Privatización y menos exigencias financieras a los inversores en África

La financiación para el progreso del continente africano es un tema clave, pero es necesario que se produzcan reformas, que se dé una mayor importancia al sector privado, que se flexibilicen las exigencias de los países africanos, que exista estabilidad en los mercados de capitales y que haya más transparencia y una buena gobernanza. Estas fueron algunas de las conclusiones de la sesión sobre inversiones celebrada en la primera Cumbre de Cooperación África-España, que desde el día 6 de julio se celebra en Madrid organizada por One Africa.
Moderado por Dhafer Saidanee, catedrático de Finanzas de SKEMA, Escuela de Negocios (Francia), se celebró un interesante debate en el que se analizaron las oportunidades y los inconvenientes que los inversores encuentran en África y en el que intervinieron Aldo Olcese, director general de FINCORP (España); José Carlos García de Quevedo, presidente del Instituto de Crédito Oficial (España); Felix Edoh Kossi Amenounve, director ejecutivo de BRVM (Costa de Marfil); y Albert Alsina, fundador y consejero delegado de Mediterrania Capital Socios (España).

Aldo Olcese habló de las grandes exigencias financieras que hay que cumplir a la hora de invertir en África, lo que genera que muchos operadores europeos decidan anular sus operaciones ante la imposibilidad de cumplir con tantos requerimientos, de ahí que abogara por una flexibilización de dichas exigencias.
Resaltó también las exigencias de la gestión de riesgo que tienen las empresas y entidades financieras europeas y estadounidenses cuando invierten en el continente africano, “limitaciones que hacen que las inversiones tengan más dificultades para realizarse”.
Olcese habló del largo camino que aún tienen que recorrer muchos países africanos, ya que un mercado financiero tiene que tener un mercado de capital donde invertir, y, en este sentido, es importante la privatización, algo que los estados africanos no hacen, según Olcese, bien porque los gobiernos tendrían menos poder, bien porque podrían acusarles de haberse vendido al extranjero, “hay que buscar un equilibrio, los países europeos lo hemos sabido hacer y es necesario que lo hagan si quieren que lleguen las inversiones”, afirmó el ponente.

El director general de FINCORP añadió que no se puede privatizar si no se liberalizan los mercados, por eso, “es difícil que lleguen los europeos si no hay libre competencia”. También hizo alusión a la poca movilización del ahorro en África, en primer lugar, porque hay muy poco ahorro; en segundo, porque cuando lo hay sale a otros países como Francia o Suiza, “esto tiene que cambiar y es el momento de hacerlo”, aseguró.
A continuación, tomaba la palabra el presidente del Instituto de Crédito Oficial, organismo que gestiona fondos de los Ministerios de Industria y de Asuntos Exteriores, que explicó que trabajan para proporcionar financiación para que sus socios desarrollen proyectos y que en la actualidad tienen alrededor de 600 operaciones en África con unas inversiones en torno a los 1.500 millones de euros, iniciativas relacionadas con las infraestructuras, agricultura, aguas, hospitales, educación… y en numerosos países como Marruecos, Camerún, Senegal, Angola, Costa de Marfil…

García de Quevedo defendió la relación público-privado, la importancia de que las empresas que vayan a invertir tengan ciertas garantías y la necesidad de que los inversores extranjeros trabajen con socios locales. Asimismo, mostró la sensibilidad del ICO en temas como la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático y la cohesión social territorial.
Finalmente, destacó que desde ICO, a la hora de abordar los proyectos, piensan en los mercados y en los beneficios, por lo que tienen en cuenta el capital riesgo; los préstamos para grandes proyectos de infraestructura o inversiones en digitalización de empresas españolas y socios locales; las relaciones con bancos locales y regionales a quienes proporcionan créditos si asumen proyectos de empresas españolas con socios locales; y la sostenibilidad, “debemos fomentar la transformación a modelos más sostenibles”, resaltó.
Felix Edoh Kossi Amenounve centró su intervención en la Bolsa, “última etapa de la financiación”. El ponente resaltó que ningún país se ha desarrollado sin mercados de capital solidos profundos y líquidos, y que África, por tanto, “no puede evitar la creación de una Bolsa y mercado de capitales, porque si no va a llegar poca financiación o va a tardar en llegar”.

El director ejecutivo de BRVM aseguró que lo que necesita el continente africano son capitales a largo plazo para financiar a largo plazo y que ese es el papel de la Bolsa. Actualmente, recordó en África hay 25 Bolsas activas con cerca de 2.000 millones de dólares de capitalización.
Por otro lado, resaltó que la Bolsa tiene dos elementos para financiar el desarrollo: el mercado de la deuda y un mercado de capitales. En este sentido, habló del “enorme” peso de la deuda de las economías en África, pero también de los fondos de inversión de los que se ha podido beneficiar el sector privado e invertir.
Al igual que hicieron otros compañeros del panel, defendió la privatización en África, “los estados deben entender que la privatización no es solo ejercer sus derechos sobre su inversión, sino una forma de permitir que el sector privado mejore sus competencias”, aseguró, una privatización que, dijo, puede estar controlada por el Estado o éste mantener una participación.

Respecto a los países del Mediterráneo, afirmó que tienen un papel fundamental en el desarrollo de África e insistió en la importancia del sector privado y en la importancia de que se ayuden a las pequeñas y medianas empresas para que lleguen a la Bolsa.
Por último, Albert Alsina, tras recordar cómo hace 15 años ICO les dio el dinero para desarrollarse, explicó los distintos proyectos que han llevado a cabo con éxito en Marruecos, desde la Bolsa de Casablanca a inversiones en el sector de la construcción o la puesta en marcha de doce hospitales. “El retorno ha sido fantástico para los inversores”, destacó.

El fundador y consejero delegado de Mediterrania Capital Socios también comentó que estos proyectos se han realizado en conjunción con el Gobierno marroquí y que a la hora de realizar inversiones no solo se necesita una buena Bolsa, sino también empresas asesoras buenas, un buen regulador, un ecosistema fuerte y liquidez.
Otra de las conclusiones que surgieron en este papel y que destacó el moderador, es que las relaciones con “África están cambiando y representan una cultura nueva, no de compasión, sino de negocios”, en las que se busca, dijo Dhafer Saidanee, que todo el mundo gane dinero.