Rechazo del Parlamento Europeo a la minería submarina en el Ártico

Parlamento Europeo - PHOTO/PIXABAY

El Ártico es sin duda la región más codiciada del planeta por la certeza de la gran cantidad de minerales e hidrocarburos que, parece científicamente probado, alberga su subsuelo. Todos los países que tocan físicamente su perímetro ambicionan su explotación. Rusia ha plantado incluso su bandera en su fondo marino para hacer patente su soberanía sobre gran parte de ese territorio. Pero ha sido Noruega quién a través de una resolución de su Storting (Parlamento), la que ha decidido legislar para avanzar en esa explotación submarina.

  1. Apoyo a la moratoria

Oslo se acaba de encontrar con el rechazo del Parlamento Europeo, cuyo pleno ha votado una resolución contraria a sus pretensiones por 523 votos a favor y 34 en contra. El PE recuerda que Noruega y la Unión Europea mantienen una relación profunda y larga como vecinos y socios, comparten objetivos políticos, y valores fundamentales comunes y forman parte del mercado único a través del Espacio Económico Europeo (EEE), lo que justifica su legitimación para emitir esa resolución de rechazo. 

Tras considerar una abultada cantidad de informes, esta gran mayoría de eurodiputados ha considerado que la decisión de Noruega pone en jaque el delicado ecosistema del Ártico, ya que además de comprometer los 280.000 km2 demarcados para esta actividad destructiva, las nubes de sedimento se podrían desplazar cientos o miles de kilómetros, afectando a toda la columna de agua. 

El hemiciclo europeo no solo no se limita al rechazo de la decisión del Storting, sino que también aprovecha la ocasión para pedir a la Comisión Europea y a los 27 Estados miembros que promuevan una moratoria internacional de la minería submarina, y ello a pocos meses de que se celebre una asamblea clave de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA por sus siglas en inglés), organismo responsable de esta actividad. 

Insiste la resolución en sus considerandos en que los ecosistemas del Ártico revisten una importancia fundamental para la biodiversidad, las poblaciones de peces y la regulación del clima; que estos ecosistemas especialmente vulnerables ya se enfrentan a la presión del cambio climático, que da lugar a la acidificación y al calentamiento de los océanos, lo que probablemente afectará a las pautas migratorias de importantes poblaciones de peces, y que la extracción de minerales en los fondos marinos del Ártico conlleva el riesgo de liberar metano, almacenado desde hace millones de años, en ecosistemas subglaciares y en los suelos de permafrost árticos. En definitiva, que estamos ante un mar profundo que es el bioma más antiguo del planeta que, en consecuencia, alberga la mayor biodiversidad del planeta y presta por ello servicios medioambientales esenciales. 

Apoyo a la moratoria

Organizaciones ecologistas, de la sociedad civil, del sector pesquero y grandes empresas internacionales como Volvo, BMW, Google, Samsung, Phillips, Northvolt o Volkswagen han expresado su apoyo a la moratoria. Algunas de estas numerosas organizaciones, como Ecologistas en Acción, se han apresurado a pedir al Gobierno español que apoye de manera decidida la propuesta de moratoria que varios Estados llevarán a la asamblea de la ISA, que se celebrará en Kingston el próximo verano. 

Demandan liderazgo para impedir que países con interés directo en esta industria, como es el caso de Noruega, fuercen la adopción de un código minero, que allanaría el camino hacia la explotación de vastas zonas de los océanos. Caso de que se saltara la línea roja de la minería submarina, el impacto potencial sería enorme, al incluir la disrupción del mayor sumidero de carbono del planeta, la liberación de gases de efecto invernadero, los efectos tóxicos de las plumas de sedimentos de la cadena trófica y la destrucción irreversible de la biodiversidad marina, en muchos casos hábitats poco explorados y muy sensibles, que acogen comunidades biológicas únicas.