46 naciones están en la órbita de Estados Unidos y 11 en la de China-Rusia para explorar la Luna

La ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, rubricó la adhesión de Chile a los Acuerdos Artemis, junto al embajador Juan Gabriel Valdés y el administrador de la NASA, Bill Nelson - PHOTO/NASA-Keegan Barber 
Chile se acaba de adherir a la utilización sostenible del cosmos y Senegal es la última vinculada al proyecto de base lunar de Pekín y Moscú 
  1. La singularidad del proyecto ILRS
  2. La Administración Trump toma el relevo de los Acuerdos 

Estados Unidos y el binomio China-Rusia mantienen desde hace más de tres años un singular duelo diplomático para atraer a sus respectivas orbitas de influencia al mayor número posible de naciones de todas las partes del mundo.  

En la competición que se juega en la arena internacional va en cabeza Washington, que acaba de conseguir que el Gobierno de Chile que preside Gabriel Boric sea el país signatario número 46 de los llamados Acuerdos Artemis. Se trata de un conjunto de normas de comportamiento ligadas a las futuras misiones lunares Artemis de la NASA, por el que los que los Estados que se adhieren asumen que llevarán a cabo actividades seguras y sostenibles en el marco de la cooperación y el uso pacífico de la exploración ultraterrestre. 

Senegal es el último país en sumarse al proyecto de la Estación de Investigación Lunar Internacional, suscrito a principios de septiembre por el director de la recién creada Agencia Senegalesa de Estudios Espaciales, Maram Kaire - PHOTO/DSEL 

El planteamiento del tándem Pekín-Moscú es distinto y está más retrasado en ganar adeptos para la causa de levantar una base científica sobre la superficie lunar, que primero sería robótica y más tarde habitada para explorar en profundidad el satélite natural de la Tierra. Con el beneplácito de los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin, el proyecto se llama Estación de Investigación Lunar Internacional ‒ILRS por su acrónimo en inglés‒ y hasta el momento tan sólo se han sumado 11 naciones, además de sus dos patrocinadores, que aspiran a reunir medio centenar de asociados 

El último país en entrar a formar de la propuesta chino-rusa es Senegal. El director de la recién creada Agencia Senegalesa de Estudios Espaciales (ASES), el astrónomo Maram Kaire, suscribió la adhesión a ILRS a principios de septiembre. Fue con ocasión de la visita a China de una delegación oficial de Senegal encabezada por el presidente de la república, Bassirou Diomaye Faye, para asistir al Foro de Cooperación China-África.  

La singularidad del proyecto ILRS

Desde el anuncio de la iniciativa ILRS en junio de 2021, al proyecto estratégico bilateral se han asociado los países más cercanos a las esferas de influencia de Moscú y Pekín. Del lado de Rusia se han comprometido Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán y Serbia, así como también dos naciones sudamericanas de regímenes próximos al Kremlin: Nicaragua y Venezuela. La influencia China se ha dejado sentir sobre Egipto, Sudáfrica, Pakistán y Tailandia, que también se han afiliado. 

El proyecto ILRS lo capitanea el jefe de la agencia espacial china (CNSA), Zhang Kejian, con la implicación directa de la organización rusa equivalente (Roscosmos) y de su director general, Yuri Borisov. Al igual que la propuesta norteamericana, ILRS cuenta con el pleno apoyo de los ministerios de Exteriores de China y de Rusia, que capitanean los veteranos diplomáticos Wang Yi y Sergei Lavrov, respectivamente. 

La ministra de Ciencia y Tecnología de Venezuela, Gabriela Jiménez, ratifica por video conferencia el acuerdo que vincula a la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales con el proyecto ILRS chino-ruso - PHOTO/Mincyt 

Para diferenciarse de los Acuerdos Artemis, acceder a ILRS no solo lo pueden hacer naciones. También organizaciones científicas, instituciones oficiales nacionales e internacionales y empresas. Entre ellas está la Alianza de la Franja y la Ruta para la Ciencia y la Tecnología, el Centro de Innovación en Ciencias Espaciales (Panamá), la Fundación para el Desarrollo Espacial de África, Orbital Space (Emiratos), el Observatorio Astronómico de Belgrado (Serbia), el Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica, Spacetalk SA (Suiza), la Universidad de Bandar Lampung (Indonesia) y la Universidad Nacional de Ciencias y Tecnología (Pakistán).  

Los Acuerdos Artemis son normas para que los países signatarios lleven a cabo actividades seguras y sostenibles en el marco de la cooperación y el uso pacífico de la exploración ultraterrestre - PHOTO/NASA-Bill Ingalls 

China y su socio ruso aspiran a montar una primera base robótica en la Luna para mediados de la próxima década. Contaría con módulos generadores de energía, equipos científicos, sistemas de comunicaciones con la Tierra y vehículos lunares de exploración. El siguiente paso, ya a mediados de 2040, sería ampliar y acondicionar la base para alojar cosmonautas de ambas naciones y de países asociados dedicados a la investigación y experimentación. Con Rusia volcada en su guerra contra Ucrania, China lleva el peso de ILRS y sus misiones precursoras partirán en 2026 (Chang’e-7) y 2028 (Chang’e-8). 

La Administración Trump toma el relevo de los Acuerdos 

La Administración Biden confía en cerrar el año 2024 y traspasar la competencia a los nuevos directivos del Departamento de Estado y la NASA con medio centenar de naciones adscritas a los Acuerdos Artemis. Las perspectivas son posibles, porque así lo han vislumbrado la inmensa mayoría de los altos responsables ejecutivos de las agencias espaciales de los países firmantes de los Acuerdos Artemis. 

Un total de 42 de ellos se reunieron en la edición de 2024 del Congreso Internacional de Astronáutica celebrado en Milán (Italia) del 14 al 18 de octubre, en la que estuvo presente el director ejecutivo de la Agencia Espacial Española (AEE), Juan Carlos Cortés. 

El ministro de Exteriores de Suiza, Guy Parmelin, fue el encargado de plasmar en abril de 2024 la adhesión de su neutral país a las buenas prácticas en la exploración de la Luna - PHOTO/NASA-Keegan Barber 

Son muchos los países iberoamericanos asociados. Del Caribe está la República Dominicana y del propio continente sudamericano Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay. Por el momento, no se han sumado Bolivia, Paraguay, Surinam y Guayana, los dos últimos al norte de la costa atlántica americana. 

Los Acuerdos Artemis están abiertos a la firma por tiempo indefinido. Hasta el presente son 46 los estados que ya se han adherido a la iniciativa de Washington. En un recuento cuantitativo, además de las diez naciones sudamericanas hay ocho asiáticas, tres africanas, dos de Oceanía y 23 europeas.  

El jefe de la NASA, Bill Nelson, estrecha la mano del ministro de Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea, tras la firma en mayo de 2024, en presencia del embajador, Alfredo Herrero y Jennifer Littlejohn, del departamento de Estado - PHOTO/NASA-Keegan Barber - 

De los numerosos estados europeos adheridos, el conjunto mayoritario lo forman las naciones integradas en la OTAN y/o adscritas a la Unión Europea, como son Alemania, Bélgica, Chipre, España, Francia, Grecia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. También está la neutral Suiza y un grupo de exrepúblicas soviéticas ‒Armenia, Estonia, Lituania, Ucrania‒ y países o escisiones del desaparecido Pacto de Varsovia, como son Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, Chequia, Polonia y Rumania.