“Todo el mundo quiere invertir en África por sus recursos, su juventud y su productividad”

Barcelona acogió la segunda edición de la Africa Spain Business Summit para analizar la relación comercial y económica entre África y España.  

Costa de Marfil ha sido uno de los países con mayor protagonismo en la segunda edición de esta cumbre hispano-africana. Jean-Pascal Boah, alto ejecutivo del Ministerio de Vivienda costamarfileño, fue uno de los representes, en el panel dedicado a las industrias de procesado. 

El año pasado, por estas fechas, tuvimos la oportunidad de tener una entrevista con el ministro Nabagne Koné, en la primera edición de esta cumbre empresarial hispano-africana, que se celebró en Madrid. Ahora estamos en Barcelona para la segunda edición. ¿Qué avances cree que se han logrado este año y qué significa para las relaciones comerciales entre Europa y África consolidar un evento como Africa Spain Business Summit? 

En primer lugar, me gustaría agradecer a One Africa la oportunidad que brinda a los líderes africanos de encontrarse con sus pares españoles y a las empresas africanas de establecer contactos y fortalecer la colaboración con los países del otro lado del Mediterráneo, especialmente España.  

Tras la primera edición, que se celebró en Madrid en 2023, se asumió mucho compromiso. Y hoy, la presencia del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, encabezado por el ministro Nabagne Koné, quien, lamentablemente, no pudo asistir, es la señal de lo que creemos: que el puente entre África y España es un puente que hay que construir. Tenemos una frontera natural, el Mediterráneo, donde, lamentablemente, se están perdiendo muchos de nuestros jóvenes que buscan soluciones. Y este es un mensaje para nuestros Estados, para nuestras organizaciones, para el sector privado: hay que construir un vínculo de desarrollo en lugar de dejar que las oportunidades que hay en diversos lugares de nuestro planeta no sean conocidas, no sean efectivas. En pocas palabras, África hoy es un continente que, durante diez años, ha tenido una tasa de crecimiento bastante regular. Además, a pesar de las crisis sanitarias, de los conflictos que atraviesa el mundo, África sigue siendo productiva. Tiene una juventud que puede aportar mucho al desarrollo, tiene oportunidades en varios sectores, en particular el sector inmobiliario.  

En Costa de Marfil, por ejemplo, es necesario construir 800.000 viviendas en Abiyán, hay una gran inversión que hay que movilizar, y es una oportunidad que se presenta hoy a nuestros socios aquí en España.

Su Gobierno está llevando a cabo un ambicioso plan de construcción de viviendas para responder a las crecientes necesidades de la población marfileña. ¿Cuál es el estado de implementación de este plan? 

Como dije antes, tenemos un déficit de 800.000 viviendas en Abiyán, y un poco más en las grandes ciudades del país. Y el Gobierno, precisamente, a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, ha lanzado un gran programa, que es el programa presidencial de emergencia para vivienda socioeconómica.  

Hace unos días, el primer ministro, Sr. Robert Beugré-Mambé, procedió a poner en marcha 25.000 viviendas en alquiler y en venta. Ésta es una práctica que existía hace años y hoy hemos vuelto a este formato para permitir que las poblaciones desfavorecidas y con bajos ingresos puedan alojarse dignamente. Esto es sólo una parte de un programa que pretende construir 125.000 viviendas. 

¿Qué papel desempeña la inversión extranjera en el sector inmobiliario de la Costa de Marfil? ¿Hay una mayor presencia de empresas constructoras europeas en Costa de Marfil?  

En el momento de implementación de este proyecto hay muchas solicitudes, muchas de ellas por parte de empresas locales. Hemos notado que sus capacidades no son lo suficientemente fuertes como para cubrir todas las necesidades y este sector está abierto a todas las competencias africanas.  

Voy a aprovechar para hacer algo de publicidad: hay grupos como el grupo marroquí Addoha, que interviene con buena capacidad de realización. Hay también constructores japoneses, turcos, ingleses que hoy llaman a nuestra puerta. Creo que hay españoles, pero no son lo suficientemente representativos. Y esta es una oportunidad para invitarles, para llamarles, para que vengan a participar en el mercado cuando sabemos que España es un país donde se domina bien la construcción. 

¿Cree que se han superado algunos de los obstáculos que impedían a los empresarios e inversores europeos apoyar a países como Costa de Marfil?  

Por supuesto: hay mucho que ganar en esta relación. Verán que a nivel de la delegación de Costa de Marfil tenemos a la directora del Centro de Promoción de Inversiones en Costa de Marfil, con la presentación de las oportunidades que ofrece Costa de Marfil en diversos sectores del desarrollo. Y creo que hay material para seducir al público español presente. El sector privado también estuvo representado en el evento porque sabe que tiene oportunidades. Hay un mercado que es realmente importante y tenemos que venir a posicionarnos en él. Es el mismo llamamiento lanzado por todos los participantes de Costa de Marfil en esta cumbre.  

¿Qué retos quedan en los próximos años para que los países europeos apuesten decididamente por mercados africanos como el de Costa de Marfil?  

Hoy en día, los desafíos deben afrontarse en una asociación win-win. África se presenta hoy como un socio del mundo. Ya sea China, Estados Unidos o Europa, todo el mundo quiere invertir en África porque tiene sus recursos, su juventud y su estabilidad en términos de productividad.  

Sin embargo, tenemos que crear una asociación más inteligente, una asociación más innovadora, en la que pongamos al hombre en el centro del desarrollo y en la que proporcionemos soluciones sostenibles. Por otro lado, lo que hay que añadir hoy es que las soluciones hay que co-construirlas. No se trata de importar modelos que pueden haber funcionado en otras partes de África, sino de adaptarse a las realidades africanas y aprovechar al máximo lo que África ofrece a cualquier socio que se acerque a ella.