Tras el éxito de la autopista que une el río Sebou con la cuenca el Bouregreg, el Gobierno alauí planea la unión de la presa de Oued El Makhzen con puerto de El Boughaz Fadil, Tánger
Marruecos contiene la crisis hídrica con un nuevo plan de “autopistas del agua”
La presa de Youssef Ben Tachfin en el Oued El Makhzen, en la provincia de Tiznit, inaugurada en 1972 -PHOTO/MAP
En los últimos tiempos, Marruecos se halla en una lucha contra la sequía, la crisis hídrica y la escasez precipitaciones que, hasta el momento, está logrando contener. La serenidad y claridad con la que Rabat se anticipa a las consecuencias del cambio climático está en el foco de varios Gobiernos, no solo por sus países vecinos, sino por aquellas naciones que prevén pueden sufrir las mismas consecuencias en un corto lapso.
El medio marroquí Rue20 avanzó que las intenciones del Gobierno, en vista del éxito del primer proyecto de la autopista que une el río Sebou con la cuenca el Bouregreg, es la unión de la presa de Oued El Makhzen con puerto de El Boughaz Fadil, Tánger para así poder proveer a una de las ciudades más densamente pobladas del país.
Varios departamentos ministeriales y consejos territoriales han señalado que han iniciado medidas eficaces para hacer frente a la grave escasez de agua potable en la región de Tánger, que el Ministerio de Recursos y Abastecimiento de Agua clasifica como “una de las regiones más afectadas por la grave situación del agua”. El responsable regional explicó que el Ministerio de Agricultura ha emprendido un proyecto urgente para conectar varias cuencas.
Entre las medidas tomadas por el Gobierno están la construcción y activación de platas desaladoras —de las que una parte funciona con energía generada por parques fotovoltaicos—, el desarrollo de sistemas modernos de regadío para disminuir el malgasto de agua, la protección de posibles riadas que deriven en inundaciones y la construcción de un plan hidrográfico nacional para la reubicación de los recursos —agua— por la holografía nacional para abastecer a las principales ciudades del país, en este caso, de Tánger, según informa el medio marroquí.
En el marco de las medidas urgentes para encontrar las soluciones necesarias para gestionar la crisis del país norteafricano por vulnerabilidad hídrica, los responsables regionales señalaron que el Ministerio de Equipamiento y Agua ha acelerado las acciones para completar el proyecto de desalinización del mar.
Nizar Baraka, ministro de Equipamiento y Agua de Marruecos - PHOTO/ATALAYAR/GUILLERMO LÓPEZ
A la par, el Ministerio de Defensa ha fijado un plazo de tres meses para completar los estudios relacionados con su finalización, señalando que el proyecto está situado en una playa adyacente al Bosque Diplomático al suroeste de Tánger incidiendo en que es el único de su tipo, al contrario que lo revelado en informes anteriores, donde se indicaba que los planes del Gobierno era la creación de 3 plantas desaladoras.
Plano del proyecto de unión mediante canales denominados "las autopistas del agua" de los ríos Sebou y Bourgreg - PHOTO/SOMAGECGROUPE
Marruecos ha aumentado recientemente la inversión en proyectos de desalinización mientras lucha por mantener la seguridad hídrica. El país ha asignado 383.000 millones de dirhams (37.600 millones de dólares) durante 30 años para mejorar la infraestructura hídrica doméstica y agrícola como parte de un plan integral 2020-2050.
Los proyectos de desalación también incluyen la instalación de una planta desaladora en la costa atlántica, la construcción de una planta depuradora de aguas residuales en la costa mediterránea y la mejora de la tecnología de desalinización en el norte de Marruecos. Realizar estas inversiones e iniciativas ayudará a mejorar la calidad del agua de nuestro país y proporcionar agua confiable a nuestros ciudadanos. Un testimonio de la eficacia del Gobierno marroquí es que continúa buscando nuevas soluciones a los problemas del agua. Además de la propuesta, uno de los proyectos de Rabat es la reutilización de aguas residuales agrícolas.