Kenia, aliado de Estados Unidos en África

La iniciativa parece que tiene su centro de partida en Kenia, un país políticamente estable, sin conflictos abiertos más allá del terrorismo yihadista que emana de la vecina Somalia. 

El turismo supone una inyección para su economía que está entre las más altas del continente africano. Los defensores del medio ambiente lo consideran el país que mejor está consiguiendo preservar la naturaleza y especialmente los parques nacionales en los que sobreviven algunas especies al borde de su extinción. 

El presidente, William Ruto, elegido por una mayoría clara hace dos años, después de haber ejercido la vicepresidencia, visitó Washington para negociar con el Departamento de Estado el envío de un contingente de tropas para compartir con las enviadas por Nigeria en la recuperación de la paz y el Estado desmoronado de Haití, un verdadero caos tras el asesinato por las milicias terroristas del presidente Jovenel Moise, en julio hará tres años.

Ruto, acompañado de su esposa, fue recibido con honores oficiales y Joe Biden le ofreció una cena de gala en la Casa Blanca con la asistencia de varios altos cargos de la Administración. El presidente norteamericano elogió en su discurso las ventajas de la cooperación entre los dos países que se incrementará, agradeció a su colega la ayuda que supondrá la presencia de los militares keniatas en la restauración de la normalidad haitiana y agregó que, aunque Kenia no es miembro de la OTAN, desde ahora recibirá el mismo trato que los que integran la Asociación.

Mientras tanto, la situación en Haití continúa agravándose. Recientemente, fueron asesinados tres religiosos. Los pandilleros, que desde ya varios años vienen sembrando el terror en todo el país, lo que incrementa su pobreza, están dando un paso adelante, convirtiéndose en una guerrilla, integrada por centenares de delincuentes que ya cuentan con base, se han dotado de armamento y realizan ejercicios de adiestramiento e incluso han adoptado uniformes militares.