Pablo Miguel Urquijo: “Tánger es el paraíso de las oportunidades de negocio”

Pablo Miguel Urquijo Sierra, propietario del restaurante Mesana, en la Bahía de Tánger, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR
Pablo Miguel Urquijo Sierra, propietario del restaurante Mesana, en la Bahía de Tánger, es el ejemplo perfecto como emprendedor en la zona

Conocedor del país durante más de 40 años, Pablo Miguel Urquijo cuenta a los lectores de Atalayar cómo es la experiencia de invertir y montar un negocio en Marruecos. Entre las claves que aporta, destaca la fiscalidad, la seguridad con respecto a países con una situación económica similar, la cercanía con Europa y, sobre todo, las facilidades que existen para aprovechar oportunidades de negocio. 

Pablo Miguel Urquijo Sierra, propietario del restaurante Mesana, junto a parte de la plantilla en la Bahía de Tánger, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR

¿Cuánto tiempo lleva usted en Tánger con el restaurante Mesana? 

En Tánger, en esta zona, llevo 20 años, pero con el restaurante Mesana, 12 años. Conozco Marruecos desde el año 78, cuando llegué aquí por primera vez, y he viajado mucho por lo que conozco muy bien el país. 

Usted tenía su despacho de abogados en Marbella y una vida acomodada. ¿Qué le atrae de Marruecos, de Tánger, para quedarse? 

Fundamentalmente la buena vida, la comida, el país, la empatía que existe entre los españoles y los marroquíes. A los españoles nos tratan de lujo. Yo tengo 70 años, cualquier cosa que me pase, que necesito, enseguida está la gente dispuesta a echarte una mano. No estoy aquí por el restaurante, porque llevo 20 años, he estado 10 años antes viviendo en Asila. Los restaurantes de Marruecos no están a la altura del producto que hay en el mercado, que es espectacular.  

Trabajadora del restaurante Mesana en la Bahía de Tánger, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR

En Tánger, antes de tener un buen negocio, usted encontró una buena calidad de vida... 

De lujo. Si España es de los países donde mejor se vive del mundo, en Marruecos se vive mejor. No, perdona, no se vive, yo vivo mejor. O sea, mi situación, mi edad, mi conocimiento de la zona… conozco Marruecos desde el año 78 y he viajado por todos los sitios. Desde Argelia hasta Mauritania, conozco el Atlas, las montañas, los desiertos, este país es turismo infinito.  

Para invertir aquí en la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, ¿cómo fue el proceso para que usted abriera el restaurante? El tema burocrático, licencias, proveedores...  

Relativamente fácil debido a mis conocimientos como abogado de negocios. Un país tan seguro físicamente como es Marruecos no existe. Aquí hay una seguridad física y jurídica que no hay en muchos países, por ejemplo, de América como Venezuela. Todo el mundo decía que lo más complicado era el tema de la licencia de alcohol. Entonces, inicié el proceso, una vez que me dieron los permisos para abrir el restaurante y en seis meses tuve la licencia. Me advertían de que me iban a pedir dinero. Nadie lo hizo. 

Trabajadores del restaurante Mesana en la Bahía de Tánger, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR

Háblenos de su cocina, ¿qué ofrece el restaurante Mesana? ¿En qué se diferencia de otros? Aparte de que se está al lado del mar... 

El nivel del producto marroquí es tan alto que no necesita más que respeto. No puedes echar a un pescado bueno, azul o blanco, mayonesa u otras salsas. Los vascos solemos hacer una pequeña salsilla con perejil y un poquito de ajo y aceite local, el de arbequina va muy bien con el pescado porque por su sabor dulce, no tiene la acidez del picual. 

Salón del restaurante Mesana en la Bahía de Tánger, Marruecos - PHOTO/ATALAYAR

En pleno desarrollo y modernización, lo que está pasando con Tánger Med ¿va a ocurrir en Dajla con el nuevo puerto? 

Inmediatamente. Marruecos tiene una posición en África buenísima. La importancia de Marruecos se ha multiplicado, porque es la nación en la que se puede confiar.