Irak se prepara para reactivar su oleoducto con Turquía
Irak lleva tiempo trabajando para rehabilitar un oleoducto que le permitiría bombear 350.000 barriles por día de petróleo a Turquía a finales de este mes, según reveló un viceministro de petróleo iraquí a Reuters.
No obstante, esta ambiciosa iniciativa podría generar el rechazo de las compañías petroleras extranjeras y del Gobierno Regional del Kurdistán.
Reactivar el oleoducto turco Kirkuk-Ceyhan, que ha estado fuera de funcionamiento durante una década, representaría una ruta competitiva para un oleoducto desde Kurdistán que ha estado parado durante un año debido al estancamiento de las conversaciones entre Bagdad y el gobierno regional sobre la reanudación de las exportaciones.
Bagdad considera ilegales los acuerdos de producción compartida entre los kurdos y las empresas extranjeras, que utilizan el oleoducto del gobierno del Kurdistán.
Por ello, el Gobierno iraquí pedirá a las compañías petroleras que negocien con él la venta de su petróleo a Turquía a través del renovado oleoducto, algo que podría enfurecer a los kurdos, quienes dependen casi por completo de los ingresos del petróleo
Las exportaciones a través del oleoducto de 960 kilómetros se detuvieron en 2014 después de repetidos ataques por parte del Daesh. Entonces, alrededor del 0,5% del suministro mundial se bombeaba a través de él.
“Se están realizando los trabajos de reparación y se ha completado una importante estación de bombeo de crudo con instalaciones de almacenamiento”, señaló Basim Mohammed, viceministro iraquí de petróleo. “Es probable que el oleoducto esté operativo y listo para reiniciar los flujos a finales de este mes”, añadió
Mohammed explicó que reparar las partes dañadas dentro de Irak y completar el establecimiento de una estación de bombeo esencial será “la primera etapa de las operaciones para restaurar el oleoducto a su capacidad total”.
Por su parte, el Ministerio de Petróleo aseguró el mes pasado que “los equipos técnicos y de ingeniería de la compañía pudieron completar los trabajos de mantenimiento y rehabilitación del oleoducto para que se pudiera reanudar el bombeo de productos derivados del petróleo hacia el moderno depósito de petróleo de Kirkuk”.
Ali Abdul Karim Mousavi, director general de Oil Pipelines Company, confirmó anteriormente que la reanudación del trabajo del oleoducto coincide con la operación de la refinería de Al-Shamal y el aumento de la capacidad de refinación de las refinerías de Baiji.
Por otro lado, el oleoducto kurdo se detuvo a finales de marzo de 2023, después de que un tribunal de arbitraje dictaminara que violaba las disposiciones de un tratado de 1973 al facilitar las exportaciones de petróleo de la región semiautónoma kurda sin la aprobación de Bagdad.
Las negociaciones para reiniciarlo fracasaron después de que Turquía, el gobierno regional del Kurdistán y el gobierno federal presentaran demandas contradictorias, recuerda la agencia de noticias.
Dos altos cargos del sector petrolero iraquí y un asesor energético del Gobierno confirmaron a Reuters que Bagdad rechazó una demanda kurda para que el Ejecutivo central pagara una tarifa de tránsito de seis dólares por barril a la empresa petrolera rusa Rosneft, propietaria parcial del oleoducto.
Bahjat Ahmed, asesor de energía de la región del Kurdistán que está familiarizado con las conversaciones, afirmó que “los funcionarios del Ministerio de Petróleo informaron a la delegación negociadora kurda que consideran que el acuerdo entre el Gobierno Regional del Kurdistán y Rosneft es ilegal y viola las leyes iraquíes”.
A pesar de las tensiones entre el Gobierno kurdo y el de Bagdad, las dos partes se necesitan mutuamente. Los partidos kurdos ayudan a los políticos iraquíes a ganar poder y Bagdad, a su vez, contribuye a pagar los salarios de los empleados del gobierno y de los combatientes kurdos.
Las exportaciones del Gobierno Regional del Kurdistán fluyen a través de su oleoducto hasta Fish Khabur en la frontera norte de Irak, desde donde el petróleo ingresa a Turquía y se bombea al puerto de Ceyhan en la costa mediterránea.
“El bombeo experimental de petróleo crudo comenzó a principios de la semana pasada para examinar la parte que pasa dentro del territorio iraquí y mostró fugas en algunas partes”, destacaron fuentes de la empresa estatal North Oil Company a Reuters.
En medio de esta situación, Irak pretende construir oleoductos marítimos a través de una nueva línea con una capacidad de dos millones de barriles y un coste superior a unos 416 millones de dólares con el fin de apoyar las exportaciones de petróleo desde los puertos del sur.
Este proyecto respaldará el fortalecimiento de la infraestructura para exportar crudo y aumentará la capacidad de exportación de los depósitos de petróleo de Al-Faw y del puerto de Basora a 5 millones de barriles por día para fines de 2025.
La industria petrolera desempeña un papel importante en la configuración del futuro de la economía iraquí, tal y como recordó recientemente el ministro de Petróleo, Hayan Abdul-Ghani.
A finales del año pasado, Irak obtuvo ingresos petroleros por valor de más de 97.600 millones de dólares, un 7% más de lo que esperaba el Gobierno.