Histórica cumbre entre la Unión Europea y la Liga Árabe

Alex Erquicia
Pie de foto: El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, inaugura la cumbre entre la Liga Árabe y la Unión Europea, en el balneario del Mar Rojo en Sharm el-Sheikh, Egipto. REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
Casi una cincuentena de jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea y la Liga Árabe han celebrado la primera cumbre bilateral entre ambas organizaciones en la ciudad egipcia de Sharm el Sheikh, en el sur de la península del Sinaí. El histórico encuentro del 24 y 25 de febrero ha servido para lanzar una nueva era de cooperación en diversas áreas y marca la voluntad de ambas partes de buscar estabilidad en un momento de grandes desequilibrios en ambas regiones que representan el 12% de la población global.
Numerosas cuestiones han estado encima de la mesa con los flujos migratorios y la lucha antiterrorista ocupando una gran parte de las negociaciones y de las conversaciones en los pasillos aledaños. Ambos bloques han consensuado una declaración conjunta al final de la histórica cumbre copresidida por Abdel Fatah al Sisi, presidente de Egipto, y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo en la que defienden buscar "mejorar la estabilidad, la prosperidad y el bienestar de las dos regiones y del mundo en general, trabajando en conjunto dentro del orden global multilateral basado en normas". En esa línea se subrayó el compromiso de ambas organizaciones a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (que también constituye una prioridad de la política exterior española).
A la cita han acudido 24 de los 28 presidentes y primeros ministros europeos, entre ellos, la alemana Angela Merkel y la británica Theresa May. Por parte de la Liga Árabe los principales mandatarios que han asistido son el rey Salman bin Abdelaziz de Arabia Saudí, que ha acudido en lugar del príncipe heredero Mohamed bin Salman y otros representantes de los 22 miembros de la Liga Árabe.
España ha estado representada por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, y su presencia viene precedida por la primera visita de Estado de los reyes españoles a Marruecos a mediados de febrero. Borrell dijo a su llegada que "España juega un papel muy importante en la relación entre los europeos y el mundo árabe". Por su parte, el rey de Marruecos, Mohammed VI, durante su discurso en la cumbre, dijo que la reunión sienta "las bases de un diálogo que ocupa un destacado lugar en la agenda de las relaciones con los distintos socios, ya se trate de Estados, de agrupamientos, o de organizaciones regionales y continentales", dijo.
Photo: Los participantes en la cumbre. Oliver Weiken/dpa
En el comunicado final, una declaración conjunta de las dos entidades, subrayaron su posición común sobre el proceso de paz en Oriente Medio, “reafirmamos nuestras posiciones comunes sobre el proceso de paz en el Oriente Medio, incluyendo las referentes al estatus de Jerusalén y los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados, en virtud del derecho internacional”, dice el comunicado. Pese a ello ninguno de los bloques, ni los países representados, se comprometieron a hechos o aportaciones específicas. Dicha inacción es especialmente relevante dado que se podría esperar alguna respuesta al anuncio en agosto del año pasado por parte de Estados Unidos de cortar la asistencia económica a la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos) de la que era su principal contribuyente (en el 2017 UNRWA recibió más de 365 millones de dólares por parte de EEUU).
Quizás por la localización del evento, una ciudad costera y de resorts, o como muestra de la tensión existente dentro del seno de la UE, la cumbre ha tenido momentos poco habituales en paralelo como es la partida de billar entre el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y su homóloga británica, Theresa May. Por su parte el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha protagonizado otro momento muy comentado den redes sociales cuando ha sido preguntado por si no se sentía mal reuniéndose con tantos dictadores a lo que ha respondido, "Sí. Pero si sólo hablara con demócratas impecables, mi semana se acabaría los martes".
La necesidad de cooperación entre ambas organizaciones, y regiones, y los objetivos compartidos son el telón de fondo de las incipientes relaciones entre ambas organizaciones que se reforzaron con la firma de un memorando de entendimiento en 2015. Siria, país suspendido de la Liga Árabe desde 2011 por el estallido de la guerra civil, no tuvo representación en la cumbre, aunque los países de la región estén estudiando readmitir al país al bloque. La UE pide a la Liga Árabe no normalizar relaciones con el régimen sirio hasta que haya solución negociada. La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, que estuvo en Sharm el Sheikh, ha avisado a los socios de la Liga Árabe que no cabe normalizar las relaciones con el régimen de Bashar al Assad hasta que haya "una solución negociada" a la crisis siria.
Foto de la primera sesión plenaria de la cumbre de la Unión Europea y la Liga de los Estados Árabes en el centro de convenciones de Sharm El Sheikh.Egipto. Photo: -/SPA/dpa
Este encuentro que busca fortalecer los lazos árabe-europeos se celebra poco después de la histórica visita del Papa a los Emiratos Árabes Unidos que se integra a la narrativa de búsqueda de espacios comunes. Uno de los puntos del comunicado subraya la "determinación de combatir la intolerancia cultural y religiosa, el extremismo, los estereotipos negativos, la estigmatización y la discriminación que llevan a la incitación a la violencia contra personas por motivos de religión o creencia y condenamos cualquier defensa del odio religioso contra personas que constituya incitación, hostilidad o violencia, incluida en internet y en las redes sociales".
La próxima cumbre entre la UE y la Liga Árabe tendrá lugar en Bruselas en 2022. Para entonces solo cabe esperar que los temas que han estado presentes de manera menos explícita, como el Brexit, la crisis del Golfo y, sobre todo, las guerras regionales (en especial Yemen, Siria y Libia), no limiten la capacidad de acción e influencia que tienen de dos organizaciones con una gran influencia política en las dos regiones vecinas.