El seísmo que asoló Siria muestra el gran problema que tiene desde años: acceder a la ayuda exterior

Entregar ayuda a las áreas afectadas por el terremoto en Siria es muy complicado por una guerra civil que ha dejado al país dividido aproximadamente en tres partes: áreas controladas por el Gobierno, una parte controlada por las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos y un enclave controlado por extremistas en el noroeste.

El terremoto golpeó sitios en las tres partes; especialmente Alepo, Idlib, Hama, Lattakia y Tartous, así como Damasco, cuyos habitantes sintieron el temblor, lo que complicó el proceso de respuesta humanitaria, especialmente ante la difícil situación económica y logística. 

Además, el enclave controlado por extremistas es el punto más débil en el camino de la ayuda que llega a Siria, porque la ayuda pasa por un cruce, Bab al-Hawa, y requiere la aprobación de Turquía.