Arabia Saudí recurre a la deuda para impulsar sus megaproyectos y reducir el déficit
El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF) prevé adoptar una nueva estrategia para financiar sus proyectos, alineada con la agenda Vision 2030
La economía saudí ha decidido dar un paso más en cuanto a la diversificación de sus fuentes de inversión mediante la atracción de inversores extranjeros, y la emisión de deuda a través de sus empresas filiales para reducir su dependencia de la financiación del Estado.
Para ello, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF) prevé adoptar, en línea con la Saudi Vision 2030, una nueva estrategia por la cual poner solución a los 40.000 millones de dólares de deuda que se han emitido en 2025 y las previsiones de gasto que rondan los 70.000 millones, mientras financia sus proyectos.
Entre las compañías filiales del fondo que pueden ser las elegidas para hacerse cargo de la deuda destacan NEOM y Avis. Del mismo modo, el PIF emitirá por primera vez bonos en euros para atraer a inversores europeos y norteamericanos al mercado saudí.
“El PIF está impulsando a sus empresas hacia los mercados internacionales para recaudar financiación”, Ali Dahloumal, analista de investigación crediticia de Global Research Of America
El precedente del caso de éxito más cercano, con respecto a la emisión de bonos, se dio en enero cuando el PIF obtuvo 4.000 millones de dólares después de que se emitieran bonos sukuk (bonos islámicos sujetos a un activo subyacente) por valor de 1.250 millones de dólares. Estos beneficios se suman a los 14.300 millones que el PIF ha recaudado desde principios de año.
Una economía tan dependiente de los hidrocarburos como la saudí, en la cual el 70 % de las exportaciones y el 40 % del Producto Interior Bruto (PIB) dependen directamente de la industria petrolera, enfrenta retos financieros importantes debido a las subidas y bajadas que tienen los productos derivados del petróleo.
Para que el problema no acarré graves consecuencias el Gobierno necesitaría que el barril de petróleo se sitúe en los 108 dólares, por los 70 actuales. A esto se le suma la caída de la inversión extranjera directa y el déficit presupuestario.
Estas condiciones explican la decisión del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, de establecer acuerdos de inversión con Estados Unidos durante los próximos 4 años por valor de 600.000 millones de dólares. Sin embargo, la reducción de los dividendos de la compañía nacional Aramco podría afectar seriamente a la financiación del fondo, por lo que la situación entraña muchas dificultades.
Como medida, Mohamed bin Salman habría planteado vender parte de la cartera de acciones de Aramco por un valor de 461.000 millones de dólares, lo que supondría la venta de acciones más alta de la historia por parte de cualquier compañía, e introducir a grandes compañías en la bolsa saudí como: NUPCO, Saudi Tabreed y Saudi International Ports.
Durante los últimos años, en especial tras la pandemia, el PIF ha impulsado más de 100 empresas en todos los sectores en los que Arabia Saudí busca inversión extranjera como turismo, inteligencia artificial y energía; y ha invertido en proyectos como Diriyah Holding Company, la cual se encarga de la transformación de una zona histórica con un presupuesto de más de 63.000 millones de dólares.
De todos estos esfuerzos, el Gobierno saudí espera que la compra de bonos conserve la sólida demanda que ha dispuesto durante los últimos 5 años, sin embargo, no todos los proyectos han llamado la atención de los principales inversores. Estos hechos obligaron al PIF a anunciar que se centrarán en los proyectos nacionales para salvaguardar la transformación económica del país, con la Copa del Mundo de 2034 en el horizonte.