La ONU describe un caos apocalíptico tras más de 1.000 días de guerra en Yemen

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Pie de foto: El 75% de la población de Yemen necesita asistencia humanitaria, incluidos 11,3 millones de niños, que además son reclutados para matar.

Apocalíptico, inhumano, demencial... son los términos que definen la situación en Yemen mientras el mundo mira para otro lado. Tres de las principales agencias humanitarias de la ONU han conmemorado los 1.000 días de conflicto armado en Yemen con una declaración conjunta en la que describen un paisaje absolutamente catastrófico en lo que es "la peor crisis humanitaria del mundo". Un dato sirve para reflejar la tragedia: un niño muere en Yemen cada diez minutos. 

"Más de 1.000 días de familias expulsadas de sus casas por la violencia brutal. 1.000 días sin suficientes alimentos para comer y agua segura para beber. 1.000 días de hospitales bombardeados y escuelas dañadas. 1.000 días de niños reclutados para pelear. 1.000 días de enfermedad y muerte ... de sufrimiento humano inimaginable", lamentan en una nota el organismo.

"El conflicto en Yemen ha creado la peor crisis humanitaria en el mundo, una crisis que ha envuelto a un país donde alrededor del 75% de la población del Yemen necesita asistencia humanitaria, incluidos 11,3 millones de niños que no pueden sobrevivir sin ella", según las organizaciones.

Al menos el 60% de los yemeníes padecen inseguridad alimentaria y 16 millones de personas no tienen acceso a agua potable y servicios de saneamiento adecuados. Muchos más carecen de acceso a servicios básicos de salud. Menos de la mitad de las instalaciones de salud de Yemen son completamente funcionales y el personal médico ha pasado meses sin recibir sus salarios, lamentan.

Este horrendo recuento de la devastación del conflicto refleja solo lo que se sabe. En realidad, la situación es probable que sea peor, porque los organismos de las Naciones Unidas no tienen pleno acceso humanitario a algunas de las comunidades más afectadas. En muchos, ni siquiera pueden evaluar sus necesidades.

"Pero esto sí lo sabemos: Yemen ha pasado el punto de inflexión en un rápido declive de la crisis a una catástrofe cada vez más profunda", advierte la declaración conjunta firmada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake y el director ejecutivo del PAM, David Beasley.

Hay cierta luz de esperanza. "Hemos visto algunos avances en los últimos días con las primeras importaciones comerciales de combustible permitidas en el puerto de Hodeidah, tras las recientes importaciones comerciales de alimentos", pero "es fundamental que estos suministros se mantengan, ya que las restricciones en las importaciones de combustible han causado que el precio del combustible diesel se duplique".

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Más de dos tercios viven en la pobreza más extrema

Demasiados hospitales carecen de combustible para los generadores que les permiten permanecer abiertos. Las estaciones de bombeo de agua que atienden a más de 3 millones de personas se están quedando rápidamente sin el combustible que necesitan para operar, mientras que el precio del agua comercial transportada en camiones se ha multiplicado por seis. Más de dos tercios de los yemeníes viven en pobreza extrema.

"Seguimos comprometidos a ayudar a la gente de Yemen. Hemos llegado a casi 6 millones de personas con agua limpia, distribuido 3,7 millones de litros de combustible a hospitales públicos, tratado a más de 167.000 niños por desnutrición aguda severa, entregado más de 2.700 toneladas métricas de medicinas y suministros médicos, y vacunado a 4,8 millones de niños contra la polio , y entregado asistencia alimentaria a alrededor de siete millones de personas por mes.

"Hoy en Yemen, cualquier persona enferma con presunto cólera que pueda acceder a los servicios de salud tiene casi un 100 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, el empeoramiento de las condiciones sobre el terreno amenaza con desbordar nuestra capacidad de respuesta".

"Si no podemos obtener un mayor acceso y la violencia no disminuye, el coste en vidas será incalculable. Es por eso que una vez más hacemos un llamamiento a las partes en el conflicto para que de inmediato permitan el pleno acceso humanitario en Yemen y para detener la lucha", añaden los responsables de las agencias. "Las familias de Yemen no deberían tener que soportar otro día de guerra, y mucho menos otros 1.000", concluye la misiva.

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