¿El fin de la guerra civil en Myanmar? La Operación 1027 en el Estado de Shan

El subcomandante en jefe militar de Myanmar, Soe Win (C), saluda durante una ceremonia para conmemorar el 77º aniversario del Día de la Unión del país en Naypyidaw, el 12 de febrero de 2024 – PHOTO/AFP
El subcomandante en jefe militar de Myanmar, Soe Win (C), saluda durante una ceremonia para conmemorar el 77º aniversario del Día de la Unión del país en Naypyidaw, el 12 de febrero de 2024 – PHOTO/AFP

Estamos asistiendo a un verdadero cambio en lo que podríamos llamar "la guerra civil más larga" del mundo: la guerra civil armada de Myanmar. Desde su inicio en la segunda mitad del siglo XX, esta guerra civil ha provocado numerosas víctimas humanas y desplazamientos de personas hacia otros países, para escapar de este escenario. Myanmar, uno de los mayores países multiétnicos del mundo, ha estado dominado por la ideología del nacionalismo budista de la rama militar: las llamadas Tatmadaw o Fuerzas Armadas de Myanmar. Ni siquiera el Gobierno de la Premio Nobel Aung San Suu Kyi ha podido poner fin a esta historia de conflictos y discriminación (por ejemplo, la situación discriminatoria de la etnia rohingya no ha cambiado desde que Kyi llegó al poder).

  1. Introducción
  2. El contragolpe. La Operación 1027 y sus repercusiones
  3. ¿Estafas online? ¿China?
  4. Conclusiones y expectativas

Desde la independencia de Myanmar (entonces Birmania), se iniciaron en todo el país varios conflictos basados en movimientos independentistas. Sin embargo, en la actualidad esos grupos separatistas (como el Ejército de Independencia de Arakan, el Ejército de Defensa Kachin o el Ejército Unido Shan) han decidido unirse y luchar juntos contra la junta militar en un gran "contragolpe" bajo el nombre de Operación 1027. Este movimiento de resistencia tiene como objetivos tanto derrocar a la junta militar como erradicar los centros de ciberestafa a lo largo de la frontera birmano-china. El Estado de Shan se ha convertido en el foco del conflicto. En este artículo pretendemos explicar el inicio y desarrollo de esta insurgencia y concluir con unas expectativas al respecto.

Introducción

El Estado de Shan en Myanmar es conocido en el Sudeste Asiático por ser el origen principal de opio y metanfetamina hacia el resto de la región, situándose en lo que se denomina el “Triángulo Dorado”. Este territorio, que incluye las fronteras de China, Tailandia y Laos, es el principal foco de origen de estupefacientes al resto del Sudeste asiático, y Shan actúa como el principal proveedor1. Podemos situar los antecedentes de esta situación en la llegada del partido chino Kuomintang tras su retirada de la provincia de Yunnan, China, en el marco de la Revolución comunista china, liderada por Mao Zedong. El Kuomintang se refugió en el Estado de Shan y comenzó a tejer alianzas con otros grupos separatistas birmanos, como el Karen National Defence Organisation (KNDO)2. El negocio del opio fue implantado en Shan, lo que resultó en una enorme fuente de financiación tanto para el Kuomintang como para sus grupos aliados. Además, cabe mencionar que, en el marco histórico de la Guerra Fría y el surgimiento de la China comunista, Estados Unidos mostró un apoyo hacia el Kuomintang que se plasmó, incluso, en programas de entrenamiento para sus integrantes como método para apoyar la insurgencia birmana contra el gobierno central que apoyaba a Mao Zedong3.

Ni siquiera el cambio de rumbo del gobierno central a finales de los noventa hacia una feroz erradicación de las plantaciones de opio dio como resultado una mejora de las condiciones. Es más, la lucha contra la producción y el tráfico de opio tuvo como consecuencia el auge del negocio de la metanfetamina4, con procesos de fabricación totalmente diferentes. Pero no solo el tráfico de estupefacientes es una fuente de financiación para los grupos étnicos rebeldes; los centros desde donde se realizan estafas online han proliferado en los últimos años en la frontera birmano-china, causando graves perjuicios a nacionales de otros países, especialmente China5. Todo este conjunto de factores, junto a otros de índole étnico, político y geográfico, hizo que el Estado de Shan se convirtiera en un territorio, hasta ahora, ingobernable por parte del gobierno central birmano.

Esta inestabilidad en una región que ostenta una larga frontera con China ha provocado el surgimiento de migraciones forzadas de Myanmar a su vecino asiático, sobre todo de personas de las etnias kokang y kachín6. Según un reportaje de 20157, los números de refugiados kokang en la provincia china de Yunnan se cuentan por decenas de miles. Esto ha provocado que se encuentren en una difícil posición, ante la imposibilidad de continuar su camino hacia el interior de China y de no poder volver a Myanmar como consecuencia del conflicto armado.

Tras un breve periodo de gobierno no militar, bajo la presidencia de facto de Aung San Suu Kyi, la historia volvió a repetirse cuando en febrero de 2021 el Tatmadaw volvió a tomar el poder con un nuevo golpe de Estado, justificado en que se había cometido fraude electoral en las elecciones de noviembre de 2020. Aunque el Tatmadaw aseguró que la toma de poder era temporal, hasta la realización de otras elecciones más adelante, la situación sigue siendo la misma que desde febrero de 2021, y no se observan signos de que la junta militar tenga por objetivo inmediato la celebración de tales elecciones. Este suceso fue considerado como un incumplimiento del NCA firmado en 2015 por varios de estos grupos étnicos armados8.

El contragolpe. La Operación 1027 y sus repercusiones

En junio de 2019, tres de los numerosos grupos rebeldes armados decidieron unirse entorno a la “Three Brotherhood Alliance” (TBA); éstos son la Arakan Army, la Myanmar Democratic Alliance Army, y la Ta’ang National Liberation Army; éstos representan a tres minorías étnicas distintas: la etnia Arakan, la Kokang, y la Ta’ang respectivamente. A su vez, estos tres grupos armados ostentan objetivos específicos diferentes9.

  • La Myanmar Democratic Alliance Army está formada por personas de mayoría étnica kokang, con raíces chinas y que hablan el mandarín. El objetivo de este grupo es recuperar territorios arrebatados desde su expulsión del Estado de Shan en 2009 en la Zona Autónoma de Kokang.
  • La Ta’ang National Liberation Army está compuesta por personas de mayoría étnica ta’ang, que habitan en el norte de Shan. Su objetivo es la formación de una comunidad autónoma también en la Zona Autónoma de Kokang.
  • La Arakan Army está compuesta por personas de mayoría étnica rakín, que habitan en el oeste de Myanmar, en el Estado de Arakan, que limita con el Golfo de Bengala. Como podemos observar, de los tres integrantes de la TBA, éste es el único que no tiene aspiraciones en el Estado de Shan. Sin embargo, la conexión con los dos anteriores se realizó a través de las altas esferas, es decir, a través de los jefes de las organizaciones, que se encuentran en terrenos cercanos a la frontera con China. Los objetivos de este grupo se basarían, por tanto, en jugar un papel auxiliar y no perder los suministros económicos y de armamentos que fluyen a través de la frontera oriental.

Sin embargo, no fue hasta 2023 cuando esta alianza armada supuso un verdadero problema a los intereses de la junta militar en lo que podríamos denominar como una “operación relámpago”. Tal como relata la revista Mohinga Matters, en octubre de 2023 se inició la “Operación 1027”, en la cual estos tres grupos armados lanzaron varios ataques en el norte del Estado de Shan. Esta hazaña provocó que provocó que días después se lanzara la Operación 1107 en el Estado de Kayah y estallaran revueltas en otros Estados, como Sagaing, Chin, Magway o Kayin. En poco menos de un mes esta alianza ha logrado capturar más de 100 posiciones del régimen militar y tomar el control de varias ciudades, incluyendo puntos clave en la frontera con China. La presión a la que se está viendo sometido el régimen militar ha conseguido que, a fecha de enero de 2024, la junta liberara a más de 9.000 presos de distintas instalaciones penitenciarias a lo largo del país10; además, la toma de diversos enclaves fronterizos ha supuesto un descenso de las exportaciones birmanas, lo que ha significado una notable pérdida económica para el régimen militar11.

Así, la lucha contra la junta militar no solo envuelve a estos tres grupos armados, sino que también participan en ella aliados tan importante como la Kachin Independence Army, la Karenni National People’s Liberation Front, la Karenni Nationalities Defence Force, la United Wa State Army o el People’s Defence Army, este último formado como respuesta al golpe de Estado de 2021 y a la violencia de la junta militar. Asimismo, este fenómeno cuenta con el apoyo del Gobierno de Unidad Nacional (NUG por sus siglas en inglés), al cual podríamos denominar como “gobierno en exilio” formado tras el golpe de Estado y que reclama la ilegitimidad democrática de la junta militar.

Por su parte, el Tatmadaw cuenta con una débil base social sobre la que apoyar su lucha contra la resistencia de los grupos étnicos. Llegados a este punto, incluso monjes budistas ultranacionalistas han afirmado que estarían dispuestos a levantarse en armas en apoyo de la junta militar y luchar contra la TBA12. Esta unión entre los monjes budistas y la junta militar no es nueva; desde los comienzos del régimen militar en Myanmar, se dio comienzo a un nacionalismo budista que repercutió positivamente en la construcción de templos y aumento de poder de los monjes, a los cuales se les daba el control de la educación a través del MaBaTha (Organización para la Protección de la Raza y la Religión)13.

A nivel regional, la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) expresó su preocupación por la escalada del conflicto a través de una declaración de los Ministros de Exteriores de sus Estados Miembros de 24 de noviembre de 2023. En esta declaración, se expresaban también las consecuencias que esta situación había tenido sobre la población birmana; entre ellas, el desplazamiento de civiles14. Finalmente, la declaración terminaba con la convicción de que el compromiso de las autoridades birmanas al “Consenso de los Cinco Puntos” era esencial para acabar con esta situación de violencia15; se trata de una hoja de ruta elaborada por la ASEAN con miras a resolver la situación de Myanmar desde el golpe de Estado de 2021, que se basa en los siguientes cinco puntos: i) el cese de la violencia por todas las partes en conflicto; ii) establecer un diálogo constructivo entre todas las partes; iii) una labor de mediación realizada por un enviado especial de la ASEAN; iv) el deber de la ASEAN de otorgar asistencia humanitaria; y v) la visita del enviado especial a Myanmar para realizar dicha labor de mediación con todas las partes en conflicto16.

En el plano internacional, no ha habido sucesos significativos, más allá de las declaraciones conjuntas de varios países17 para intervenir en el procedimiento de la Corte Internacional de Justicia en el caso Gambia c. Myanmar. Sin embargo, no puede concluirse que este suceso tenga correlación directa con la escalada de tensión iniciada el 27 de octubre de 2023. Esta escalada en el conflicto se ha visto eclipsada por los medios de comunicación por los últimos acontecimientos de la guerra israelí-palestina. La única respuesta exterior a la escalada del conflicto vino por parte de Tailandia; su Primer Ministro, Srettha Thavisin, aseguró que Tailandia debía tomar una posición central en la mediación del conflicto birmano, al tiempo que protege su frontera del tráfico de drogas y presta ayuda humanitaria a los desplazados18.

¿Estafas online? ¿China?

El enfrentamiento entre la junta militar y los grupos rebeldes armados amenaza la estabilidad de la frontera brimano-china; ciudades como Chinshwehaw o Kunlong, cerca de la frontera con China, han sido reclamadas por las fuerzas de estos grupos armados, exponiendo imágenes en la red en la que aparecen soldados con la bandera de la Myanmar National Democratic Alliance Army frente al puente colgante de Kunlong sobre el río Salween19.

Esta escalada del conflicto ha llevado a que la Embajada de China en Myanmar haya hecho un llamamiento de evacuación a sus nacionales que se hallasen en la zona del distrito de Laukkai, en la región autoadministrada de Kokang20. En este sentido, parece que la ciudad de Laukkai es un objetivo clave para las fuerzas rebeldes, puesto que se trata de la capital de Kokang, y es conocida por ser una “ciudad casino” (gambling city). De hecho, en enero de 2024 las fuerzas militares rebeldes han asegurado hacerse con el control de esta localización21 que, desde la entrada en vigor de la Gambling law 201922, ha servido como refugio y sede para la realización de operaciones de estafa online masivas23 cuyos efectos han traspasado las fronteras birmanas hacia China y el resto del Sudeste asiático.

Esta inestabilidad en las fronteras birmano-chinas en el Estado de Shan ya fue objeto de preocupación por parte del régimen chino, que trató de auspiciar las negociaciones entre el régimen militar birmano y los grupos rebeldes armados. Según la plataforma IISS Myanmar Conflict Map, parece improbable que la Operación 1027 haya podido llevarse a cabo sin la aprobación de China, ya que esta alianza de grupos rebeldes depende del armamento y apoyo proveniente del gigante asiático24. Pero, ¿por qué haría China algo así? ¿Por qué pondría en peligro la estabilidad fronteriza e, incluso, la vida de sus propios nacionales? La respuesta podríamos encontrarla en que Pekín deseare desmantelar la red de centros de ciberestafas situados a lo largo de la región de Kokang y, especialmente, en la ciudad de Laukkai. Así parecía afirmarlo el medio estadounidense CNN bajo este titular: How online scam warlords have made China start to lose patience with Myanmar’s junta25; en este sentido, parece que Pekín habría perdido la paciencia con la junta militar ante su inacción para luchar contra esta red de ciberdelincuencia que perjudica gravemente los intereses chinos. Según afirma la BBC, más de 10.000 ciudadanos extranjeros, muchos de ellos de nacionalidad china, fueron llevados a estos centros de ciberestafa, siendo encarcelados y obligados a trabajar26.

Esta explicación podría dar sentido a que la TBA, en su comunicado de 27 de octubre de 2023 (fecha de inicio de los ataques), declarara que uno de sus objetivos, junto con el derrocamiento de la junta militar, fuera la erradicación del fraude en el juego online y las empresas y otros grupos de milicias que operan estas actividades27. Sin embargo, en el plano formal el gobierno de Pekín sigue apoyando a la junta militar birmana, lo que se puede apreciar gracias a diversas visitas y reuniones que altos mandos de ambos regímenes han realizado en los últimos años. La última visita tuvo lugar a principios de noviembre de 2023, cuando el Viceministro de Asuntos Exteriores chino, Nong Rong, visitó Myanmar. En esta reunión, las conversaciones diplomáticas abordaron el asunto de la lucha contra la ciberdelincuencia en el territorio fronterizo, la cual debía realizarse de forma conjunta.

He [Nong Rong] called on Myanmar to cooperate with China to maintain stability along the China-Myanmar border (…) China is ready to work with Myanmar to continuously crack down on cross-border crimes such as online gambling and telecom fraud.

Myanmar will continue to carry out joint law enforcement operations against online gambling and telecom fraud with neighboring countries including China, in a bid to create a favorable environment for regional development28.

A este respecto, no debemos olvidar los intereses de China en Myanmar en el marco de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative): este país supone una salida para China hacia el Índico; gracias a un acuerdo del consorcio chino CITIC Group con la junta militar, China tendrá acceso a las aguas índicas desde el puerto de Kyaukphyu, en el Estado de Arakan; además, desde el norte de Shan hasta Arakan dos redes de oleoducto y gaseoducto recorren el país, conectando el Índico con la provincia china de Yunnan29.

Así, de ser cierta la teoría de que China financia y apoya a los grupos armados rebeldes para que erradiquen los centros de ciberestafa en la región fronteriza, podríamos hablar de un juego a dos bandas por parte del gobierno de Xi Jinping. Esto trae una seria incógnita a la revolución iniciada en octubre de 2023 en relación a la financiación china de estos grupos rebeldes. Si bien el principal objetivo de estos grupos en el norte de Shan es capturar la ciudad de Laukkai y poner fin a estos centros de ciberestafa, cabe preguntarse qué sucederá ahora que han tomado la ciudad. Qué pasará con la financiación que China otorga a estos grupos rebeldes, y cómo afectará esto a la insurgencia que están llevando a cabo. Tal vez sean estas las razones de la asombrosa velocidad con la que la insurgencia se está desarrollando; la “guerra relámpago” se convierte, así, en una necesidad más que una estrategia.

No obstante, estos grupos rebeldes cuentan con un elemento a su favor: el control del norte del Estado de Shan; entrada de China hacia Myanmar y punto clave del Corredor Económico China-Myanmar. Por tanto, las relaciones bilaterales de China con la TBA se basarán en dos elementos puestos en balanza: por un lado, favoreciendo China estaría tanto la estabilidad de la iniciativa del Corredor Económico, como el cese de las actividades de ciberestafa a lo largo de la frontera; por otro lado, favoreciendo a los grupos rebeldes insurgentes, estaría la financiación que éstos reciben del régimen chino. Ambos bloques de factores son, hoy en día, los que guían las relaciones de China con la TBA.

Por último, no debemos olvidar el tema de las migraciones masivas. Como ya se mencionó en la introducción, en 2015 sucedieron olas de migraciones masivas de etnias como la kokang o la kachín hacia China, provocando incluso que el régimen militar birmano bombardeara territorio chino y dejara a su paso fallecidos de este país30. El control de la situación en Shan, dentro de unos determinados límites, es el objetivo de China para evitar una nueva ola masiva de refugiados birmanos. Así, aunque en el plano formal se niegue cualquier vinculación con los grupos étnicos armados birmanos, China seguirá proveyendo de asistencia económica y de armamento a estas organizaciones, en su empeño por mantener el statu quo de la región. Si bien una paz permanente en Shan sería lo idóneo para China, la propia idiosincrasia de este territorio y la experiencia histórica ha demostrado que se trata más bien de un sueño utópico más que de una meta alcanzable, al menos en la actualidad. La actuación de China como mediador en el conflicto, como ya ocurrió en 201531, se ha hecho cada vez más visible a medida que ha aumentado la intensidad de los ataques y la frontera birmano-china se ha convertido en un territorio cada vez más hostil, con peligro para los propios nacionales chinos. En este sentido, en enero de 2024 el gobierno de Xi Jinping ha promovido un alto al fuego entre ambos bandos en conflicto32, que ha resultado en su aceptación y el compromiso de ambos actores de no causar daños a los civiles que habitan a lo largo de la frontera norte entre China y Myanmar33.

Conclusiones y expectativas

Tras Laukkai, el objetivo más importante para los insurgentes es, sin duda, la capital birmana, Naypyidaw. Aunque no debería descartarse enfrentamientos en Rangún, otra de las ciudades más importantes del país, la situación geográfica de ambas ciudades hace que Naypyidaw se convierta en el objetivo más claro a día de hoy. Sin embargo, para que la lucha insurgente pueda dar resultados positivos, se necesitará un alto grado de coordinación entre los grupos rebeldes de todo el país, no solo aquellos que integran la TBA. No obstante, esto no es una tarea sencilla, pues no todos los grupos han tenido el mismo tiempo para planear y reclutar que los integrantes de la TBA, fundada en 2019. Pese a este obstáculo, los grupos armados rebeldes han aprovechado su situación para formar su propia narrativa de guerra, fundamentalmente a través de comunicaciones, imágenes y vídeos transmitidos a través de internet y las redes sociales. En estos vídeos e imágenes pueden observarse tanto las atribuidas masacres cometidas por el régimen militar, como las rendiciones de los soldados del régimen a menos de los grupos rebeldes.

A diferencia de muchos medios de comunicación, que a día de hoy y solo tras dos meses de insurgencia califican este acontecimiento como el principio del fin de la junta militar en Myanmar, el futuro de tales operaciones es todavía incierto. Si bien los grupos rebeldes han conseguido importantes victorias y avances importantes, todavía queda un amplio margen para que se pueda hablar del fin de la guerra civil. En el caso de que estos grupos rebeldes lograsen derrocar a la junta militar, nada garantiza el fin de la guerra civil en Myanmar. No todos los grupos étnicos armados tienen los mismos objetivos ni siquiera a largo plazo. Otras regiones han estado históricamente acostumbradas a vivir al margen del régimen del momento; en especial, el Estado de Shan, donde el fin del comercio de opio abrió las puertas al negocio de las estafas online.

Una advertencia que debe quedar clara, en este sentido, es la distinción entre los objetivos territoriales y los objetivos políticos de los grupos étnicos armados. Pese a que a todos les une un mismo objetivo político común, que es el derrocamiento de la junta militar, no todos tienen los mismos intereses territoriales. Cabe preguntarse, en este sentido, qué sucederá ahora que los grupos étnicos armados del norte de Shan han logrado hacerse prácticamente con el control de la región de Kokang. ¿Continuarán apoyando a los demás grupos armados, o se distanciarán de aquel objetivo político común? Asimismo, tal como advierte Yun Sun, del think tank sobre seguridad internacional Stimson Center, estos grupos de la región de Kokang no son famosos por llevar a cabo tomas de decisiones “democráticas”34, haciendo entrever que existe un riesgo para la población de estos territorios al no garantizarse una mejora de su situación una vez estos grupos se hayan hecho con el control efectivo de la región.

Por último, no debemos olvidar que se trata de un país que, desde su independencia, ha vivido prácticamente siempre bajo un régimen militar, que es étnicamente variado, con un nivel de vida muy bajo y cuya libertad económica es prácticamente inexistente35. Sin embargo, se trata de un régimen militar con el cual China ha tenido históricamente buenas relaciones y que han posibilitado el establecimiento de importantes lazos diplomáticos y económicos. En este sentido, debemos plantear otra pregunta al respecto: ¿qué interés tiene China en ver a la junta militar derrocada? Estos factores, resumidos en un caótico entramado de intereses, hacen del fin de la guerra civil birmana un auténtico rompecabezas.

Guillermo Moya Barba

Doctorando en Derecho en Universidad Rey Juan Carlos

Referencias:

1 MOYA BARBA, Guillermo. (2023). El narcotráfico de metanfetamina en el sudeste asiático. Revista Del Instituto Español De Estudios Estratégicos, (20), 155–184 / 387. Disponible en https://revista.ieee.es/article/view/4674

2 CHAROENWONG, K. (2004). The Evacuation of the Nationalist Chinese (Kuomintang/KMT) Troops in Northern Thailand from the 1950s to Today. Asian Cultural Studies

3 H. TAYLOR, R. (1979). Burma’s National Unity Problem and the 1974 Constitution. Contemporary Southeast Asia, 1(3) 232–248. Disponible en http://www.jstor.org/stable/25797574

4 MOYA BARBA, Guillermo (2023), op. cit.

5 MYINT KYU, Myint (2018). Gambling as development: a case study of Myanmar’s Kokang Self- administered Zone. Understanding Myanmar’s Development, Research Report No. 7, p. 32.

6 Song, Lili (2020). Arrojar luz sobre la DCR en China. Revista Migraciones Forzadas, RMF 65, P. 11.

7 Almoguera, Paloma (2015). Refugiados kokang en China precisan de techo y comida ante época de monzones. La Vanguardia. Disponible en https://www.lavanguardia.com/politica/20150321/54428332113/refugiados-kokang-en-china-precisan-de- techo-y-comida-ante-epoca-de-monzones.html

8 Mohinga Matters, November 1, Vol 3. Issue 10.

9 Hosey, Richard (2023). Una nueva escalada del conflicto armado en Myanmar. Esglobal. Disponible en https://www.esglobal.org/una-nueva-escalada-del-conflicto-armado-en-myanmar/

10 Al Jazeera (2024). Myanmar generals pardon more than 9,000 prisoners. Disponible en https://www.aljazeera.com/news/2024/1/4/myanmar-military-government-pardons-more-than-9000- prisoners

11 The Irrawady (2024). Myanmar Border Trade Falls $100 Million in April-December Amid Clashes. Disponible en https://www.irrawaddy.com/news/burma/myanmar-border-trade-falls-100-million-in-april- december-amid-clashes.html

12 Myanmar Now (2024). Ultranationalist monks declare readiness to take up arms in support of Myanmar junta. Disponible en https://myanmar-now.org/en/news/ultranationalist-monks-declare-readiness-to-take- up-arms-in-support-of-myanmar-junta/

13 MOYA BARBA, Guillermo (2022). La Crisis de los Rohingya: El genocidio invisible. Revista Historia Autónoma, Vol. 21 (2022), p. 131.

14 Concretamente, Naciones Unidas cifra la cantidad de desplazados desde la intensificación del conflicto en 660.000, junto con más de 300 civiles muertos y más de 500 que han resultado heridos. Disponible en https://www.unocha.org/publications/report/myanmar/myanmar-intensification-clashes-flash-update-10- 15-december-2023-enmy

15 ASEAN (2023). ASEAN Foreign Ministers’ Statement on The Escalation of Conflict in The Northern Shan State, Myanmar. Disponible en https://asean.org/asean-foreign-ministers-statement-on-the-escalation-of- conflict-in-the-northern-shan-state-myanmar/

16 ASEAN (2021). Chairman’s Statement on the ASEAN Leader’s Meeting, 24 April 2021. Disponible en https://asean.org/chairmans-statement-on-the-asean-leaders-meeting-24-april-2021-and-five-point- consensus-2/

17 El 15 de noviembre estos países realizaron una declaración conjunta de intervención: Canadá, Reino Unido, Dinamarca, Francia, Alemania y Países Bajos. Ese mismo día Maldivas presentó su declaración individual de intervención. Disponible en https://www.icj-cij.org/case/178

18 Nikkei Asia (2023). Srettha pushes Thailand for lead role in Myanmar talks. Disponible en https://asia.nikkei.com/Editor-s-Picks/Interview/Srettha-pushes-Thailand-for-lead-role-in-Myanmar-talks

19 La Nación (2023). La junta de Myanmar enfrenta una violenta rebelión armada que amenaza con partir el país. Disponible en https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/la-junta-de-myanmar-enfrenta-una-violenta- rebelion-armada-que-amenaza-con-partir-al-pais-nid13112023/

20 Al Jazeera (2023). China asks citizens to evacuate Myanmar border area over security risks. Disponible en https://www.aljazeera.com/news/2023/12/28/china-asks-citizens-to-evacuate-myanmar-border-area- over-security-risks#:~:text=The%20call%20on%20Thursday%20to,power%20in%20a%202021%20coup.

21 Washington Post (2024). Armed ethnic alliance in northern Myanmar is said to have seized a city that was a key goal. Disponible en https://www.washingtonpost.com/world/2024/01/05/kokang-laukkaing- laukkai-cyberscam-shan-state/18a48090-abbe-11ee-bc8c-7319480da4f9_story.html

22 Esta ley representa un cambio significativo en la legislación de los casinos en Myanmar. Antes de esta ley, las actividades de juego en Myanmar estaban estrictamente prohibidas; por lo cual, las actividades que existían eran organizadas por organizaciones étnicas armadas a lo largo de los Estados de Kachin y Shan. Durante estos años de prohibicionismo surgieron las primeras ciudades a las que se les podría denominar como “mini-Macaos”, especialmente en la región de Kokang. El auge del juego en estos territorios fue, en parte, consecuencia de la legislación que prohibió el cultivo de opio en 2005, una actividad altamente lucrativa en la región oriental de Myanmar. MYINT KYU, Myint (2018), op. cit., p. 32.

23 Myanmar Now (2023). Laukkai’s transformation from gambling city to scam hub. Disponible en https://myanmar-now.org/en/news/laukkais-transformation-from-gambling-city-to-scam-hub/

24 MICHAELS, Morgan (2023). Operation 1027 reshapes Myanmar’s post-coup war. IISS Myanmar Conflict Map. Disponible en https://myanmar.iiss.org/updates/2023-11

25 CNN (2023). How online scam warlords have made China start to lose patience with Myanmar’s junta. Disponible en https://edition.cnn.com/2023/12/19/china/myanmar-conflict-china-scam-centers-analysis- intl-hnk/index.html

26 BBC Bews (2023). The Chinese mafia’s downfall in a lawless casino town. Disponible en https://www.bbc.com/news/world-asia-67471138

27 Traducción del “10.27” Action Statement. Disponible en https://twitter.com/kokang0123/status/1717859771184034207

28 Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of China (2023). Assistant Foreign Minister Nong Rong Visits Myanmar. Disponible en https://www.fmprc.gov.cn/eng/wjb_663304/zygy_663314/gyhd_663338/202311/t20231107_11175074.html

29 MOYA BARBA, Guillermo (2023) El ascenso de China como mediador internacional: construyendo la Nueva Ruta de la Seda. Documento de Opinión IEEE 69/2023

30 The Diplomat (2023). Is ‘Operation 1027’ a Game Changer for Myanmar?. Disponible en https://thediplomat.com/2023/11/is-operation-1027-a-game-changer-for-myanmar/

31 Radio Free Asia (2015). Chinese officials 'interfering' in Myanmar peace talks with ethnic rebels. Disponible en https://www.rfa.org/english/news/myanmar/chinese-officials-interfering-in-myanmar-peace- talks-with-ethnic-rebels-10092015184250.html

32 Financial Times (2024). China brokers ceasefire between Myanmar military and rebel alliance. Disponible en https://www.ft.com/content/b5f830f7-8aec-4862-832c-c68f81fac49f

33 Al Jazeera (2024). Myanmar’s military, ethnic armed groups agree to China-mediated truce. Disponible en https://www.aljazeera.com/news/2024/1/12/myanmars-military-ethnic-armed-groups-agree-to-china- mediated-truce

34 The Diplomat (2023), op. cit.

35 Según el 2023 Index of Economic Freedom, Myanmar ocupa el puesto número 162 de 176 en el ranking de países según su libertad económica, calificándolo como país “represivo”. Disponible en https://www.heritage.org/index/ranking