Comisario europeo de Defensa y Espacio: “Son muy graves las brechas en nuestras capacidades militares”

El comisario Kubilius afirma que en caso de amenaza existencial, el dinero no puede convertirse en un obstáculo para la defensa, y que lucha por encontrar fondos para cubrir las grandes lagunas con las que disuadir al enemigo - PHOTO/EDA
Andrius Kubilius se estrena en sus dobles competencias y alerta que las finanzas deben coincidir con las necesidades espaciales y de defensa
  1. Ni una palabra del Sur ni del Sahel
  2. Esfera espacial, autonomía estratégica y defensa

El primer y recién nombrado comisario de la Unión Europea para Defensa y Espacio, Andrius Kubilius, de 68 años, ha tomado la alternativa dos veces seguidas en la plaza de Bruselas. Y no lo ha hecho ante aficionados, sino delante de auténticos profesionales de la política y la industria de uno y otro sector. 

En un caso ha sido para pronunciar el discurso inaugural de la 17ª edición de la Conferencia Europea del Espacio, a la que a finales de enero han asistido de manera presencial o telemática más de un millar de directivos y altos cargos del tejido empresarial y gubernamental del Viejo Continente y embajadores de terceros países.

Unos pocos días antes, también en la capital de Bélgica, Kubilius había tomado la palabra en la reunión anual de la Agencia Europea de Defensa (EDA), que acaba de cumplir sus primeros 20 años de existencia y que, por el momento, permanece bajo la esfera de control de la nueva vicepresidenta y alta representante de la Política Exterior y de Seguridad de la Unión, la ex primera ministra de Estonia Kaja Kallas. 

Ante el presidente del Comité Militar de la UE, el general austríaco Robert Brieger (en imagen), el comisario Kubilius ha expresado que “sí, los costos de la disuasión son altos… los de luchar en una guerra en Europa son mucho más altos” - PHOTO/EDA

Ante un auditorio expectante, la primera intervención del comisario Andrius Kubilius frente a los altos representantes de la Comunidad Europea de Defensa ha sido para transmitirles que “en este momento, las brechas en nuestras capacidades de defensa son muy, muy graves” y que las deficiencias en material militar, si se comparan con la economía de guerra rusa, son “colosales”. Ha sido rotundo al precisar ante el presidente del Comité Militar de la UE desde mayo de 2022, el general Robert Brieger ‒antiguo jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Austria‒ que “si los costos de la disuasión son altos… los de luchar en una guerra en Europa son mucho más altos”.

Europa necesita lo que ha bautizado como un “enfoque europeo big bang”, para aumentar la producción y la adquisición de sistemas de defensa ya que, desde su percepción, “estamos siendo atacados por tierra, mar, aire y en el ciberespacio”. Rusia está librando una “guerra de nueva generación contra nosotros a través de la propaganda, el sabotaje y la agresión militar real, que son formas diferentes de la guerra total”. Y alerta: “Si no hacemos nada, estos ataques híbridos podrían ser seguidos por ataques militares, puesto que no debería haber ninguna duda sobre las intenciones de Putin”.

El nuevo comisario denuncia que el presidente de Rusia quiere hacer retroceder el reloj “cuarenta años o más” lo que, en su opinión, “podría significar la anexión, la ocupación de partes de Europa y la dominación del resto”. Y alerta que el primer paso de Putin sería “apoderarse de los corazones y las mentes de nuestros pueblos”. También previene que “Rusia no está sola. Corea del Norte e Irán son parte del mismo eje de autoritarios agresivos”. De China, con prudencia, tan sólo expresa que “no se queda atrás”. 

Las Fuerzas Armadas españolas tienen desplegadas unidades tácticas áreas o terrestres en Letonia, Eslovaquia y Rumanía. En esta última nación, un destacamento de Infantería de Marina participa en ejercicios militares - PHOTO/Armada-IM-EMAD

Ni una palabra del Sur ni del Sahel

En su disertación, el veterano político ha sacado a relucir a Jean Monnet, uno de los padres fundadores de la Comunidad Económica Europea, de quien recordó su frase de que “cuando una nación se enfrenta a una amenaza existencial, el dinero no puede convertirse en un obstáculo para la defensa”. Asegura que “en nuestra preparación nos enfrentamos a grandes lagunas para disuadir al enemigo… y estamos luchando por encontrar fondos para nuestra defensa”.

A pesar de todo, Kubilius afirma que “todavía podemos disuadir la agresión rusa en Europa”. En primer lugar, con apoyo militar a Kiev, porque “defender Ucrania significa defender a Europa y cada día que Ucrania lucha es un día en que la Unión Europea y la OTAN pueden hacerse más fuertes”. En segundo lugar, “asegurándonos de que las fuerzas militares de nuestros Estados miembros de la UE tengan las armas que necesitan”. 

Ha sido tajante al expresar que “los Estados miembros seguirán siendo responsables de decidir qué capacidades desarrollan y adquieren, la OTAN evaluará las necesidades militares y los objetivos, y la UE ayudará a desarrollar y adquirir dichas capacidades más rápido, más barato, más juntos y que se entreguen a tiempo”. “Necesitamos gastar más y mejor, gastar juntos y a la europea”. Y ha recalcado, que en estos tiempos de peligro existencial, no deberíamos limitar nuestras defensas para que coincidan con nuestras finanzas, sino al revés: “necesitamos movilizar nuestras finanzas para que coincidan con nuestras necesidades de defensa”.

El presidente Sánchez conversa el 3 de febrero en Bruselas con la alta representante de la Política Exterior y de Seguridad de la Unión, la ex primera ministra de Estonia Kaja Kallas - PHOTO/Pool Moncloa-Borja Puig de la Bellacasa

Ha recordado que el Fondo Europeo de Defensa (EDF) es el tercer mayor inversor en investigación e innovación en materia de defensa en Europa, que con 1.000 millones de euros anuales apoya ahora un total de “162 proyectos conjuntos en los ámbitos militares terrestres, navales, aéreos, ciber e incluso espaciales”. Como proyectos de interés común, ha avanzado que hay que ponerse a trabajar en lo que ha bautizado como “escudos”, los de defensa aérea, ciber, defensa de la frontera nororiental, movilidad militar y también en el escudo espacial.

Kubilius ha insistido en que la UE debe ayudar a sus países miembros a mejorar su preparación para la defensa. Sin embargo, no ha soltado ni una palabra sobre la estabilidad en el flanco Sur, incluyendo Oriente Medio y el Sahel. Un comunicado de Moncloa asegura que el presidente Sánchez lo ha vuelto a poner sobre la mesa en la reunión informal de jefes de estado y gobierno de la UE celebrado el pasado fin de semana y el lunes en Bruselas a instancias de Antonio Costa, el nuevo presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro de Portugal.

El comisario europeo ha resaltado que quien controla el espacio controla el futuro y que hay que defender la presencia de Europa en el cosmos frente a cualquier agresor - PHOTO/AndriusKubilius X

Esfera espacial, autonomía estratégica y defensa

En su segunda gran faena de muleta del 28 de enero ante el colectivo de altos cargos nacionales, de la UE, directivos de la industria espacial europea y de gran parte del mundo, el comisario ha regalado los oídos de los presentes al decirles que “ustedes han convertido Europa en una potencia espacial global y estamos entre los primeros en cuanto a satélites lanzados y en cuanto a ingresos de la industria”. “Tenemos Galileo, el mejor sistema de navegación por satélite del mundo, Copernicus, el mejor sistema de observación de la Tierra del mundo, y tendremos IRIS2, el mejor sistema de conectividad espacial del mundo”.

Pero, a renglón seguido, les ha prevenido que “nos encontramos en una encrucijada crítica y, si queremos mantener nuestro liderazgo en el espacio, tenemos que dar pasos audaces y decisivos”. A su amplio y selecto auditorio le ha amonestado con que “si no hacemos nada, corremos el riesgo de estancarnos y tener un declive en comparación con otros… y eso es inaceptable”. Ha clamado que “el futuro pertenece al espacio y quien controla el espacio, controla el futuro”. 

Con una maqueta del Ariane 6 que le entrega Martin Sion, ArianeGroup, Kubilius pone en evidencia que Europa necesita lanzadores propios, mejores y más baratos para no depender de cohetes de terceros países - PHOTO/EU-European Commission

Kubilius ha indicado que “estamos en los albores de una revolución espacial” y se ha aventurado a decir que la economía espacial mundial “podría triplicar su tamaño en diez años” gracias al auge del turismo, la inteligencia artificial, la energía, la minería, la fabricación y “hasta colonias en la órbita baja de la Tierra”. El mercado espacial es “grande, pero nuestro gasto público es demasiado bajo y está fragmentado, lo que dificulta en gran medida los proyectos ambiciosos a largo plazo”. 

"Ahora estamos arriba en lo que se refiere a navegación, observación y exploración ‒ha precisado‒ pero debemos cambiar nuestra trayectoria porque en otras áreas estamos perdiendo terreno. Y el cambio no es fácil”. No ha dudado en dejar constancia que “las ventas comerciales, las exportaciones y los beneficios del sector han bajado y corremos el riesgo de quedarnos atrás”. Sin embargo, para ser una verdadera potencia espacial, “se requiere una industria fuerte, innovadora y competitiva”, por lo que “propondremos una ley espacial de la UE que creará un mercado único para el espacio, facilitará las actividades de nuestras empresas emergentes y atraerá más inversión privada”.

Al foro espacial europeo celebrado en Bruselas a finales de enero han asistido más de un millar de directivos y altos cargos del tejido empresarial y gubernamental del viejo continente y de terceros países - PHOTO/ESA-P. Sebirot

Como comisario de Espacio pero también de Defensa, ha hecho hincapié en que Europa ha construido una presencia única en el cosmos que sirve a toda la humanidad “y debemos defenderla de cualquier agresor”. Ha sido rotundo al afirmar que “no puede haber defensa sin espacio y no hay espacio sin industria, por lo que es necesaria una fuerte presencia en el espacio para defender Europa”.

No se ha olvidado de compartir que es imprescindible garantizar el acceso autónomo al espacio, lo que “es vital para nuestra autonomía estratégica”. “Necesitamos nuestros propios lanzadores, más modelos, mejores y más baratos, para no depender de cohetes de terceros países”. Tampoco ha dejado de referirse a las inversiones, que aspira a “que se ajusten a nuestras ambiciones espaciales, tanto para fines civiles como de defensa”, con cuyos objetivos deben alinearse los fondos de Bruselas, nacionales, privados y de la Agencia Espacial Europea. Recién llegado al puente de mando de Bruselas, Andrius Kubilius y su equipo tienen suficientes años por delante para hacer realidad al menos algunas de tan ilusionantes aspiraciones.