El régimen iraní nunca renunciará a su programa nuclear

Máquinas centrífugas en la instalación de enriquecimiento de uranio de Natanz, en el centro de Irán - PHOTO/Organización de Energía Atómica de Irán vía AP 
Según la red de resistencia iraní en el interior de Irán, Teherán está acelerando en secreto el desarrollo de ojivas nucleares para misiles de combustible sólido con un alcance de más de 3000 km, fabricados en el sitio de misiles de Shahroud, situado en el centro de Irán. 
  1. El régimen iraní: belicismo y caos 
  2. Revuelta, resistencia y la caída inevitable del régimen 
  3. Maryam Radjavi: El derrocamiento del régimen es seguro 

Ocultos bajo el pretexto de un programa de lanzamiento de satélites, dos emplazamientos de misiles están ahora en plena coordinación con la entidad de militarización nuclear del régimen, la Organización de Investigación para la Defensa Avanzada (SPND), especialmente implicada en el diseño de ojivas nucleares para los misiles Ghaem-100 de propulsión sólida, que están equipados con plataformas de lanzamiento móviles. 

Según una nota interna confidencial, el régimen busca ganar tiempo negociando con los países europeos e incluso indirectamente con Estados Unidos, con el fin de mantener el statu quo actual para completar su programa de armamento. En el mismo documento, el régimen expresa su preocupación por el riesgo de que se active el "mecanismo de snapback" (que abre acciones preventivas contra su programa nuclear) en el Consejo de Seguridad de la ONU. Planea prolongar la situación otros seis meses, después de lo cual la cláusula de caducidad de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU la haría obsoleta. 

El régimen iraní: belicismo y caos 

La existencia del régimen iraní se basa en la guerra y el caos. Sería ingenuo creer que este régimen, aunque debilitado, pueda aceptar la paz y la estabilidad en la región. A pesar de los duros golpes infligidos a sus fuerzas por medio de intermediarios y la pérdida de Siria, bastión de su belicismo, este dictador senil no ha renunciado a su apoyo a Hachd al-Chaabi en Irak, a Hezbolá en el Líbano o a los hutíes en Yemen. El líder supremo del régimen, Alí Jamenei, recibió recientemente al jefe del Consejo de Dirección de Hamás en Teherán el 6 de febrero. Su discurso, en contra de lo que afirma el embajador iraní en Francia sobre la naturaleza no militar de su programa nuclear, es pura mentira: mientras tenga los medios, continuará con sus acciones desestabilizadoras. 

Por otra parte, Jamenei ha repetido en numerosas ocasiones: "Los jóvenes sirios liberarán de nuevo su país". Una ilusión, sin duda, pero que revela la voluntad del régimen de sembrar el caos en la región. Necesita un enemigo exterior para justificar su control sobre Irán y perpetuar su dominio mediante la guerra y la represión. 

En el pasado, declaró: "Si no luchamos en Siria, tendremos que luchar en Teherán y en Isfahán". Hoy, tras perder Siria, ha levantado una línea de defensa contra su propio pueblo, con mil ejecuciones en 2024. Represión interna y expansionismo militar: los pilares de la supervivencia del régimen, a los que Jamenei se aferra desesperadamente. 

Revuelta, resistencia y la caída inevitable del régimen 

El régimen de los mulás está rodeado por todas partes: por las unidades de resistencia y los jóvenes insurgentes, por heroicas mujeres que, a pesar de las peores torturas, se niegan a someterse, y por una sociedad en ebullición, al borde de la explosión. También está inmerso en conflictos internos, exacerbados por el colapso de su principal bastión regional, así como en crecientes tensiones externas. 

En la espiral de sus fracasos, las facciones rivales del régimen se han opuesto violentamente a la cuestión de las negociaciones con Estados Unidos. El viceministro de Inteligencia del régimen declaró que las negociaciones eran el veneno más mortal. Añadió: Esto es lo que nos dicen los estadounidenses: "O se retiran o serán derrocados". Ayer, Jamenei tuvo la última palabra y declaró: "La negociación no es sabia, ni inteligente, ni honorable". 

Así pues, para compensar los reveses sufridos, el régimen solo tiene una solución: acelerar su programa nuclear sin la menor reserva. Aunque sus responsables invocan constantemente la fatwa de Jamenei que prohíbe la adquisición de armas nucleares, evitan cuidadosamente explicar por qué enriquecen el uranio por encima del 60 % y construyen plantas de producción subterráneas. 

Maryam Radjavi: El derrocamiento del régimen es seguro 

Maryam Radjavi, la líder del movimiento de resistencia iraní, afirmó en su mensaje televisado en directo a los veinte mil manifestantes reunidos el sábado 8 de febrero en París, en la plaza Denfert-Rochereau: "Con o sin negociaciones, con o sin programa nuclear, el levantamiento y el derrocamiento del régimen por parte del pueblo y el movimiento de resistencia organizado son inevitables"