El VAR ensucia la Liga en el Bernabéu y Xavi muestra su lado más mezquino
La llegada del VAR a España nunca fue un alivio para los árbitros. Desde la noche de los tiempos, la labor de ese colectivo sirve para justificar Ligas ganadas y perdidas, ascensos, descensos y manos negras de villaratos. Luego llegó el caso Negrerira y los pagos del Barça a vicepresidente de los árbitros para terminar de incendiar una situación insostenible.
El Almería llegaba al Bernabéu con mejor fútbol que en las últimas jornadas y la intención de luchar por la permanencia hasta donde le llegue. Los de Ancelotti salieron con la cabeza puesta en la derrota ante el Atlético de Madrid en Copa del Rey y las piernas demasiado cargadas. En el primer minuto ya se había adelantado por medio de Ramazani y en el 43 Edgar González anotó el gol de su vida para poner el 0-2 ante la mirada atónica de Kepa.
Ancelotti se quedó durante en el descanso en el banquillo hablando con Joselu, Brahim y Fran García para explicarles su función en la segunda parte. Rodrygo, Nacho y Mendy fueron los señalados, pero los segundos 56 minutos (que fue lo que duró la segunda parte) tenían a Hernández Maeso como protagonista gracias a Hernández Hernández y su forma de intervenir desde el VAR.
Tres decisiones polémicas, aunque solo la primera deja verdaderas dudas. El problema es que el penalti que transforma Bellingham llega tras una serie de faltas de los atacantes blancos que alteran el rumbo de esa jugada. Rüdiger y Joselu saltan apoyados en los defensas y eso provoca una mano de esas que solo se pitan en este fútbol. El gol de Arribas fue anulado por un manotazo de Lopy a Bellingham. Pero llegó el tanto de Vinicius donde el VAR tuvo demasiado protagonismo. Quién sabe si los bochornosos vídeos de Real Madrid Televisión acabaron influyendo en Hernández Hernández que decidió meter en un buen lío al Hernández Maeso para que revisara una posible mano en el gol del brasileño. Las imágenes no son claras y el árbitro de campo tendría que haber mantenido su decisión, pero la forma de llamarle a filas del VAR le predispuso a dar el tanto como bueno.
Luego llegó Carvajal para marcar el 3-2 y levantar al Bernabéu que se veía entregando la Liga al Girona y con el Barça y el Atlético metidos de nuevo en la pelea por el título. En VAR provocó que el partido se fuese a 111 minutos con la expulsión de Garitano que no pudo reprimir su indignación por las decisiones arbitrales.
El arbitraje en España vive sus horas más bajas. El caso Negreira no ha ayudado a calmar al periodismo de bufanda. El Real Madrid ha decidido revivir su desahuciado canal de televisión a base de poner dianas a los árbitros. El propio CTA no sabe cómo manejar un elemento que tenía que facilitar su labor. Y luego está lo de Xavi Hernández.
El entrenador del Barça dedicó una respuesta de su rueda de prensa tras el partido ante el Betis a bajar a las cloacas del fútbol y sumarse a ese argumentario barato que un día manejó Simeone. De aquel “la Liga está peligrosamente preparada” para que la ganase el Real Madrid a que Xavi escupiese un “¿lo del Bernabéu? Va a ser muy difícil ganar esta Liga”, ensuciando una competición que su equipo no va a ganar por su mala planificación, los problemas económicos del club y una plantilla de remiendos a la que es incapaz de sacar una sola gota de fútbol decente.
Malos tiempos para el fútbol español. Ningún actor dará su brazo a torcer porque ya no conocen otra forma de actuar que la de vilipendiar a los árbitros para justificar sus derrotas o las victorias de los rivales. Desde la RFEF saben que la mancha sobre el colectivo arbitral es enorme y que ya poco pueden hacer para limpiarla que esperar que pase el tiempo. Y, aun así, el Girona sigue imparable a la conquista de la Liga.