Cómo impulsar las energías renovables en África
El objetivo de reemplazar los combustibles fósiles por energías renovables es una de las prioridades en prácticamente todas las agendas internacionales. La búsqueda de fuentes de energías verdes supone un pilar de la evolución que, como se ha recalcado a lo largo de diversas ponencias en el Africa Spain Cooperation Summit, debe tener siempre presentes los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Esta referencia establecida por Naciones Unidas marca el camino que muchos pretenden seguir y que está ganando cada vez más peso en el continente africano.
Así lo han explicado los ponentes que han abordado el asunto energético en la ponencia bajo el nombre de “El sector de las energías renovables y la huella medioambiental”. Una mesa redonda moderada por Jon Marx y compuesta por Rafael Morales-Rodríguez, de la compañía Abengoa, David Garay, Indegate; Tamsir Ndiaye, director general de ANE en Senegal; y Abdou Diop de Mazars. Todos ellos ponían el foco en la importancia de las energías renovables, pero al mismo tiempo en la ayuda que puede suponer el uso de los combustibles fósiles en la búsqueda de esas fuentes de energía verde que tomen el relevo.
A pesar de que “no avanzamos todo lo rápido que nos gustaría”, como aseguraba Rafael Morales-Rodríguez, los resultados están llegando paulatinamente. Se trata de un cambio complejo, una transición en la que es necesaria contar con un gran número de actores que hagan posible un cambio en toda la estructura energética. De ahí que, quizá, en algunas ocasiones, se haya intentado ir más rápido de lo que realmente se puede ir si se quiere avanzar con paso firme y, sobre todo, sin errores. Algo que también viene provocado por la imperiosa necesidad de sustituir unos combustibles fósiles que están muy lejos de garantizar seguridad energética en el futuro cercano.
Sin embargo, uno de los aspectos que invitan al optimismo es, como explicaba David Garay, que “las energías renovables están a la cabeza de las prioridades de cualquier país”. A esto se debe añadir que, según este, África cuenta con un buen punto de partida para apostar por una nueva estructura energética centrada en las energías verdes, mientras que en Europa el cambio es más costoso. El complejo sistema energético que sustenta al Viejo Continente representa un desafío para los europeos, mientras que África está comenzando a construir una infraestructura que puede aprovechar desde el inicio las energías renovables y hacer de su sistema uno más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Abdou Diop centró su intervención en la forma en la que los países utilizan la energía de la que disponen. Marruecos, país en el que desarrolla buena parte de su actividad con la compañía Mazars, “estamos viendo cómo mejorar nuestra huella de carbono”. Afirmaba que aún contamos con los combustibles fósiles como principal fuente de energía, y el desafío es saber cómo los vamos a conseguir reemplazar, y cuándo vamos a dejar de utilizarlos de forma definitiva. Hay que sacar rentabilidad de ellos, no para usarlos sin más, sino aprovecharlos para dar lugar a nuevas herramientas que puedan proporcionar fuentes de energías renovables. De ahí que el propio Diop los considere un medio para lograr fuentes sostenibles.
Algo que compartía Tamsir Ndiaye, que explicaba, basado en su amplia experiencia en Senegal, que su país ha puesto el foco en este tipo de energías. A pesar de la época de inestabilidad que ha atravesado el país senegalés, las energías verdes se han ido convirtiendo progresivamente en un elemento importante de lo que incluso muchos países han querido seguir el ejemplo. Dentro de los diferentes sectores a los que se destina este tipo de energía, el transporte destaca como uno de los más importantes. En este aspecto coincidía Peter Somers, de la compañía Bob Eco con sede en Hong Kong, una empresa especializada en la venta de motocicletas eléctricas en Marruecos y Oriente Medio.
Tanto Somers como Ndiaye compartían esa preocupación por el avance en el campo del transporte, al ser considerado clave en el objetivo de sustituir los combustibles fósiles. Aunque la transición es compleja y requiere tiempo para poder asentarse, lo que está claro es que es inevitable y en África están surgiendo importantes iniciativas que invitan al optimismo y hacen ver que, además de ser una prioridad para el continente, se están empleando esfuerzos de forma efectiva y que más pronto que tarde tendrán un impacto en la sociedad.