China impulsa un nuevo orden monetario global ante la pérdida de confianza en el dólar

China se prepara para afrontar un escenario de feroz competencia cambiaria a medida que el dominio histórico del dólar estadounidense se debilita. La creciente desconfianza global hacia la política económica de Washington, agudizada tras meses de decisiones erráticas del presidente Donald Trump en su segundo mandato, está reconfigurando el tablero monetario mundial.
En este contexto, Pan Gongsheng, gobernador del Banco Popular de China, delineó en el Foro anual de Lujiazui en Shanghái su visión más clara hasta la fecha sobre el futuro del sistema monetario internacional. Según Pan, tras décadas de hegemonía del dólar, el mundo avanza hacia un entorno donde “múltiples monedas soberanas coexistan, compitan y se equilibren entre sí”.
Pan enfatizó que la dependencia excesiva de una única moneda es un tema de debate global, y destacó que el yuan ha ganado peso internacional en los últimos años. Esta estrategia forma parte de la ambición del presidente Xi Jinping de posicionar a China como una potencia financiera global, respaldada por una moneda estable que amplíe su protagonismo en el comercio internacional, especialmente en un momento de tensiones crecientes con Estados Unidos.
Los recientes aranceles impulsados por Trump han motivado a varias empresas estadounidenses a buscar alternativas al dólar. Algunos exportadores, según datos de US Bancorp, han optado por liquidar transacciones directamente en yuanes para sortear la volatilidad cambiaria y reducir riesgos derivados de la inestabilidad de la divisa norteamericana.

Mientras tanto, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, instó a Europa a aprovechar esta coyuntura para reforzar la posición global del euro. La pérdida de confianza en Washington está ofreciendo una oportunidad única para que otras monedas ganen terreno en los pagos transfronterizos.
Pan Gongsheng subrayó que un sistema monetario global más competitivo y multipolar podría fortalecer la resiliencia financiera internacional y fomentar una mayor disciplina en la gestión económica de los países.

Entre las alternativas para reducir el predominio del dólar, mencionó la posibilidad de impulsar una moneda global neutral, como los Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos por el Fondo Monetario Internacional. No obstante, admitió que actualmente no existe consenso sobre su promoción como moneda internacional de uso regular, pues su utilización sigue siendo limitada y principalmente en situaciones de crisis.
“La situación en la que una moneda soberana única domina los pagos transfronterizos está cambiando gradualmente”, afirmó Pan, dejando claro que China está decidida a desempeñar un papel protagonista en este nuevo equilibrio monetario mundial.