Argelia, 'la suerte está echada'

Pedro Canales

Mediante un comunicado de prensa difundido por la agencia de prensa argelina APS, Abdelaziz Buteflika ha anunciado su decisión de volverse a presentar como candidato a las elecciones presidenciales previstas para abril próximo. El temido por unos y deseado por otros 5º mandato ya no es una hipótesis, sino una realidad. “Buteflika es el único candidato posible” sentenció hace pocas semanas el actual primer ministro Ahmed Uyahia, que hablaba solemnemente en nombre del “sistema”. 

El anuncio oficial este domingo de la candidatura de Buteflika a sucederse a sí mismo tras 20 años en el poder, ha coincidido con una pequeña demostración de fuerza del aparato del ex partido único FLN (Frente de Liberación Nacional), que ha reunido en una sala de Argel a varios miles de fieles. Ha sido una demostración testimonial y calculada, destinada más a advertir a la Administración pública, a los partidos políticos y a las clases medias, que a amedrentar a la población para disuadirla de eventuales protestas. Los partidos convocantes de la manifestación de apoyo a Buteflika, el llamado frente presidencial, pueden perfectamente llenar la capital con un millón de manifestantes, ya que disponen de todos los medios de la Administración, transportes, alojamiento y avituallamiento, para traerlos de todos los rincones del país gastos pagados. Sin embargo, no han querido hacerlo para no crear un precedente que pueda ser utilizado por los partidos de la oposición y los candidatos alternativos al oficial durante la campaña electoral. De hecho, las manifestaciones políticas en la capital están sometidas a un placetoficial al que sólo acceden los incondicionales del Poder. 

La primera reacción al anuncio de la candidatura de Abdelaziz Buteflika, ha sido la de Ali Benflis, presidente del partido Tala el Huriyet y malogrado rival en las elecciones presidenciales de 2014. Benflis ha vuelto a repetir lo que sus seguidores esperaban: “El 5º mandato significa inmovilismo y estancamiento. El país continuará sien do regido por fuerzas extra constitucionales que seguirán usurpando la función y las prerrogativas presidenciales, hablando y actuando en nombre del presidente”. Ali Benflis, que aún no ha anunciado si se presentará o no a los comicios de abril, denuncia a “quienes juegan con la estabilidad y la seguridad del país menospreciando la aspiración legítima al cambio de la aplastante mayoría de los argelinos”.    

El resto de movimientos y grupos de la oposición, se mantiene en silencio; así como los dos precandidatos que ya han anunciado su intención de presentarse a las elecciones: el general retirado Ali Ghediri y el presidente del movimiento islamista MSP, Abderrazak Mokri. 

En su declaración de anuncio de candidatura, Abdelaziz Buteflika que “ya no tiene las mismas fuerzas físicas que antes, lo que nunca he ocultado a nuestro pueblo”, minimizando su estado decrépito y muy deteriorado de salud. De hecho, el “pueblo” nunca ha conocido el parte médico de Buteflika, que no se ha sometido a ningún control independiente, ni siquiera para su cuarto mandato en 2014, tal cual estipula la Constitución. Buteflika banaliza con un “ya no tengo las mismas fuerzas físicas…”, el hecho de que no ha dirigido la palabra a la población desde hace seis años no ha efectuado ningún viaje al extranjero, no se le ha escuchado articular palabra en ninguna reunión del Consejo de ministros que preside dos o tres veces al año. 

La única novedad que contiene el anuncio de candidatura es la promesa de organizar una Conferencia Nacional que reagrupe a “todas las fuerzas políticas, económicas y sociales de la Nación” con el objetivo de trazar una Hoja de ruta de reformas y cambios; una promesa vaga y ambigua ya que no precisa el tipo de reformas, y además se guarda la prerrogativa regaliana de ocuparse “de concretizar las conclusiones de la conferencia”. La promesa de la Conferencia está destinada, según varios analistas, a quitar puntos de apoyo a la oposición y entorpecer la candidatura de Ali Ghediri que pregona su deseo de acabar con el sistema dominante. 

La decisión de reconducir un 5º mandato ha sido tomada por el núcleo duro del sistema de poder argelino, tras sondear la posición que adoptarán hacia la misma las dos principales potencias mundiales que tienen capacidad de influir en el proceso político argelino: Francia y los Estados Unidos. El “polo ruso” sólo sir ve al sistema argelino como contrapeso hacia Paris y Washington. Moscú sigue siendo el principal suministrador de armas de combate al Ejército argelino, pero apenas posee capacidad de influencia en sus decisiones. 

Francia ha terminado por aceptar el escenario del 5º mandato de Buteflika, después de las conversaciones que han tenido lugar en Paris entre el hermano del presidente, Said Buteflika y el general Benali Benali, jefe de la Guardia Presidencial y auténtico “hombre fuerte” del sistema, con el entorno directo del presidente francés Enmanuel Macron.  Hasta ese momento Francia privilegiaba la candidatura del primer ministro, Ahmed Uyahia, según el portal “Maghreb Intelligence”, pero al final se ha decantado por Buteflika, tras constatar que el alto mando del Ejército, con el jefe de Estado Mayor, general Gaid Salah, a la cabeza, no era partidario de Uyahia. La única compensación que el lobby presidencial argelino habría hecho a Paris, según el periódico en red “Mondafrique”, sería la de nombrar un vicepresidente, factible tras el anuncio de la posible modificación de la Constitución que resultaría de la Conferencia Nacional. El principal promotor de la idea es al parecer el embajador francés en Argel, Xavier Driencourt, que lo habría “negociado” con sus interlocutores argelinos en la capital. De hecho, la posible muerte física de Abdelaziz Buteflika durante el ejercicio de su 5º mandato, suscita pánico entre las potencias aliadas del régimen de Argel. La figura de un vicepresidente permitiría conducir un proceso de transición sin demasiados problemas, si es que el núcleo duro del poder consigue ponerse de acuerdo en un nombre para ocupar el puesto.

Lo mismo que ha hecho con Francia, el clan en el poder que ha reconducido a Abdelaziz Buteflika para un nuevo quinquenio presidencial, ha negociado intensamente en estos meses con Estados Unidos. Recientemente el ministro de Exteriores Abdelkader Messahel ha sido recibido por todo lo alto en Washington, y ha mantenido un encuentro con el secretario de Estado Mike Pompeo, ex director de la CIA y posiblemente el mejor conocedor de los entresijos del poder en Argelia. Messahel ha vuelto a poner encima de la mesa jugosos contratos petrolíferos y de armamento, que estaría dispuesto a conceder el régimen argelino a su aliado norteamericano en caso de que den su placetal 5º mandato, según el periódico “Mondafrique”. El lobby pro-argelino en los pasillos de la Casa Blanca cuenta además con el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, cuyo peso en la decisión de Donald Trump de apoyar un quinto mandato, es reconocido. 

Los dos principales decidores del “sector energético” en Argelia, el ministro de Energía, Mustafa Guituni, y el presidente de SONATRACH, Abdelmumen Uld Kadur, asistirán al Foro sobre Energía de Estados Unidos 2019, que tendrá lugar en Texas el 7 de marzo.  SONATRACH ya anunció el 14 de enero la creación de una empresa mixta con el gigante estadounidense EXXON Mobil, para la extracción de gas de esquistos. 

Sin embargo, existe un hueso duro de roer tanto para Macron como para Trump, y es el suministro de armamento y los jugosos contratos en el sector que lanza periódicamente Argel. Hasta el momento, el Ministerio de la Defensa controlado por el general Gaid Salah, ha privilegiado al suministrador ruso; pero poco a poco inicia un acercamiento a Estados Unidos. Ya en 2013, después del ataque terrorista a la base gasífera de Ain Amenas, el Estado Mayor argelino encargó al gigante mundial Lockeed Martin un plan de vigilancia y control aéreo de las fronteras y estructuras petrolíferas argelinas, La Lockeed negocia un contrato de cinco aerostatos de vigilancia ultra sofisticados dotados de radares y cámaras de alta definición, por un valor de 400 millones de dólares. 

Por su parte la empresa Raytheon, especializada en el sector aeroespacial y los sistemas de defensa, ha sido escogida para el suministro de tres aviones de vigilancia tipo Gulfstream 550 por un valor de mil millones de dólares. Otros gigantes del complejo militar industrial norteamericano, como Northrop Grumman y Harris, se han posicionado en el mercado de radares militares, compitiendo directamente con la hasta ahora empresa rusa monopolista Rosoboronexport. 

Lo que realmente inquieta a Paris y Washington es el escenario post-Buteflika. Dado su estado de salud, prácticamente se excluye la posibilidad de que Abdelaziz Buteflika cumpla el 5º mandato. La cuestión sigue pues en pie: ¿cómo evitar el hundimiento del sistema y favorecer una transición pacífica en Argelia?