Estos son los 8 satélites españoles afectados por la fallida misión del Falcón 9 de Elon Musk

Elon Musk ha sabido edificar un imperio industrial espacial alrededor de SpaceX y el Falcón 9, pero ahora no le queda más remedio que parar, reconstruir y volver a poner en vuelo el cohete que monopoliza el sector - PHOTO/NRO vía Twitter/X 

Los inevitables retrasos que acarrea repercuten en los planes de Hisdesat, Fossa, Sateliot y Satlantis y en los vuelos tripulados de Estados Unidos  

  1. Ocho satélites de cuatro compañías españolas 
  2. Esto es lo que ha pasado con la última misión del Falcón 9 

El sector espacial mundial acaba de ser golpeado de lleno por las consecuencias inmediatas que se derivan del reciente accidente en pleno vuelo de ascenso de un cohete Falcón 9 de SpaceX.  

Aunque el funesto percance no ha acabado con la vida de ningún astronauta, lo ha hecho con 20 satélites Starlink de la constelación que ofrece servicios de Internet por todo el mundo. Pero su importancia radica en que echa un jarro de agua fría sobre el lanzador Falcón 9, que con más de 350 exitosas misiones es el más firme pilar sobre el que se asienta la enorme y ágil capacidad de acceso al espacio ultraterrestre de Estados Unidos, tanto en vuelos tripulados como no tripulados. 

El 12 de julio despegó desde base espacial californiana de Vandenberg el Falcón 9 Block 5 de la misión Starlink numerada 9-3. La etapa principal funcionó correctamente, pero no así la segunda, que hizo fracasar el vuelo - PHOTO/SpaceX 

Lo ocurrido ha obligado a SpaceX a detener de inmediato los despegues programados del Falcón 9, constituir con urgencia una Comisión de Investigación y ponerla en marcha, de acuerdo con lo exigido por la Oficina de Transporte Espacial Comercial de la Administración de Aviación Civil (FAA). Una vez que la citada Comisión haya realizado las pesquisas y análisis de los datos del vuelo y determinado las causas del desastre, hará públicas sus conclusiones provisionales y SpaceX deberá aplicar las medidas correctoras dictaminadas por la Comisión. 

Todo lo anterior supone “un mínimo de entre dos y tres semanas y un máximo de cuatro a seis meses”, estiman en fuentes españolas del sector. Sea el tiempo que sea, el frenético ritmo de lanzamientos del Falcón 9 ‒un despegue cada 2,7 días‒ viene a descabalgar el programa de misiones tripuladas de la NASA a la Estación Espacial Internacional (ISS), que de nuevo queda en manos exclusivas de las cápsulas Soyuz de Rusia. 

También tira por tierra las previsiones de las compañías comerciales y los actores privados que llevan astronautas al espacio, así como la puesta en órbita de muchas decenas de satélites científicos, de comunicaciones, de observación y astronaves no tripuladas de suministro de cargas a la ISS.    

Ocho satélites de cuatro compañías españolas 

Los inevitables retrasos y reprogramaciones también echan por la borda las previsiones de lanzamiento que SpaceX había trasladado hace meses a las numerosas empresas de todo el mundo que habían confiado sus satélites al hasta ahora el vector espacial más seguro del mercado internacional. Entre ellas hay al menos ocho satélites cuatro compañías españolas: Hisdesat, Fossa, Sateliot y Satlantis. 

Hisdesat, la sociedad de servicios estratégicos que dirige Miguel Ángel García Primo había confirmado en reiteradas ocasiones ‒la última en un comunicado del 11 de junio‒, que su primer ingenio de comunicaciones encriptadas de nueva generación, el Spainsat NG-I, del orden de las seis toneladas, sería puesto en órbita por un Falcón 9 “a finales del año en curso”. Pero la situación ha cambiado de la noche a la mañana y en la compañía “todavía no tenemos detalles, ni noticias del tiempo de demora”, pero confían en que la parada en tierra del lanzador “no sea tanto tiempo como seis meses”. 

Tal punto de vista es compartido por el presidente ejecutivo de Fossa Systems, Julián Fernández. El directivo es del parecer que la corrección de los fallos y el retorno al vuelo del Falcón 9 se solventarán “con la máxima premura”. Lo razona al entender que “SpaceX reincorporará el Falcón 9 al servicio lo más pronto que le sea posible, ya que ni Elon Musk ni la Administración Biden tienen en la práctica ningún lanzador equivalente que lo pueda suplir”.  

Ni la NASA ni las compañías comerciales que trasladan astronautas a la ISS pueden volver a confiar en el Falcón 9 hasta que acredite de nuevo un número suficiente de vuelos sin personas a bordo - PHOTO/NASA 

Fossa tenía previsto lanzar en la segunda quincena de julio y desde la base espacial de Vandenberg (California) sus tres pequeños satélites FossaSat de tecnología IoT en la misión compartida de nombre Transporter-11. Pero, por el momento, Fossa tampoco ha recibido comunicación alguna respecto al retraso que contempla SpaceX. 

El vuelo Transporter-11 en el que deben viajar más pronto o más tarde los tres FossaSat IoT también debe poner en órbita cuatro pequeños satélites de la constelación 5G-IoT de la empresa Sateliot. De un tamaño algo inferior a un microondas, su despliegue en el espacio significa “entrar en una nueva dimensión, que permitirá a España liderar la conectividad IoT a escala global”, asegura la compañía. En relación con el retraso, el punto de vista de su máximo responsable, Jaume Sanpera, es que “será de pocas semanas”. 

Satlantis, la compañía que dirige Juan Tomas Hernani, también es una de las afectadas. Su mini satélite Garay, de 115 kilos y cuatro telescopios a bordo, debe viajar en la misión Transporter-12 del Falcón 9, cuyo despegue estaba fijado para octubre. Pero son conscientes que esa fecha ya no es viable. 

Los directivos de las compañías españolas afectadas por los previsibles retrasos estiman que el retorno al vuelo del Falcón 9 no será de muchos meses. En imagen, Miguel Ángel García Primo, responsable de Hisdesat - PHOTO/MDE-Iñaki Gómez 

Esto es lo que ha pasado con la última misión del Falcón 9 

En la sede de la empresa en Bilbao tampoco han recibido información sobre la reprogramación de vuelos. Por fortuna para Satlantis, su satélite Horacio, dedicado a cuantificar emisiones de gas metano y supervisar infraestructuras terrestres, costas y fronteras fue lanzado el 4 de marzo en la misión Transporter-10 del Falcón 9.   

Pero ¿cómo ha sido el accidente? La historia comienza en la noche del 12 de julio, cuando un Falcón 9 despega desde la base espacial Vandenberg (California) para añadir 20 satélites Starlink a la constelación de Elon Musk que proporciona Internet desde el espacio. Aunque la primera etapa de propulsión del cohete funcionó con normalidad y aterrizó tras cumplir su misión sobre una plataforma autónoma posicionada en el océano Pacifico, la segunda etapa sufrió una “fuga de oxígeno líquido”, confirma un comunicado de SpaceX. 

SpaceX todavía no ha informado a sus clientes sobre la duración de la suspensión de las misiones del Falcón 9, pero los directivos españoles coinciden en que será cuestión de no muchas semanas. En imagen, un satélite 5G-IoT de Sateliot - PHOTO/Sateliot 

Tal anomalía provocó que el motor cohete Merlín Vacuum (M-Vac) de la etapa superior colocara la veintena de satélites a 135 kilómetros de altura, más de dos veces inferior a lo programado. Por más que los técnicos desde tierra encendieron los pequeños impulsores que viajan en cada uno de los 20 ingenios, no lograron hacerlos ascender lo suficiente, y así compensar la atracción de nuestro Planeta Azul. El resultado final será que, poco a poco, reentrarán en la atmósfera terrestre, donde arderán completamente sin generar basura espacial, para lo que han sido diseñados y construidos. 

El equipo de investigación de percances de SpaceX está inmerso en plena recopilación y análisis de los datos para llegar a comprender las causas ultimas de lo ocurrido. Antes del 17 de julio, la compañía debe presentar a la Oficina de Transporte Espacial Comercial de la Administración de Aviación Civil (FAA) de Estados Unidos su primer informe preliminar. 

La primera etapa de propulsión funcionó con normalidad y tras cumplir su labor descendió y aterrizó sobre una plataforma autónoma posicionada por SpaceX en el océano Pacifico - PHOTO/SpaceX 

Creada en 1984 y adscrita al Departamento Federal de Transportes, la citada Oficina es la responsable de elaborar normas, conceder licencias de lanzamiento y garantizar la seguridad de los lanzamientos y reentradas de cohetes. Además, es la encargada de garantizar la calidad de la ingeniería, evaluar los sistemas a bordo, inspeccionar los vehículos de lanzamiento, emitir los requisitos de seguridad pública y evaluar su impacto medioambiental. 

La imagen refleja el motor cohete Merlín y el hielo que se ha formado (a la derecha) como consecuencia de una fuga de oxígeno líquido, cuya consecuencia fue colocar la veintena de satélites a sólo 135 kilómetros de altura - PHOTO/SpaceX 

El accidente que viene a romper el elevado y continuado ritmo de despegues del caballo de batalla de SpaceX. Los Falcón 9 quedan almacenados en tierra en los hangares de SpaceX hasta que la Comisión de Investigación constituida al efecto y de la que forma parte la NASA determine las causas del incidente e identifique las acciones correctivas que debe aplicar la empresas de Elon Musk. En todo caso, la reanudación de los vuelos dependerá de la aprobación por parte de la FAA del informe final, del que está pendiente todo el sector espacial mundial.