La crisis del combustible debilita el control hutí en Yemen
La escasez de suministros podría afectar a la gobernabilidad de los hutíes de Yemen y a su autoridad sobre las regiones que controlan, pero también a potentes sectores económicos como el transporte y el comercio.
Desde que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos tomara la decisión de derogar las licencias que permitían la descarga de petroleros en zonas controladas por la organización terrorista, la crisis y el desabastecimiento se han agudizado hasta el punto de que las colas en las gasolineras y el cierre de muchas de ellas se está expandiendo por todo el país, incluida en la capital.
Estas primeras consecuencias estarían siendo positivas para la economía hutí debido al repunte del mercado negro y la capacidad de la organización para obtener combustible ilegal; pero negativas para la población yemení que observa como el precio del combustible se mantiene inestable y cada vez más inaccesible.
El Gobierno yemení enfrenta serias dificultades para garantizar el suministro energético afectando a la economía local y a la vida cotidiana, especialmente a las facciones hutíes situadas en las regiones norte y oeste del país.
Bloqueos norteamericanos
Se cumplen más de 40 días desde que Estados Unidos intensificas sus ataques contra las posiciones hutíes. Desde entonces, la decisión norteamericana de imponer sanciones severas contra los hutíes ha generado una restricción en la entrada y acceso de estos grupos a sus recursos esenciales, es decir, al petróleo.
Sin embargo, el detonante de la crisis energética de Yemen tiene como responsable a la decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Esta decisión, que entró en vigor el 4 de abril, prohibía la importación de petróleo, la reventa y la exportación de productos refinados, además de cualquier tipo de transacción financiera relacionada con la compraventa de hidrocarburos.
Crisis económica de Yemen
El estallido de la guerra en Oriente Medio entre Israel y Hamás en 2023 y la consecuente unión de las milicias hutíes de Yemen, con apoyo iraní, en el conflicto han sacudido a la economía nacional.
Desde 2024, el Producto Interior Bruto (PIB) no ha dejado de caer, y como consecuencia, en la última década, el poder financiero de la población de Yemen ha decrecido en un 54 %.
Asimismo, tras las sanciones impuestas por Estados Unidos, los ingresos estatales de Yemen se han reducido en un 42 %, según cifras del Banco Mundial. A esto se le suma la depreciación del rial yemení el cual ha pasado de valer 1.619 a 1.917 por dólar, generando que más del 60 % de la población del país sufra de inseguridad alimentaria.
Además, la infraestructura portuaria dañada en diciembre de 2024 por Estados Unidos e Israel ha reducido la capacidad operativa de todos los puertos que operan en el Mar Rojo en un 70 %.