Nueva Europa
Video análisis de Javier Fernández Arribas
El adiós de los británicos a la Unión Europea plantea una desafío enorme para todos los europeos, no sólo para los dirigentes políticos sino también para los propios ciudadanos que debemos tener claro, frente a mensajes populistas interesados, que en el mundo actual globalizado nuestro presente e inmediato futuro está en más Europa, fortalecida y con más beneficios para sus habitantes. El premier británico David Cameron ha pagado su gran irresponsabilidad con su dimisión dentro de tres meses, un tiempo que se da para evitar más terremotos como el que están sufriendo las bolsas, la Libra y el Euro y la prima de riesgo que se ha disparado.
Lo que ha ocurrido en el Reino Unido es que los padres han votado contra los hijos, aunque habría que sopesar seriamente si un resultado tan ajustado entre la permanencia y la salida del Reino Unido en la UE, un asunto tan delicado y con consecuencias tan graves para todos, pueda ser aceptado. Habría que pensar en una diferencia bastante mayor.
Los mayores británicos han votado con el corazón y el sentimiento de recuperar la soberanía británica y por miedo a la inmigración y la falsa amenaza de pérdida de su puesto de trabajo. Los jóvenes, un 75% entre 18 y 25 años, y un 52% entre 25 y 34 años, han votado por la permanencia conscientes de que su presente e inmediato futuro está en una Unión Europea capaz de interactuar en su beneficio en un mundo globalizado y competitivo. Pero lo peor ha sido la gran división territorial del voto. Londres, Escocia e Irlanda del Norte han votado mayoritariamente por permanecer en Europa frente a las zonas rurales de Inglaterra y Gales.
Otra consecuencia grave es el riesgo de contagio en países europeos como Francia, Holanda y Alemania que celebran elecciones generales el año que viene con un incremento muy preocupante de los populismos de derechas y de izquierdas, como ocurre en España este fin de semana. Además de Italia, Austria o países del Este que ya tienen gobiernos ultraderechistas como Polonia, Hungría y Eslovaquia.
Hay tiempo para negociar las condiciones de salida y la nueva relación del Reino Unido con la Unión Europea, pero lo más urgente es construir con más fortaleza y justicia una NUEVA EUROPA.