¿Acercamiento entre Marruecos e Irán?
Varias informaciones han surgido sobre un posible acercamiento diplomático entre Marruecos y la República Islámica de Irán después de años de desencuentros por el presunto apoyo del régimen de los ayatolás al grupo independentista del Frente Polisario, rival político del reino marroquí en una cuestión tan importante como la de la soberanía del Sáhara Occidental.
En diversas ocasiones se ha vinculado a la República Islámica con el Frente Polisario, el cual también ha sido relacionado en otras ocasiones con Hezbolá, grupo político y milicia armada chií libanesa muy ligada al régimen de los ayatolás, que es el gran estandarte la rama chií del islam en Oriente Medio.
Marruecos rompió relaciones con la República Islámica de Irán en 2018 por los presuntos nexos tejidos entre el Frente Polisario y Hezbolá, muy vinculado a Irán, algo que afectaba negativamente al reino marroquí, como indicaron diversos analistas.
En este escenario, Irán siempre ha señalado que no tiene problema alguno con el país norteafricano y que de su parte nunca se inició una ruptura de relaciones. Aunque la relación era tensa por los supuestos lazos establecidos con el Frente Polisario. Algunas informaciones llegaron a apuntar el año pasado que Irán pudo armar supuestamente al Frente Polisario con drones, algo negado por el régimen de los ayatolás.
Cuestiones varias que ponían en tela de juicio la relación existente entre dos países musulmanes como Marruecos e Irán.
Ahora, diversas fuentes han apuntado que se ha producido una reunión entre funcionarios de ambas administraciones para explorar vías de reforzamiento de lazos políticos, algo relevante teniendo en cuenta que el reino marroquí profesa la fe islámica suní, contrapuesta a la chií patrocinada por Irán. Un encuentro que se produjo en el marco de otras reuniones del lado persa con representantes de otras naciones como Arabia Saudí, principal representante de la rama suní del islam en el Golfo, u Omán, país de la península arábiga conocido por su gran papel neutral y mediador en la región.
El Gobierno de Irán hizo referencia a estas informaciones indicando que Teherán nunca había iniciado la ruptura de relaciones y que siempre busca mejorar los vínculos con las naciones de su entorno. “Irán siempre ha acogido con satisfacción la mejora y expansión de las relaciones con los países vecinos de la región y los países islámicos”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Ismail Baqaei, según informó el medio iraní Entekhab.
“La historia de nuestras relaciones con Marruecos es clara. Irán nunca ha tomado la iniciativa de romper lazos. De acuerdo con nuestra política de larga trayectoria, siempre damos la bienvenida a una mejora de las relaciones con los países basados en los principios de sabiduría, dignidad y conveniencia”, argumentó Ismail Baqaei.
Según diversas fuentes, en esta línea, un funcionario iraní se reunió con representantes marroquíes para explorar la vía de la restauración de vínculos entre ambas naciones.
Todo ello teniendo en cuenta que se ha venido apuntando desde la esfera marroquí a la República Islámica por surtir al Frente Polisario con armamento en sus campañas de amenazas y agresiones contra intereses marroquíes en relación con la cuestión del Sáhara Occidental.
Irán ha venido desmintiendo durante estos años esta relación directa y su papel de suministrador respecto al Frente Polisario, aunque Marruecos insistió en esto, hasta el punto de que en 2018 el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, dijo que Marruecos proporcionó pruebas detalladas de los vínculos entre el Frente Polisario y Teherán a través de la relación del régimen de los ayatolás con la milicia chií libanesa de Hezbolá.
Todo ello valorando que Irán también ha sido señalado desde diversos puntos por su beligerancia y su injerencia en asuntos internos de otros Estados a través de grupos afines chiíes, como el citado caso de Hezbolá en el Líbano, las Fuerzas de Movilización Popular en Irak o los rebeldes hutíes en Yemen.
La de los presuntos vínculos entre Irán y el Frente Polisario es una cuestión de gran relevancia para Marruecos por el problema que supone la organización polisaria como amenaza a la integridad territorial marroquí en relación con la cuestión del Sáhara Occidental.
Marruecos plantea para el Sáhara Occidental un Plan de Autonomía para el territorio saharaui, que quedaría bajo soberanía marroquí, respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de desarrollar al máximo el territorio en todos los ámbitos.
La propuesta autonómica del reino marroquí cuenta con el apoyo de más de 100 países, que la consideran como la más seria, creíble y realista para solventar el diferendo saharaui, que dura ya casi cinco décadas tras la salida de España de la zona como potencia colonial.
Frente a esta propuesta, se sitúa la oposición del Frente Polisario, que plantea un referéndum de independencia del pueblo saharaui, que cuenta con menos respaldo en el ámbito internacional y que sería difícil llevar a cabo por cuestiones como la elaboración del censo ante la valoración sobre qué saharauis incluir en la consulta teniendo en cuenta que gran parte de estos están en las denominadas provincias del sur de Marruecos y otros están viviendo bajo difíciles condiciones en campamentos de refugiados en Argelia, país que apoya al Frente Polisario y que es rival político directo del reino marroquí en el Magreb.
Habrá que observar en un futuro si los últimos contactos entre representantes marroquíes e iraníes pueden fructificar en un restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones de cara a normalizar la situación entre dos países de la esfera musulmana como son Marruecos e Irán.