El ecosistema aeroespacial de España prescribe su receta estratégica para más allá de 2030

Jaume Marcos, coordinador de la metodología de las dos agendas y responsable de la planificación tecnológica en Airbus ha resaltado que el sector aeroespacial crece, el tráfico aéreo crece y hay mucho negocio por delante - PHOTO/JPons
La Plataforma Tecnológica Aeroespacial Española detalla las tecnologías que hay que sacar a flote para ser tenidos en cuenta a escala mundial
  1. Capacitarse en propulsión eléctrica y de hidrógeno
  2. Financiar y garantizar programas nacionales plurianuales

El ecosistema nacional de empresas e instituciones que conforma la Plataforma Tecnológica Aeroespacial Española (PAE) acaba prescribir la receta y la posología que España debiera seguir si aspira a posicionarse en el horizonte de 2040 como un actor clave en el panorama aeronáutico y espacial europeo y global. 

En un intento por allanar y señalizar el camino a las autoridades gubernamentales y autonómicas, un amplio y experimentado equipo de directivos y ejecutivos de las 139 compañías, centros tecnológicos, universidades e instituciones oficiales integradas en la PAE han definido las agendas estratégicas de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que deben servir de guía a la cooperación intra nacional para fortalecer la competitividad e innovación nacional en el disputado marco aeroespacial mundial.

Se trata de una especie de hoja ruta que identifica las más de un centenar de prioridades sobre los que es conveniente que se vuelquen los futuros planes sectoriales de las administraciones públicas para aumentar la soberanía tecnológica nacional. La pretensión de ambas agendas es reforzar el tejido industrial con productos y servicios concretos y, con ello, evitar que España pueda quedar minusvalorada, descolgada o relegada de los grandes programas de desarrollo, fabricación y comercialización cuyo despegue se vislumbra para finales de la presente década.

El presidente de la PAE, Luis Guerra, ha reiterado que la demanda generalizada del sector es que la Administración central garantice la estabilidad plurianual de los programas y de los marcos de financiación - PHOTO/JPons

Es evidente que el actual escenario mundial atraviesa un periodo de volatilidad, complejidad y ambigüedad, con una guerra comercial desbocada que hace muy difícil programar a largo, medio y, a veces, incluso a corto plazo. Sin embargo, el coordinador general de las dos agendas y, a su vez, responsable de la planificación tecnológica de la corporación industrial Airbus, Jaume Marcos, ha puesto de relieve otra importante evidencia: “El sector aeroespacial crece, el tráfico aéreo crece, lo que indica que hay mucho negocio por delante”.

Al presentar en sociedad los nuevos documentos, Jaume Marcos ha precisado que “España ya, desde hoy, debe hacer las inversiones tecnológicas que posicionen a todo el ecosistema aeroespacial nacional en los grandes programas que entrarán en servicio en la siguiente década”. Se apoya en las fortalezas existentes, entre ellas, que “España ya es líder en tecnologías de fibra de carbono, en aviones de transporte (C295), en aviones de reabastecimiento en vuelo (MRTT) y referentes en sistemas avanzados de gestión y control de tráfico aéreo”.

La agenda estratégica de I+D+i aeronáutica destaca que España ya es líder en tecnologías de fibra de carbono, en aviones de transporte y de reabastecimiento en vuelo A330 MRTT que se configuran en Getafe (Madrid) - PHOTO/MDE

Capacitarse en propulsión eléctrica y de hidrógeno

Las fortalezas tienen su reflejo en algunas de las prioridades aeronáuticas estratégicas identificadas, como la de hacer todo lo posible para hacerse fuertes en la próxima generación de aviones comerciales de pasillo único, lo que conlleva mantener un gran potencial nacional en estructuras complejas de materiales compuestos y lograr una alta capacitación “en tecnologías emergentes de propulsión eléctrica y mediante pilas de combustible de hidrogeno”, subraya.

En el ámbito militar, resulta imprescindible “mantener” las altas capacidades que ya se tienen para desarrollar, producir y contar con el ciclo de vida completo en drones y, muy en especial, “en aviones de transporte táctico, patrulla marítima, guerra antisubmarina y reabastecimiento en vuelo”.

Se da especial relevancia al hecho de aumentar el uso de la robótica en las cadenas de fabricación y montaje, que en un próximo futuro serán de alta cadencia dado el gran número de pedidos que se acumulan en las factorías de los grandes fabricantes, como es el caso de Airbus. A lo que se suma la conveniencia de digitalizar el producto final y la cadena de valor con la utilización de “gemelos digitales”.

Se quiere reforzar la participación española en los motores de ciclo variable y propulsión vectorizada para aviones de combate, las plantas propulsoras para aeronaves comerciales e impulsar la compra pública innovadora - PHOTO/JPons

Otro campo de actividad que se pretende reforzar es la participación española en los “motores de ciclo variable y propulsión vectorizada para aviones de combate”, junto con incrementar la presencia nacional en el desarrollo de “plantas propulsoras para aeronaves comerciales”. Y, por supuesto, impulsar la compra pública innovadora e impulsar el uso de combustibles sostenibles de aviación ‒SAF por su acrónimo en inglés‒ como alternativa limpia a los carburantes fósiles que alimentan las aeronaves. 

En el apartado de debilidades, se apunta que, por ejemplo, la actividad tecnológica en aviones militares “está centrada en grandes programas europeos, en detrimento de programas nacionales”, lo que dificulta que las empresas españolas puedan hacer valer sus intereses tecnológicos en el escenario cooperativo internacional.

El director de innovación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, Juan Antonio Tébar, ha subrayado que para que España sea un país tecnológicamente competitivo al máximo, hay que empezar a trabajar ya - PHOTO/JPons

Financiar y garantizar programas nacionales plurianuales

Ante un auditorio formado por unos 300 profesionales del ecosistema aeroespacial nacional, la intervención del presidente de la PAE, Luis Guerra ‒exdirector de Airbus Space Systems en España‒, y también la de Jaume Marcos, ha vuelto a poner sobre la mesa la demanda reiterada y generalizada del sector, que es “garantizar la estabilidad de los marcos de financiación con programas nacionales plurianuales específicos”.

Las agendas dejan constancia, y así lo destaca Jaume Marcos, que el colectivo industrial aeroespacial es “estratégico y prioritario para la sociedad y la economía española” y se encuentra en un “punto de inflexión”, por lo que la colaboración efectiva entre autoridades, industrias, centros de investigación y universidades es esencial.

El director general del CDTI, José Moisés Martín, ha hecho hincapié en la cooperación público-privada, en la conveniencia de reforzar la cooperación público-publica y en fomentar también la colaboración privada-privada - PHOTO/JPons

En el plano del apoyo institucional se ha reclamado de nuevo “aumentar las inversiones públicas en I+D+i” y también reforzar el PERTE Aeroespacial, “instrumento que permite potenciar la colaboración público-privada”.

En tal sentido se ha posicionado el director del políticas de innovación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), Juan Antonio Tébar, quien ha matizado que “si queremos que España sea un país tecnológicamente competitivo al máximo, tenemos que empezar a trabajar ya”.

La secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia, Teresa Riesgo, puso de manifiesto una vez más que el sector aeroespacial es estratégico y que las agendas van a ser de gran utilidad para su departamento -  PHOTO/JPons

El director general del CDTI desde principios de 2024, José Moisés Martín Carretero, ha precisado los cuatro principios que deben marcar los siguientes pasos de los dos sectores: responsabilidad, ambición a largo plazo, previsibilidad y colaboración. En el citado último punto, Martín Carretero se ha centrado no sólo en la necesidad de la cooperación público-privada, sino también en la conveniencia de “reforzar y consolidar la cooperación público-publica y de fomentar la colaboración privada-privada, ya que España cuenta con grandes empresas tractoras”. 

La secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia, Teresa Riesgo, que abrió la jornada, puso de manifiesto una vez más que el sector es “estratégico”, que las agendas van a ser “de gran utilidad” para la labor de su departamento y que, en un reciente encuentro de los centros aeronáuticos europeos al que asistió hace escasas semanas, terceros países le han trasladado su interés por conocer el contenido de las agendas estratégicas españolas de I+D+i en aeronáutica y espacio.