Después de 20 años en el poder absoluto, Putin se tambalea

AFP/GAVRIIL GRIGOROV - El presidente ruso Vladimir Putin

La rebelión del sábado de los mercenarios del grupo Wagner, que venían protagonizando algunos de los ataques rusos más crueles en la guerra contra   Ucrania, ha desencadenado una confusión que nadie consigue clarificar. Quizás las primeras conclusiones que cabe extraer de la crisis, de consecuencias imprevisibles, que ha estallado en el Kremlin es que el poder dictatorial de Putin quedó tambaleándose, mientras que la parte positiva es que abre mejores perspectivas para la heroica resistencia ucraniana y previsiones más favorables para unas negociaciones de paz más rápidas y optimistas.

Como es lógico, conociendo la capacidad del régimen ruso para mentir e intoxicar tanto la información propia como la ajena, los pormenores que se han difundido son escasos, dejan muchas lagunas y despiertan abundantes dudas y especulaciones. La versión oficial niega que el avance de las fuerzas de la organización criminal, como la ha calificado la prensa norteamericana. que es Wagner, no sido ni un intento de golpe de Estado ni derrocar o lesionar el poder de Putin. Partiendo de esta tesis cabe deducir que se trató de presionar para conseguir mayores beneficios.

Una de las razones que se manejan es que el Ejército ruso no tiene buenas relaciones con la milicia con la que compartía la guerra ya que los milicianos de Wagner aseguran que los militares en el frente de Bajmut les habían negado munición e incluso matado a 30 milicianos con sus misiles. Todo ello después de ser los encargados por El Kremlin de frenar al avance ucraniano, siendo su mejor aliado en la zona. El siempre bien mandado de Putin Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, fue el mediador que logró que depusieran su protesta.

El líder, o tal vez mejor, propietario de las tropas mercenarias, Yevgeny Prigozhin, amenazado de partida por Putin, se había refugiado en Bielorrusia, lo que no se ha confirmado, aunque todo parece ser cierto. A lo largo del lunes la organización aseguró que seguirá activa tanto desde Bielorrusia como en otros países, como Mali y otros países de África en los que actúa como adalid de las pretensiones rusas de implantarse en el nuevo continente.

La última noticia sobre Prigozhin fue un mensaje por radio, emitido desde un lugar no revelado, de catorce minutos de duración, en el que reiteró que la rebelión no pretendía derrocar a Putin sino protestar por el trato que estaban recibiendo y oponerse a las intenciones del Kremlin de integrarles el primero de julio en el Ejército. También anticipó que seguirían luchando desde Bielorrusia. Acusó al Ejército ruso y afirmó que, en el avance de sus fuerzas, que llegaron a trescientos kilómetros de Moscú, habían evitado en todo momento el derramamiento de sangre.