnos el corazón. Debemos guardarnos de quienes pretenden arruinar nuestro futuro a fuer de negar en el presente gran parte de los esfuerzos, sacrificios, consensos y logros del pasado. La celebración del 2 de mayo llega cuando hemos recordado y celebrado el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes y hemos glosado, poco para lo que merece, el contenido de El Quijote con sus ideales, principios y valores. Cervantes y El Quijote deberían constituir fuente constante de inspiración para todos y de recordatorio permanente por parte de las diversas administraciones del Estado. El ejemplo radica en la dedicación, devoción y cariño de los lugareños de los pueblos de La Mancha que cuidan con denuedo sus molinos y sus tradiciones. Los ‘gigantes blancos’, que impresionan, se ven en lo alto de Campo de Criptana y sirven para atraer a miles de turistas que pueden disfrutar de la molienda. El próximo domingo 8 de mayo hay otra oportunidad de asistir a lo que es un gran espectáculo natural y auténtico. Visitar esta región, charlar con los criptanenses tomando un vino con queso y escuchar su amor por lo cervantino es un aprendizaje único de lo mucho bueno que tiene España y no lo ponemos en valor como deberíamos en Madrid. La XXXVIII Semana Cervantina,  organizada en Campo de Criptana por la Asociación de Hidalgos Amigos de los Molinos, echó el telón el pasado viernes con un acto entrañable donde el alcalde destacó la universalidad del Quijote y la proyección internacional que proporciona Cervantes. Uno solo puede mostrar enorme gratitud por engrosar con orgullo las huestes de Hidalgos de Honor de la asociación, un tesoro que tiene España.