Marruecos desbanca a Sudáfrica como el principal productor de vehículos en el continente africano
Marruecos está a punto de convertirse en el mayor productor de vehículos de África, superando a Sudáfrica, que durante mucho tiempo ha sido el líder indiscutible del continente. Este avance significativo se debe a las continuas inversiones en la industria automotriz marroquí, con un enfoque particular en los proyectos de vehículos eléctricos (EV), según un reciente estudio de BMI-Fitch Solutions.
Según informa Le Matin, el estudio proyecta que la producción de vehículos en Marruecos alcanzará aproximadamente 614.000 unidades este año, mientras que en Sudáfrica caerá a 591.000 unidades. Esta tendencia resalta un crecimiento sostenido en la industria automotriz marroquí, impulsado por su proximidad a la Unión Europea (UE), los acuerdos comerciales existentes y una infraestructura logística eficiente. Además, la industria marroquí se beneficia del interés de los fabricantes de equipos originales (OEMs) chinos, que buscan mantener su acceso al mercado europeo.
Por otro lado, Sudáfrica enfrenta desafíos significativos que están frenando su producción. Entre estos se encuentran problemas logísticos, un aumento en las importaciones de vehículos y riesgos políticos. Aunque se espera que la producción de vehículos en Sudáfrica pueda recuperar el liderazgo en 2025, el estudio de Fitch Solutions indica que el país seguirá enfrentando presiones a largo plazo debido a estos problemas, así como a las emisiones y los retos en la transición hacia la electrificación.
El panorama a largo plazo para Marruecos parece más seguro, con una proyección de crecimiento anual promedio del 6,8% en la producción de vehículos hasta 2033, lo que podría llevar la producción anual a 1,09 millones de unidades. Sin embargo, este crecimiento no está exento de riesgos. La industria automotriz de Marruecos es altamente dependiente del mercado de la UE, lo que podría representar una vulnerabilidad. A pesar de esto, Marruecos ha tomado medidas para diversificar sus mercados, incluyendo la expansión del comercio en África a través del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA), así como acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, Reino Unido y en Oriente Medio.
En contraste, Sudáfrica enfrenta un entorno operativo menos favorable, marcado por desafíos relacionados con emisiones, problemas laborales, comerciales y de transporte. Aunque ha habido un renovado optimismo para la industria automotriz sudafricana con el “Gobierno de Unidad Nacional”, la mala gestión portuaria y la creciente competencia de OEMs chinos e indios, tanto a nivel nacional como internacional, plantean serios desafíos a la producción local de vehículos.
Fitch Solutions predice que la producción de vehículos en Sudáfrica crecerá a un ritmo anual promedio de tan solo el 0,9% entre 2024 y 2033, alcanzando un volumen anual de 687.000 unidades. Las barreras para la inversión en Sudáfrica se verán reforzadas por políticas como el Mecanismo de Ajuste de Fronteras de Carbono (CBAM) de la UE, debido a la dependencia del país en el carbón para la energía y su ubicación geográfica, lo que aumenta las emisiones de transporte para las exportaciones a Europa y ralentiza la transición a la electrificación.
Este cambio en el liderazgo de la producción automotriz en África subraya la necesidad de adaptarse a un mercado global en constante evolución, donde factores como la sostenibilidad, la logística y las relaciones comerciales juegan un papel cada vez más crucial.
Por otra parte, el avance de Marruecos como líder en la producción automotriz africana no solo destaca su capacidad para adaptarse y prosperar en un mercado global competitivo, sino que también subraya su potencial para convertirse en un “hub” estratégico para la industria automotriz en la región. Con una combinación de inversión en infraestructura, mano de obra cualificada y un entorno favorable para los negocios, Marruecos está bien posicionado para capitalizar su crecimiento y consolidarse como un pilar clave en la cadena de suministro automotriz global. Este éxito no solo impulsará la economía marroquí, sino que también podría servir como un modelo inspirador para otros países africanos en su camino hacia el desarrollo industrial y económico.