Ucrania vs. Yugoslavia

Bandera de Ucrania - Foto <a href="https://depositphotos.com/stock-photography.html">Deposifotos</a>
Bandera de Ucrania - Foto Deposifotos
El presente trabajo toma como punto de partida las semejanzas que tienen la antigua Yugoslavia y la actual Ucrania desde el punto de vista histórico, cultural, geográfico, étnico y religioso. También se examinan los modos de resolución del conflicto yugoslavo y los intentos de lograrlo en el conflicto ucraniano. Se pretende que, de las conclusiones extraídas del análisis de las semejanzas y de los acuerdos para resolver el primer conflicto, puedan surgir algunas ideas para resolver el conflicto ucraniano.
  1. Introducción
  2. La etimología del nombre de los dos Estados
  3. Yugoslavia como mosaico cultural
  4. Ucrania como mosaico cultural
  5. Los conflictos militares en Yugoslavia
  6. Los conflictos militares en Ucrania
  7. Declaración de la parte rusa
  8. Declaración de la parte ucraniana
  9. Posibles soluciones al conflicto entre Rusia y Ucrania
  10. Conclusión

NOTA: Las ideas contenidas en los Documentos de Opinión son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento del IEEE o del Ministerio de Defensa. 

Introducción

Los conflictos militares en la antigua Yugoslavia y en la actual Ucrania son los dos únicos, o al menos los principales, que han tenido lugar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. El conflicto de los Balcanes sucedió entre los años 1991 y 2001, si bien aún existen rescoldos, como el de los enfrentamientos en Kosovo entre su gobierno y la minoría serbia.

En Ucrania, el inicio del conflicto puede fijarse en los acontecimientos de noviembre de 2013 en la plaza de la Independencia (Maidán Nezalézhnosti), cuando los manifestantes protestaron por la negativa del gobierno a firmar el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea. Por esto y otros motivos se destituyó al presidente del país en febrero de 2014, que terminó por abandonarlo.

Sin embargo, los habitantes en la zona suroriental de Ucrania no estuvieron de acuerdo con las diferentes causas que ocasionaron esos sucesos. Esto trajo consigo la proclamación de independencia de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk a finales de abril de 2014, comenzando el denominado conflicto del Dombás, que ha quedado sin resolver. Además, un mes antes, Rusia invadió ilegal y «suavemente» Crimea, que, tras un referéndum el 16 de marzo de 2014, se incorporó a Rusia.

Posteriormente, el 24 febrero de 2022, se produjo la invasión rusa en el Dombás y en otras direcciones de Ucrania. Ante este acto ilegítimo que no encuentra encaje alguno en el derecho internacional, el resto de los países tratan de hallar soluciones para detenerlo y corregirlo.

Con este artículo únicamente se pretende ofrecer algunas ideas al respecto, partiendo de un seguimiento histórico entre los Estados de la actual Ucrania y la antigua Yugoslavia. Las diferencias entre uno y otro Estado son innumerables, solo nos referiremos a aquellas circunstancias que puedan ser en cierto modo semejantes con el fin de poder extraer conclusiones.

La etimología del nombre de los dos Estados

Empezaremos por dos realidades entrelazadas que subrayan una semejanza. Por un lado, se trata del significado de Yugoslavia como «Tierra de los Eslavos del Sur» (Yug- Slavia), mientras que el de Ucrania es «Junto a la Frontera» (U-kraína). La primera realidad es que los dos Estados, independientemente de cómo se llamen, agrupan a distintos pueblos eslavos del sur de Europa (los yugoslavos son los eslavos del sureste de Europa, mientras que los ucranianos lo son del sur); y, la segunda, que esos pueblos se situaban en las zonas fronterizas que eran atacadas por pueblos túrquicos.

En el caso yugoslavo, nos hemos de remontar al Imperio austrohúngaro para aclarar este concepto. Así, en ese imperio se estableció una frontera militar defensiva (Voyina Kráyina), que constituía el territorio de mayoría croata a donde los serbios y otras minorías se trasladaron huyendo de los turcos, durante las conquistas acometidas por estos en los Balcanes.

En el caso de Ucrania, su nombre remite a la zona fronteriza donde se asentaban los eslavos que eran atacados por los pueblos túrquicos. Para aclarar lo sucedido, nos hemos de remontar a la Edad Media, cuando los eslavos se agrupaban en torno a las grandes ciudades de Kiev, las del Anillo de Oro al noreste de Moscú, Nóvgorod, etc. En la historia de estas ciudades y su entorno entró de lleno la invasión de los mongoles, que crearon el Estado de la Horda de Oro durante los siglos XIII al XV. La mayoría de su población eran pueblos túrquicos, tales como los tártaros, cuya denominación se aplica de forma genérica a todos los pueblos túrquicos de Siberia y Europa Oriental, que se fueron extendiendo por el sur de Rusia y Ucrania, llegando hasta Polonia y Lituania.

En cuanto a estas dos últimas naciones, mencionaremos que el Gran Ducado de Lituania cubrió en el siglo XV el territorio de los actuales países de Lituania, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia, incluyendo partes de Polonia y Rusia. En 1569 se creó la Mancomunidad de Polonia-Lituania, que pervivió hasta finales del siglo XVIII con diferentes nombres. En este caso, la frontera de las tierras del sur de la Mancomunidad, que incluía gran parte de Ucrania, eran defendidas por los cosacos ante las incursiones tártaras.

De esta manera, podemos afirmar que la responsabilidad de defender las fronteras del Imperio austrohúngaro recayó en los serbios y croatas de religión ortodoxa o católica asentados en la Kráyina yugoslava frente a las invasiones de los turcos musulmanes, mientras que las fronteras de la Mancomunidad lituano-polaca en U-Kraína correspondió a los cosacos de religión ortodoxa ante los ataques de los tártaros y los turcos. Esta es, pues, la primera semejanza que podemos atribuir a la antigua Yugoslavia con Ucrania.

Yugoslavia como mosaico cultural

La segunda semejanza de Yugoslavia con Ucrania la podemos encontrar en la característica de mosaico cultural que comparten ambos Estados. Comencemos con Yugoslavia.

La derrota del Imperio austrohúngaro en la Primera Guerra Mundial llevó a su disolución en 1918, dando lugar a nuevos Estados tales como Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Así, este último se fundó en 1918 bajo el nombre del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, cambiando su nombre por el de Reino de Yugoslavia en 1929. En 1943 y 1945 cambió de nuevo de nombre, así como en 1963, que recibió el de República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFSY).

De esta forma, la RSFY aparecía como un mosaico que, como se decía durante su existencia, contenía seis repúblicas (Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia [incluidas las dos regiones autónomas de Voivodina, que tiene una importante minoría húngara; y de Kosovo, con mayoría albanesa], Montenegro y Macedonia), cinco culturas (las de las mencionadas seis repúblicas, excepto Montenegro que se considera culturalmente parte de Serbia), cuatro idiomas fundamentalmente hablados (serbocroata, esloveno, macedonio y albanés), tres religiones (ortodoxa, católica y musulmana), dos alfabetos (cirílico y latino) y un Estado. Además, estaba rodeada por siete países (Italia, Austria, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Grecia y Albania).

A partir de 1991, las seis mencionadas repúblicas se independizaron, originando la disolución de Yugoslavia. Los nombres de las repúblicas se mantuvieron, excepto Macedonia que pasó a denominarse Macedonia del Norte. Y tuvo lugar la independencia de Kosovo en 2008, aunque no ha sido del todo reconocida internacionalmente. En suma, la vida de Yugoslavia en sus distintas denominaciones duró 73 años, de 1918 a 1991.

Antigua Yugoslavia

Una característica de este país es que, a pesar de su estrecha relación con la Unión Soviética, nunca perteneció al Pacto de Varsovia, sino que incluso fue uno de los fundadores del Movimiento de Países No Alineados. En este sentido, Yugoslavia constituía una especie de colchón entre la OTAN y el Pacto de Varsovia en el sureste europeo. Además, tampoco perteneció a la Comunidad Económica Europea.

Sin embargo, después de la desaparición de Yugoslavia, cuatro de sus antiguas repúblicas se incorporaron a la OTAN (Eslovenia, Croacia, Montenegro y Macedonia del Norte) y otra es oficialmente aspirante a hacerlo (Bosnia y Herzegovina). Por otro lado, se han incorporado dos a la Unión Europea (Eslovenia y Croacia) y otras cuatro son candidatas oficiales para ingresar (Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia).

En consecuencia, las inclinaciones internacionales del conjunto de la antigua Yugoslavia no han coincidido con las de sus antiguas repúblicas por separado, al menos, respecto a la membresía de la OTAN y la Unión Europea.

Ucrania como mosaico cultural

La formación de Ucrania como mosaico de culturas la vamos a tratar brevemente en el contexto del Imperio austrohúngaro, de la Mancomunidad lituano-polaca y del Imperio ruso. Las dos primeras entidades supranacionales afectan fundamentalmente al oeste de la actual Ucrania, mientras que el Imperio ruso lo hace al conjunto y, especialmente, al sur y al este. Analicemos brevemente la repercusión histórica de las tres citadas entidades en Ucrania.

En primer lugar, del Imperio austrohúngaro distinguiremos tres regiones: Galitzia, Volinia y Bucovina, todas ellas pertenecientes al reino de Austria. En el noroeste de la actual Ucrania se sitúa Galitzia (su nombre procede de que en época romana estuvo habitada por tribus celtas). Durante la Segunda Guerra Mundial, el Tercer Reich alemán ocupó Galitzia con la colaboración de nacionalistas ucranianos al mando de Stepan Bandera, que se enfrentaron tanto a los soviéticos como a los polacos. Tras concluir la guerra, Galitzia se dividió entre Polonia y la República Socialista Soviética de Ucrania (con capital en Lviv).

La región de Galitzia y de su vecina Volinia, fueron pueblos independientes entre los siglos XII y XIV, integradas en el Reino de Rutenia. La expresión «Pequeña Rusia» o Malorossiya, que abarcaba gran parte de la actual Ucrania, partió de estos territorios. El nombre Mikrá Rosía1 ya aparece en 1292, empleada por el escritor bizantino Codinos. En 1334, consta que el príncipe de Galitzia-Volinia firmaba sus resoluciones como Dux totius Russiae minoris. Este principado se considera como un antecedente remoto de la actual Ucrania.

En el año 1919 Rivne, capital de Volinia, lo fue también de la República Popular de Ucrania (RPU) nacida después de la Revolución Bolchevique de 1917. Esta República se enfrentó al gobierno ruso, pero desapareció en 1922 al integrarse en la recién creada República Socialista Soviética de Ucrania (RSSU). La RPU se considera uno de los antecedentes cercanos de la actual Ucrania. El otro antecedente es, obviamente, la RSSU, pues es la que ofrece las fronteras de la actual Ucrania, que comprende las de 1922, así como las de los territorios que se incorporaron a la URSS tras la Segunda Guerra Mundial, además de Crimea en 1954.

La tercera región del Reino de Austria a la que nos referimos es Bucovina, históricamente de mayoría rumano-moldava y minoría húngara. Al terminar la Primera Guerra Mundial, la población votó la unión con Rumanía. Pero después de la Segunda Guerra Mundial, la mitad norte de Bucovina quedó integrada en la República Socialista Soviética de Ucrania, mientras que la mitad sur lo fue en Rumanía.

Asimismo, dentro del Imperio austrohúngaro pero referido al Reino de Hungría y posteriormente a Checoslovaquia, se sitúa la región de la Rutenia de los Cárpatos, que en 1944 pasaría a integrarse en la Unión Soviética con la denominación de Transcárpatos.

En cuanto a la Mancomunidad de Lituania y Polonia, cabe destacar el alzamiento ante esas dos naciones del Estado cosaco (Hetmanato). Este existió de 1648 a 1775 en las regiones del noroeste y centro de la actual Ucrania y se considera también como un antecedente lejano de la actual Ucrania. No obstante, debido a la alianza de los tártaros de Crimea con las Dos Naciones, el hetman o jefe de los cosacos acudió a pedir ayuda al zar de Rusia, lo que dio lugar a la guerra ruso-polaca de 1654-1667. La emperatriz de todas las Rusias Catalina la Grande incorporó en 1775 el Hetmanato al Imperio ruso.

Junto a la noción geográfica e histórica de Pequeña Rusia o Malorosiya existe también la de Novorosiya o Nueva Rusia, que comprende el sur de la actual Ucrania y la Transnistria de Moldavia. Este territorio fue ganado al Imperio otomano por el Imperio ruso a lo largo de los siglos XVIII y XIX. En el año 1991 correspondía a diversos óblast de Ucrania y de Rusia, así como a la región de Transnistria de Moldavia.

En fin, la evolución de las fronteras de Ucrania se muestra en el mapa siguiente, en el que se puede observar que también cedió territorios a Rusia en 1924 y a Moldavia en 1940.

Ucrania

Respecto a las lenguas que se hablaban en Ucrania, se presentan más abajo los datos que ofrece el Kyiv International Institute of Sociology (KIIS) para el año 2003. Se observa que el ruso era predominante en el este y en el sur, mientras que el ucraniano en el oeste y en el centro. En general, había una predominancia del ruso en las ciudades y del ucraniano en las áreas rurales. También se mencionan idiomas minoritarios como el húngaro en Transcarpacia y el rumano en Bucovina y Transcarpacia.
Aparte de la diversidad étnica y lingüística de Ucrania se encuentra la religiosa. De acuerdo con el Razumkov Center de Kyiv3, en el año 2018 la población ucraniana se declaraba ortodoxa en un 67,3 %. Las minorías eran de un 9,4 % grecocatólicos, 7,7 % cristianos, 2,2 % protestantes, 0,8 % católicos latinos y 0,4 % hebreos. Entre los ortodoxos se encuentran los fieles al Patriarcado de Kyiv y al Patriarcado de Moscú.

Ucrania
Ucrania

En suma, si seguimos con el paralelismo yugoslavo en cuanto mosaico cultural y geográfico, podemos afirmar que Ucrania es un Estado con dos alfabetos cirílicos (ucraniano y ruso), cuya población sigue fundamentalmente a tres autoridades religiosas (patriarca de Kyiv y patriarca de Moscú para los ortodoxos, y al papa de Roma para los católicos de rito griego o latino); con cuatro idiomas hablados (ucraniano, ruso, húngaro y rumano), si bien solo el ucraniano es oficial; con cinco regiones informales (Occidental, Central, Centro-oriental, Oriental y Sur); con seis importantes ríos que la atraviesan (Danubio, Dniéster, Bug meridional, Bug occidental, Dniéper y Donets); y rodeado por siete países (Moldavia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Polonia, Bielorrusia y Rusia).

Los conflictos militares en Yugoslavia

Los conflictos militares que tuvieron lugar en Yugoslavia, durante y después de su disolución, son distintos que los surgidos en Ucrania a partir de 2014. Un elemento fundamental que afecta al origen de estos conflictos se debe a que la antigua Yugoslavia era un Estado federal que reconocía en su Constitución de 19744 la autodeterminación de sus «naciones», mientras que Ucrania es un Estado fuertemente unitario.

Se pueden subrayar tres fases en el conflicto yugoslavo. En primer lugar, la que se inicia con la declaración de independencia de Croacia en 1991 y su rápido reconocimiento por Alemania y otros países occidentales. Este hecho ocasionó una respuesta militar de Serbia porque casi la mitad del territorio de Croacia estaba habitada por serbios. En la resolución del conflicto intervino especialmente la ONU con UNPROFOR, al implementar el plan Vance (ex secretario de Estado de los EE. UU.), mediante un despliegue de tropas5 que separó a croatas de serbios entre 1992 y 1994.

La segunda fase del conflicto comienza cuando la república de Bosnia y Herzegovina avaló su independencia con un referéndum en 1992, originando que los serbios de Bosnia la declararan también para la República de Srpska, ubicada dentro de la anterior. Esto condujo a un conflicto militar en estos territorios entre serbios, croatas y bosnios. La resolución del conflicto se alcanzó con la firma de los dirigentes de los respectivos Estados, en diciembre de 1995, con los conocidos acuerdos de Dayton (Ohio, EE. UU.).

En tercer y último lugar, cabe subrayar la fase del conflicto en Kosovo durante los años 1998-1999, que fue resuelto mediante el empleo de la fuerza entre la OTAN y Serbia. Como consecuencia, Kosovo declaró su independencia, si bien no está reconocida por toda la comunidad internacional.

Los conflictos militares en Ucrania

En el caso de Ucrania, el conflicto mantenido desde 2014 a 2021 se caracteriza por dos hechos fundamentales: la anexión de Crimea a Rusia y la independencia de las autoproclamadas Repúblicas de Lugansk y Donetsk, que abarcaban gran parte del área ocupada por sus óblast ucranianos respectivos. De todos modos, todavía no se había producido su ilegítima integración en Rusia, que tuvo lugar en septiembre de 2022.

Para solucionar el anterior conflicto se aprobó el Protocolo de Minsk y el denominado Minsk II. El Protocolo de Minsk fue firmado por representantes de Ucrania, la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk el 5 de septiembre de 2014 en Minsk (Bielorrusia), bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El texto del Protocolo contiene doce puntos6, donde merece destacar dos: el alto el fuego verificado por la OSCE y la descentralización del poder con elecciones locales en el Dombás. Al Protocolo de Minsk se tuvo que añadir un memorándum el 19 de septiembre de 2014 con el fin de llevar a cabo su seguimiento, pero no logró detener el conflicto.
El 12 de febrero de 2015 se firmó el acuerdo Minsk II, cuya iniciativa partió de los gobernantes de Francia y Alemania, quienes, junto a los de Ucrania y Rusia constituyeron el Cuarteto de Normandía para elaborarlo. Las reuniones que llevaron a cabo también fueron supervisadas por la OSCE. Entre las trece medidas7 acordadas cabe subrayar el alto el fuego incondicional verificado por la OSCE y la reforma constitucional en Ucrania. Este acuerdo tampoco logró resolver el conflicto en el Dombás.

De todos modos, según un informe de la revista alemana Spiegel: «Merkel cree que ganó tiempo en la cumbre de la OTAN celebrada en Bucarest en 2008 y posteriormente en las negociaciones de Minsk, que Ucrania podría haber utilizado para resistir mejor un ataque ruso. Ucrania es ahora un país más fuerte y más defendible. En aquel entonces, Merkel estaba segura de que el país habría sido arrollado por las tropas de Putin, informa la revista. El ataque ruso no fue una sorpresa»8.

El actual conflicto armado se inició con la invasión de Ucrania por parte de las Fuerzas Armadas Rusas el 24 de febrero de 2022, saltándose las normas del derecho internacional. Además, la situación actual se ha complicado en cuanto que ha tenido lugar la integración en Rusia de gran parte del territorio de cuatro óblast ucranianos: Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, en septiembre de 2022. El siguiente mapa recoge las fronteras internas de Ucrania hasta donde las tropas rusas han llegado en noviembre de 2022.

Ucrania
Ucrania

Un intento de acuerdo entre las partes tuvo lugar en Estambul el 29 de marzo de 2022. A pesar de que las partes parecían estar conformes, las conversaciones quedaron suspendidas repentinamente. No obstante, aportamos algunas de las declaraciones que hicieron las delegaciones rusa y ucraniana al terminar las conversaciones9.

Declaración de la parte rusa

  • «Las conversaciones fueron constructivas y están pasando a cuestiones prácticas. Las propuestas de Ucrania confirman su aspiración a un estatuto neutral y desnuclearizado, serán estudiadas y comunicadas a los dirigentes rusos.
  • Una reunión de los presidentes Putin y Zelenski es posible.
  • El Ministerio de Defensa ruso está reduciendo "drásticamente, por momentos" la actividad militar en dirección a Kiev y Chernihiv».

Declaración de la parte ucraniana

  • «Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia), Turquía, Alemania, Canadá, Italia, Polonia e Israel pueden convertirse en garantes de la seguridad de Ucrania. Si lo desean, pueden sumarse otros países.
  • Todas las partes del acuerdo se comprometen no solo a no obstaculizar, sino también a facilitar la adhesión de Ucrania a la UE.
  • La redacción de las garantías de defensa contra la agresión, en las que insiste Ucrania, será similar a la del artículo quinto del Tratado del Atlántico Norte.
  • Si reciben estas garantías, Ucrania mantendrá su actual estatus de Estado no alineado y desnuclearizado, se negará a desplegar bases militares en su territorio y rechazará adherirse a alianzas político-militares.
  • El tratado se someterá a referéndum en toda Ucrania y, si tiene éxito, será ratificado por los parlamentos de los países garantes y el Parlamento ucraniano.
  • Propone fijar la intención de Rusia y Ucrania de llegar a un acuerdo sobre el estatus de Crimea y Sebastopol en un plazo de 15 años.
  • La cuestión del Dombás se incluirá en un apartado aparte que discutirán personalmente los presidentes ruso y ucraniano».

No obstante, este acuerdo, que estuvo a punto de salir adelante, fracasó. «Según fuentes de Ukrainska Pravda cercanas a Zelenski, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, que apareció en la capital casi sin avisar, trajo dos mensajes sencillos. El primero es que Putin es un criminal de guerra, hay que presionarle, no negociar con él. Y el segundo, que, aunque Ucrania esté dispuesta a firmar algunos acuerdos de garantías con Putin, ellos no lo están»10.

Posibles soluciones al conflicto entre Rusia y Ucrania

La invasión de Ucrania por parte de Rusia no encuentra amparo alguno en el derecho de los conflictos armados. Ante esta agresión, las posibles soluciones del conflicto han de basarse en el hecho cierto de que es prácticamente imposible la victoria total de una de las partes beligerantes, por lo que su conclusión habrá de ser negociada.

Si se permite comparar una negociación con el juego de naipes de las «siete y media», el resultado tiene tres posibilidades: quedarse corto, pasarse o lograr las siete y media. En nuestro caso, esto último es muy difícil, pues implicaría que uno de los contendientes habría logrado todos sus objetivos. De ahí que el mejor resultado sea quedarse corto, pues quien se pasa, pierde.

Pero, además, por extraño que pueda parecer, hay dos objetivos que las partes beligerantes comparten, aunque con perspectivas distintas: lograr la seguridad de sus respectivos países y la paz y bienestar de su población. Las cuestiones históricas que subyacen en el conflicto son importantes, pero parece serlo más alcanzar esos objetivos.

El refrendo de lo que se decida lo debería hacer todo el pueblo ucraniano y sería conveniente que la otra parte beligerante también lo hiciera. El pueblo ucraniano lo componen todos los ucranianos, cualquiera que sea su lengua, religión o etnia, ya vivan dentro de Ucrania o estén en la diáspora ocasionada por el conflicto.

La situación política en Yugoslavia antes, durante y después de su disolución puede servir de referencia para las negociaciones. El motivo es que Ucrania comparte con Yugoslavia muchas semejanzas. También el contrapunto de la citada diferencia puede servir de referencia. Es decir, Yugoslavia era un Estado federal con gran autonomía para sus repúblicas, mientras que Ucrania es un Estado fuertemente unitario donde los autogobiernos de los óblast están muy reducidos. Precisamente las negociaciones deberían incidir en la cuestión del autogobierno, como ya lo hicieron los acuerdos de Minsk I y II y las conversaciones de Estambul de marzo de 2022. De este modo se lograría el objetivo de la paz y bienestar para todos los ucranianos.

Por otro lado, para alcanzar el objetivo de la seguridad, la solución yugoslava consistiría en que Ucrania no perteneciera a ninguna alianza defensiva si se mantiene unida, o que, si tiene lugar una partición de ella, las repúblicas que de allí surgieran pudieran solicitar su integración en la Unión Europea y la OTAN, si así lo desearan. La propuesta de las conversaciones de Estambul fue distinta: Ucrania entera podría ingresar en la Unión Europea y, además, su defensa ante una agresión estaría asegurada por unos determinados Estados garantes de modo similar a como se hace con la aplicación del artículo quinto del Tratado del Atlántico Norte.

La situación bélica en Yugoslavia durante y después de su disolución también puede ofrecer soluciones aplicables al conflicto ucraniano. Más arriba hemos mencionado las tres fases fundamentales del conflicto yugoslavo. En la primera y segunda fase, intervinieron de modo especial los EE. UU. como intermediario con el Plan Vance y los acuerdos de Dayton, respectivamente. En el caso del conflicto en Ucrania, este modelo de intermediación no resulta válido, pues los intermediarios han de ser países que sean aceptados como tales por las dos partes beligerantes. En cuanto a la tercera fase de la guerra yugoslava, la del conflicto entre Serbia y Kosovo, tampoco parece aplicable, pues los EE. UU. y varios países europeos intervinieron de forma directa.

Por último, hemos de considerar también en el conflicto las denominadas «partes interesadas», que no son meros espectadores, sino entidades nacionales afectadas directamente por su resultado. Teniendo en cuenta que habrá negociación, sería conveniente que en cierto modo participen en ella. Y, naturalmente, habrán de tomar las medidas adecuadas para evitar que suceda algo similar en el futuro.

Conclusión

El conflicto militar en Ucrania cumple diez años en 2024, aunque su etapa más aguda comenzó el 24 de febrero de 2022, con la ilegítima invasión rusa en Ucrania. Los objetivos que pretenden alcanzar los contendientes parece que no podrán ser logrados completamente, porque no ha lugar a la derrota total por parte de ninguno de los dos.

La negociación vendrá. Lo deseable es que sea antes que después, para así alcanzar el doble objetivo fundamental: la seguridad de ambos países (y de las «partes interesadas») y la paz y bienestar de todos los ucranianos.

En este artículo se ha tomado como punto de partida el caso de Yugoslavia con el fin de obtener referencias para la solución del conflicto ucraniano. Se ha concluido que los acuerdos que resolvieron aquel conflicto no son aplicables para el caso ucraniano. Asimismo, la solución política que implica la partición del país y que sus potenciales repúblicas puedan solicitar su ingreso en la Unión Europea y en la OTAN, es más drástica que las que aportaban las conversaciones de Estambul. Por tanto, se concluye que los contendientes podrían examinar de nuevo dichas vías por si pudieran ofrecer algún punto de encuentro o, en su caso, explorar nuevas propuestas.

José María Cordero Aparicio

General de Brigada Interventor (retirado)

Referencias:

1 MORFILL, William Richard. The Story of Russia. Putnam, 1890, p. 48. Consultado en Wikipedia el 1 de abril de 2024.

2 https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Ucrania (consultado el 1 de abril de 2024)

3 http://razumkov.org.ua/uploads/article/2018_Religiya.pdf p.13 (consultado el 1 de abril de 2024)

4 Constitution of the Socialist Federal Republic of Yugoslavia 21 Feb 1974 (worldstatesmen.org) (consultado 4/4/2024)

5 https://www.bbc.com/mundo/noticias internacional-57318555

6 123258.pdf (osce.org) (consultado 4/4/2024)

7 140221.pdf (osce.org) (consultado 4/4/2024)

8 https://www.zeit.de/politik/deutschland/2022-11/altbundeskanzlerin-angela-merkel-ukraine-russland (consultado 4/4/2024)

9  https://Thebell.com/На переговорах в Стамбуле достигнут значительный прогресс. Главное

10 https://www.pravda.com.ua/eng/news/2022/05/5/7344206/ (consultado 4/4/2024)