Presentado en Naciones Unidas ‘Oceanix City’, el proyecto de las ciudades flotantes

Henar Hernández

El proyecto Oceanix City cobra fuerza. Se ha celebrado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York la primera Mesa Redonda sobre Ciudades Flotantes Sostenibles, la cual ha sido orquestada por la subsecretaria general de la ONU, Amina Mohammed,  y ha contado con la presencia de Maimunah Mohd Sharif y Victor Kisob, los directores del Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-Hábitat); Marc Collins Chen, director ejecutivo de Oceanix; el profesor Nicholas Makris del Centro de Ingeniería Oceánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT Center for Ocean Engineering); y Richard Wiese, presidente del Club de Exploradores.

La principal conclusión del encuentro ha sido que “las ciudades flotantes sostenibles pueden ofrecer soluciones a las amenazas del cambio climático que enfrentan las áreas urbanas”. En esta línea, Naciones Unidas alerta de que, antes de 2050, la temperatura en el Ártico subirá 5 grados centígrados, lo que implica deshielo y una consecuente subida del nivel del mar, con consecuencias como la amenaza que se cierne sobre los patrimonios de la humanidad, como es el caso de algunos de los lugares protegidos por la Unesco en el litoral mediterráneo (Venecia, Ferrara, Tiro, Éfeso…), que pueden desaparecer anegados por la acumulación de agua. Asimismo, se estima que para el año 2050, el 90% de las ciudades más grandes del mundo estarán expuestas a dicho riesgo. En este sentido, la NASA ha difundido recientemente un mapa interactivo en el que se puede observar el impacto que tendría la subida del nivel del mar sobre los diferentes continentes.

Por ello, Amina Mohammed, en la mesa redonda, ha proclamado el siguiente mensaje: “Una ciudad próspera tiene una relación simbiótica con su agua. Y a medida que nuestros ecosistemas de clima y agua están cambiando, la forma en que nuestras ciudades se relacionan con el agua también debe cambiar. Por lo tanto, hoy estamos viendo un tipo diferente de ciudad flotante, un tipo diferente de escala. Las ciudades flotantes son un medio para asegurar la resistencia del clima, ya que los edificios pueden elevarse junto con el mar. Y cuando todas las comunidades flotantes se diseñan desde cero, pueden diseñarse como climas neutrales desde el inicio. ¿Por qué no usar el abundante viento y agua para cubrir todas sus necesidades de electricidad? […] Las ciudades flotantes también podrían experimentar formas de cultivar sus alimentos directamente en su puerta, por ejemplo, a través de la hidroponía y la acuicultura sostenible”. 

ONU-Hábitat, que ya se encuentra trabajando en el proyecto de diseño, elaboración y lanzamiento de las ciudades flotantes, cuenta con la colaboración del Centro de Ingeniería Oceánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el Club de Exploradores y la compañía Oceanix, de la cual nace el nombre del proyecto. Los arquitectos están trabajando en un boceto que cuenta con los siguientes detalles:

-       ‘Oceanix City’ es una visión para la primera comunidad flotante resistente y sostenible del mundo para 10.000 habitantes en 75 hectáreas. El diseño está anclado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, canalizando flujos de energía, agua, alimentos y residuos para crear un plan para una metrópolis marítima modular. ‘Oceanix City’ está diseñado para crecer, transformarse y adaptarse orgánicamente a lo largo del tiempo, evolucionando de vecindarios, a pueblos, a ciudades con la posibilidad de incrementar el nivel de las infraestructuras.

-       Los vecindarios modulares de 2 hectáreas crean comunidades prósperas y autosuficientes de hasta 300 residentes con espacio de uso mixto para vivir, trabajar y reunirse durante el día y la noche. Todas las estructuras construidas en el vecindario se mantienen por debajo de 7 pisos para crear un centro de gravedad bajo y resistir el viento. Todos los edificios se abren a los espacios internos de auto-sombra y al ámbito público, brindando confort y costos de enfriamiento más bajos, al tiempo que maximizan el área del techo para la captura de la energía solar. La agricultura comunal es el corazón de cada plataforma, permitiendo a los residentes compartir la cultura y los sistemas de desperdicio cero.

-       Al agrupar seis vecindarios alrededor de un puerto central protegido, las aldeas más grandes de 12 hectáreas pueden alojar hasta 1.650 residentes. Los servicios sociales, recreativas y comerciales se colocan alrededor del anillo interior protegido para alentar a los ciudadanos a reunirse y moverse por el pueblo. Los residentes pueden fácilmente caminar o navegar por la ciudad. Además, seis aldeas pueden conectarse para formar una ciudad de 10.000 residentes con un fuerte sentido de comunidad.

-       Un puerto protegido más grande se forma en el corazón de la ciudad. Destinos y arte flotantes, incluidos seis vecindarios emblemáticos especializados con una plaza pública, un mercado y centros para la espiritualidad, el aprendizaje, la salud, el deporte y la cultura, crean destinos que atraen a residentes de toda la ciudad y anclan cada vecindario con una identidad única.

-       Todas las comunidades, independientemente del tamaño, darán prioridad a los materiales de origen local para la construcción de edificios, incluido el bambú de rápido crecimiento, que tiene seis veces la resistencia a la tracción del acero, una huella de carbono negativa, y se puede cultivar en los vecindarios. Las ciudades flotantes pueden prefabricarse en la costa y remolcarse hasta su sitio final, lo que reduce los costos de construcción. Esto, junto con el bajo costo de arrendamiento de espacio en el océano, crea un modelo de vida asequible. Estos factores significan que las viviendas asequibles se pueden implementar rápidamente en las megaciudades costeras en una necesidad extrema.

En definitiva, los principios sobre los que se asentará las ciudades flotantes propuestas por ‘Oceanix City’ y presentadas en Naciones Unidas son edificios de energía-cero, autonomía del agua dulce, alimentos de origen vegetal, sistema de residuos-cero, movilidad compartida y regeneración del hábitat. Tal y como ha expresado Bjarke Ingels, arquitecto principal del proyecto, “el mar es nuestro destino, pero también puede ser nuestro futuro”.