Combatir la corrupción y reformar el sistema de pensiones: desafíos del Gobierno de Marruecos
El Observatorio del Trabajo Gubernamental, afiliado al Centro Al-Hayat para el Desarrollo de la Sociedad Civil en Marruecos, confirmó que entre los desafíos más destacados que enfrenta el Gobierno de Aziz Akhannouch se encuentran la reforma del sistema de pensiones y la lucha contra la corrupción.
El Observatorio reveló en un informe reciente que el aumento de la corrupción ha hecho descender a Marruecos en el Índice de Percepción de la Corrupción, pasando del puesto 73 al 97 a nivel mundial en cinco años. Esto refleja una creciente propagación de la corrupción en diversos sectores, así como los débiles esfuerzos para combatirla.
El Observatorio indicó que el Gobierno de Akhannouch aún no ha podido presentar una visión clara para enfrentar la corrupción, añadiendo que las instituciones gubernamentales y administrativas no se han involucrado lo suficiente para frenar esta lacra.
En un intento por defender las políticas del Gobierno, el portavoz oficial del Ejecutivo, Mustafa Baytas, confirmó que la lucha contra la corrupción es una de las principales preocupaciones de Rabat.
No obstante, a pesar de los intentos por combatir la corrupción, el Observatorio de Acción Gubernamental denunció una clara ausencia de compromiso por parte de las instituciones gubernamentales y administrativas para implementar las medidas acordadas en el marco de la estrategia anticorrupción, advirtiendo que esta falta de respuesta continuará debilitando la confianza entre los ciudadanos y el Estado, lo que puede obstaculizar a su vez los esfuerzos del Gobierno para atraer inversiones y mantener el desarrollo económico.
Respecto a la reforma de las pensiones, el Observatorio advierte que el sistema civil de pensiones corre el riesgo de quiebra para el año 2028, ya que se espera que este sistema agote todas sus reservas, lo que obligará al Estado a bombear aproximadamente 14 mil millones de dírhams al año para mantener la continuidad de las pensiones en beneficio de los jubilados.
En 2016 el Gobierno inició una reforma estándar de los sistemas de jubilación basada en tres principios básicos: el aumento del valor de las cotizaciones, el aumento de la edad de jubilación a 65 años y la reducción del valor de las pensiones. Esta estrategia supone, según el Observatorio, que los trabajadores y empleados públicos tendrán que hacer frente casi en su totalidad a los costes de esta reforma.
“La elección del gobierno es exitosa, pero no es suficiente”, señaló Idriss El-Fina, experto económico a Al-Arab, añadiendo que “la cuestión de la gobernanza es el verdadero debate que debe abrirse, ya que el fondo requiere una buena gestión”.
Nadia Fettah, ministra de Economía y Finanzas, pidió a principios de año en la Cámara de Representantes comenzar a reformar el sistema, consciente de que la situación financiera de los sistemas básicos de pensiones y de jubilación sigue siendo difícil.
Los analistas económicos consideran que la sequía, la alta inflación y las demandas sociales para mejorar los salarios son factores que aumentarán la presión sobre la cuestión de la reforma de las pensiones, destacando la necesidad de un diálogo social entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios para llegar a una fórmula consensuada y aceptable que permita llevar a cabo la reforma.
Un informe reciente del Banco Central de Marruecos recomienda implementar una reforma sistemática y coordinada de este sector, introduciendo un sistema de dos niveles -público y privado-, cuyas directrices estratégicas fueron fijadas en el Acuerdo de Diálogo Social.