Argelia y Marruecos se despedazan
El anuncio de la apertura de un Buró de un movimiento independentista rifeño en Argel es una pésima noticia para la convivencia en el Magreb y para el futuro político en la región.
Hasta ahora, tanto Marruecos como Argelia se habían limitado a hacer declaraciones utilizando la problemática amazigh como arma arrojadiza: Rabat refiriéndose al MAK (Movimiento por la Autonomía de la Cabilia) de Ferhat Mehenni; y Argel en idéntica postura con el “Hirak Rifeño”, y sus diferentes componentes.
Pero ni los autonomistas/independentistas cabileños de Argelia disponían de oficinas permanentes en Marruecos, ni los independentistas/autonomistas rifeños tenían las propias en Argelia. Argel ha dado un paso desafortunado y peligroso para la convivencia entre los pueblos norteafricanos.
El antecedente y primer error sobre la cuestión lo hizo Marruecos en la cumbre del Movimiento de los No Alineados en Julio de 2021 cuando se refirió al pueblo amazigh de la Cabilia, subrayando que “uno de los pueblos más antiguos de África continúa siendo privado de su derecho a la autodeterminación”. Añadiendo además el apoyo diplomático marroquí a “su derecho a la autonomía y al reconocimiento de su identidad cultural y lingüística”.
Rabat no se contentó con la declaración y la hizo conocer a todas las delegaciones representadas en la ONU en un documento escrito. Un año después el 14 de junio de 2022, Omar Hilale volvió a la carga ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Y en la última Asamblea General de la ONU, en octubre de 2023, el embajador marroquí Hilale arremetió de nuevo contra el vecino argelino recordando que “el pueblo cabileño existía antes de que existiese el Estado argelino”.
El paso dado por las autoridades de Argelia tiene pues sus antecedentes, lo que no justifica en absoluto el mazazo dado a la paz y la concordia de los pueblos del Magreb. Como tampoco lo justifica la posición defendida por el embajador marroquí ante la ONU acerca de la Cabilia y su población.
En Marruecos primero y en Argelia ahora ha caído muy mal este rifirrafe entre ambas capitales.
Trayectoria histórica
Durante los años de la lucha anticolonialista, los cuatro decenios desde los años 20 del siglo pasado hasta las independencias respectivas de los países del Magreb (Túnez y Marruecos en 1956, y Argelia en 1962), en ninguna de las tres naciones se cuestionó la unidad territorial y la soberanía de cada uno de ellos sobre sus territorios. Y ello a pesar de las maniobras y subterfugios de las metrópolis coloniales para provocar divisiones territoriales y fronteras artificiales.
En 1956, el Ejército francés secuestró cinco dirigentes del Frente de Liberación Nacional argelino que viajaban desde Marruecos a Túnez para asistir a una reunión cumbre organizada por el presidente Habib Burguiba. El abogado marroquí Abderrahman Yussufi, junto a otros letrados argelinos y tunecinos, fueron los defensores de los secuestrados, entre ellos el futuro presidente Ahmed Ben Bella y el líder revolucionario Hocine Ait Ahmed, natural de la Cabilia argelina. En 1958, los tres movimientos revolucionarios de liberación de los tres países norteafricanos se reunieron en Tánger para sumar fuerzas y jurar su compromiso de hermandad y solidaridad.
En aquellos años de la década de los 50, el sultán Mohamed V de Marruecos, el presidente Burguiba de Túnez o el rey Idris el Senussi de Libia pusieron a disposición de los revolucionarios argelinos (nadie diferenciaba cabileños, mozabitas, tuaregs, oraneses, capitalinos, setifianos o constantinenses) tierras, talleres y acuartelamientos para el entrenamiento de los Djunuds (los guerrilleros) y la fabricación de armas.
Desde su exilio en Madrid, por motivos internos en el proceso anticolonial en Túnez, Hafid Ibrahim financió los movimientos rebeldes contra las metrópolis en todo el Magreb. Por su casa de Somosaguas desfilaron los principales líderes guerrilleros de Argelia y Marruecos, y nunca se habló de que los habitantes de la Cabilia, del Rif o del Sáhara español, tenían que construir su propio Estado.
Es cierto, sin embargo, que desde la época colonial en el Magreb y en especial después de arrancadas las independencias, Marruecos y Argelia en particular se han visto envueltos en enfrentamientos y choques, algunos armados. La “guerra de fronteras” primero y el conflicto del Sáhara español después son muestra de ello. Pero lo que ocurre ahora es que Marruecos y Argelia se están envolviendo en un proceso de despedazamiento, que, según la opinión de los veteranos revolucionarios magrebíes, solo beneficia a quienes quieren fragilizar le región para seguir explotando sus riquezas.