Siria presente de nuevo en un foro internacional panárabe

Raúl Redondo
Pie de foto: El rey Abdullah II de Jordania (C) recibe a los jefes de los parlamentos árabes que asisten a la 29ª Conferencia de la Unión Interparlamentaria Árabe. Photo: Chris SA©tian/Royal Hashemite Court /dpa.
Siria volvió a tener presencia en una reunión panárabe con su asistencia a la última cumbre de la Unión Interparlamentaria Árabe, celebrada en su 29ª edición en Jordania, tras varios años de ausencia en cualquier foro con naciones árabes desde que estallase la guerra siria en el año 2011. El presidente del Parlamento de Siria, Hamuda Sabag, fue invitado por el país jordano a esta conferencia, en la que también tomaron parte otros quince dirigentes parlamentarios árabes.
El presidente de la Cámara de los Diputados de Jordania, Atef Tarawneh, instó a los países presentes en la cita a impulsar una “solución política” en Siria que permita “restaurar la integridad territorial” del país y su “papel de pilar de la estabilidad de la región”. El propio Tarawneh exigió un esfuerzo para mantener la estabilidad en Siria y perseverar en el avance logrado en la pugna contra el grupo terrorista Daesh y pidió que se “apoyen los esfuerzos para pavimentar el regreso voluntario de los refugiados sirios”.
Tras ocho años de ausencia, Siria volvió a una reunión panárabe después de que fuese expulsada de la Liga Árabe en noviembre de 2011, dentro del marco del estallido de la guerra civil desatada en marzo de ese año. Aunque, hay que remarcar, que la recientemente celebrada Unión Interparlamentaria Árabe es un organismo que aglutina a los jefes de los poderes legislativos o parlamentos de los 22 países árabes y no tiene relación institucional con la denominada Liga Árabe.
Desde esta última cumbre de la Unión Interparlamentaria y también durante los últimos meses se ha solicitado la vuelta de Siria a la Liga Árabe, incluso se ha elevado la presencia diplomática de países árabes en territorio sirio.
La próxima reunión de la Liga Árabe tendrá lugar a finales de marzo en Túnez y todavía no está claro si el régimen de Bashar al Asad será readmitido, una decisión que compete de forma unánime a todos los miembros del organismo supranacional.
Jordania y otros países, interesados en la solución del conflicto sirio.
Jordania, sede de la última Unión Interparlamentaria Árabe, es una de las naciones más interesadas en la normalización de las relaciones con Siriapara que se organice el regreso de los cerca de 600.000 refugiados sirios que se encuentran en territorio jordano. De hecho, durante los años de conflicto armado en suelo sirio, Jordania mantuvo abierta su embajada en Damasco y recientemente ha decidido aumentar su presencia en Siria en materia diplomática y de negocios.
También buscan la normalización diplomática países como Irak, Líbano o Túnez de cara a su reincorporación de pleno a los diversos foros panárabes. Incluso, Emiratos Árabes Unidosreabrió su embajada en Damasco el pasado mes de diciembre, algo representativo al haber sido señalado como supuesto valedor de varios grupos insurrectos salafistas.
Aunque sigue habiendo tensiones y la propia Liga Árabe explicó recientemente que no había ‘quorum’ total para la reincorporación del país de Al Asad. Arabia Saudí, país de fuerte relevancia en el entorno árabe, y Qatar todavía muestran reticencias a restablecer relaciones con Siria, más aún cuando desde Damasco se ha acusado a Riad y Doha de financiar a grupos armados insurgentes suníes de corte yihadista.
La guerra de Siria, provocada por la represión de manifestaciones a favor de la democracia se ha cobrado ya mas de 350.000 vidas y ha dejado millones de desplazados y refugiados. El conflicto se ha enquistado en los últimos años con la incursión del terrorismo islamista y la participación de varios actores en el plano internacional.
Con el apoyo de la Rusia de Vladimir Putin, el régimen sirio de Bashar al Asad encadenó unos dos últimos años de reconquista territorial contra rebeldes yihadistas para hacerse con el control de dos tercios del país. Aunque se especula en este caso con el interés ruso, por una parte, de mostrarse como una potencia internacional al nivel de EEUUy, por otra, de obtener suculentos negocios petrolíferos y energéticos sobre terreno sirio.
Posturas divididas en Europa
La cuestión siria ya fue tocada en la importante cumbre celebrada en febrero pasado en Egipto entre la Liga Árabe y la Unión Europea (UE), en la que no estuvo presente la administración siria, y ahí la UE solicitó a la Liga Árabe que no readmitiese en su seno a Siria mientras no se normalizasen relaciones diplomáticas con el Gobierno de Al Asad hasta que no hubiese una solución negociada al conflicto sirio, una solución bajo el auspicio de la ONU de cara a llevar la paz a territorio sirio y poner fin a la guerra civil suscitada.
Se puede decir que Europa está dividida en tres posiciones respecto al asunto de la reinserción siria en foros internacionales. Por un lado, hay un frente opuesto a la medida con Francia, Gran Bretaña y Alemania a la cabeza, luego están las naciones favorables que incluso han mantenido abiertas embajadas en Damasco como son República Checa, Rumanía y Bulgaria. Y finalmente, habría un grupo de países que están en un plano intermedio como son Italia, España o Grecia. De hecho, hace unos meses, Rusia reunió a Francia y Alemania en Turquía para tratar la cuestión siria y la posible financiación de la reconstrucción tras la guerra, pero no hubo acuerdo.