Putin aceptará reunirse con Zelensky en la fase final de las negociaciones

La periodista y corresponsal María Senovilla habló en los micrófonos del programa “De cara al mundo” en Onda Madrid sobre la disposición de Vladimir Putin a reunirse con Zelensky
<p>El presidente ruso, Vladimir Putin - REUTERS/ MAXIM SHEMETOV</p>
El presidente ruso, Vladimir Putin - REUTERS/ MAXIM SHEMETOV

La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid la posibilidad de Vladimir Putin a reunirse con el presidente ucraniano, pero únicamente en la fase final de conversaciones de paz. Además, consideró la carta de Pedro Sánchez y cómo puede afectar a Ucrania. 

Vladimir Putin afirmó que estaba dispuesto a reunirse con su homólogo ucraniano Zelensky, pero solo durante una fase final de las negociaciones.  

Así es, aseguró que se reuniría con el presidente ucraniano, pero solo en la fase final de estas conversaciones de paz que se están manteniendo en Turquía y en las que hasta la fecha no se han logrado ningún avance, a excepción de esos intercambios de prisioneros de guerra. El presidente ruso aseguraba que, si se sientan en este momento, las conversaciones no acabarían nunca, porque ahora mismo las posturas de ambos países están muy alejadas. 

Putin hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en Moscú y a medida que avanzaba el encuentro con los periodistas, el tono de las declaraciones hacia Ucrania se volvía menos conciliador. Así que el presidente ruso terminó asegurando que las tropas rusas avanzaban en estos momentos a lo largo de toda la línea del frente de combate en Ucrania y advirtió que la única solución era que el país invadido aceptase todas las condiciones que le imponía el país invasor o de lo contrario se enfrentaría a condiciones más duras porque aseguró que Rusia tenía recursos para empeorar la situación en Ucrania. Estas condiciones pasan por el hecho de que Ucrania renuncia a los territorios que Rusia tiene actualmente ocupados, aproximadamente el 20 % del país donde viven los 5 millones de ucranianos. 

También pretende Putin que Ucrania desmantele prácticamente su Ejército, un Ejército que, en estos momentos, recordemos, es el más grande de Europa con más de un millón de personas movilizadas y formadas. Pretende Putin también que renuncie a entrar en la OTAN quedando sin ningún mecanismo de protección internacional en el caso de una nueva invasión rusa y por supuesto que se comprometa a no rearmarse. Así, en el caso de que se produzca una nueva agresión, y la historia nos enseña que hay muchas posibilidades de que esto suceda, Rusia tomaría Kiev en tres días como prometió en febrero de 2022. Esta vez sí, porque si Ucrania está desarmada, sin Ejército y sin ayuda internacional, ¿cómo van a parar un ataque de esta magnitud?  

Edificio alcanzado por un ataque con misiles rusos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Izium, Ucrania, el 4 de febrero de 2025 - REUTERS/ VYACHESLAV MADIYEVSKYY
Edificio alcanzado por un ataque con misiles rusos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Izium, Ucrania, el 4 de febrero de 2025 - REUTERS/ VYACHESLAV MADIYEVSKYY

¿Y la respuesta de Ucrania, María?  

Ucrania ha respondido a este mensaje, a este despropósito que plantea Putin, y el presidente Zelensky ha dicho que Rusia realmente no quiere la paz y que prefiere seguir matando. 

Hay que tener en cuenta que la rueda de prensa de Putin, que tuvo lugar ayer, se producía después de los ataques terribles que Rusia ha lanzado contra Kiev y contra otras ciudades de Ucrania esta semana y que han dejado un reguero de muertos, de heridos y de destrucción, que yo llevaba muchos meses sin ver aquí sobre el terreno. La gran diferencia de los ataques de esta semana con otros es que Putin ha decidido volver a sacar su arsenal de misiles para atacar objetivos civiles.  En los últimos ataques que ha lanzado Rusia ha batido récords de más de 300 drones, de más de 400 por noche contra las ciudades ucranianas. 

La capacidad de destrucción y de causar bajas civiles era mucho menor que la que tiene un misil. Y parece que Putin se ha cansado de que los ucranianos resistan con un estoicismo que no ha flaqueado en estos más de tres años de invasión y ha decidido infringir el máximo daño posible con armas mucho más destructivas. Prueba de ello fue el ataque lanzado este martes contra la capital, un ataque, insisto, con misiles, que se ha cobrado la vida de 28 personas y ha dejado más de 100 heridos, convirtiéndose en el bombardeo más mortífero que ha vivido Kiev en lo que va de año. 

Las imágenes fueron sobrecogedoras. Un edificio de apartamentos de nueve plantas se llevó la peor parte cuando uno de estos misiles impactó de lleno haciendo un boquete en el centro y sepultando a los vecinos que estaban durmiendo en mitad de la noche. Fueron 32 misiles los que lanzó Putin, también 440 de esos drones iraníes que impactaron además en dos oleadas todos contra objetivos civiles. 

Dron iraní Shahed - PHOTO/ARCHIVO
Dron iraní Shahed - PHOTO/ARCHIVO

Y un día después, Putin volvía a sacar los misiles a pasear y bombardeaba la ciudad de Sviatohirsk, en Donetsk, una ciudad casi de peregrinación, conocida por albergar el monasterio de las montañas sagradas del tránsito de María. Yo me desplacé hasta allí y los vecinos me contaron que el ataque se produjo al filo de las tres de la mañana, cuando sintieron ocho tremendos impactos y vieron cómo les caía encima una lluvia de cristales rotos, cómo las puertas y las ventanas quedaban arrancadas a cuajo y salían volando y cómo parte de la estructura de sus edificios se venía abajo. En este caso, en el de Sviatohirsk, Putin empleó misiles F-300, ese sistema de defensa tierra-aire con el que los primeros años de guerra golpeaba sistemáticamente ciudades como Járkov y también Kiev. 

Y todo apunta a que vamos a volver a esa tendencia si la economía rusa lo permite. Porque no hay que olvidar que los misiles son muchísimo más caros que esos drones de fabricación iraní, esos drones Shahed, y no sé hasta qué punto puede ahora mismo permitirse Putin lanzar esas carísimas oleadas de misiles cada noche, porque recordemos, los bombardeos contra ciudades ucranianas se están produciendo cada noche.  

Hay quien habla de posible recesión en Rusia, o sea que tendrá que ver bien cómo el presupuesto le puede estar respaldando todas estas acciones militares. Ya, por último, María, España, protagonista de la sección de noticias de defensa de la prensa internacional por la carta de Pedro Sánchez. Una carta, bueno, sobre todo un contenido, una petición de quedarse fuera de ese incremento del 5 % que puede complicar las decisiones de la OTAN y que Ucrania también se puede ver afectada.  

Así es, el contenido de esa carta saltaba a las portadas de los periódicos internacionales y aquí en Ucrania la gente también se hacía eco. España rechazaba la propuesta por ser, según las palabras de Pedro Sánchez, irracionable y contraproducente aumentar ese gasto de defensa en la OTAN al 5 %. 

Esas fueron las palabras exactas y el presidente español se dirigió por carta a Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, declarando su oposición a aumentar el gasto en defensa más allá del 2 % porque aseguraba que sería negativo para la economía española. Decía esa carta también que esto no mermaba el compromiso de España con la OTAN y que además no era necesario para cumplir con los objetivos y compromisos de nuestro país dentro de la alianza atlántica. Pero, no obstante, estas declaraciones, esta oposición a aumentar el gasto en defensa y a fortalecer, por así decirlo, la posición de defensa de la OTAN frente ahora mismo a países como Rusia, tenía calado aquí en medio de esta guerra en Ucrania. 

Como digo, fue titular en los periódicos internacionales. Además, esta carta se ha enviado a una semana de que la OTAN se reúna en la Haya y este encuentro nos ha dejado otros titulares que también son dignos de analizar porque parece que la cumbre se estaría reestructurando en estos momentos para que sea más corta y evitar así que el presidente estadounidense, Donald Trump, se aburra y abandone la reunión antes de que concluya. Yo no sé qué clase de políticos están dirigiendo el mundo en estos momentos.