Estos son los nuevos rostros que capitanean la OTAN y la defensa en la UE
El entorno geopolítico y, en cierto grado, también la casualidad, han querido que dos veteranos políticos europeos con experiencia de gestión de gobierno hayan sido elegidos con un escaso margen de tiempo entre uno y otro para capitanear las estructuras de defensa de dos muy importantes organizaciones internacionales a escala mundial.
Uno es el ex primer ministro de Lituania Andrius Kubilius, que ejerció el cargo de 1999 a 2000 y lo volvió a desempeñar de 2008 a 2012 en su calidad de líder del partido Unión de la Patria. Es el nominado por la reelegida presidenta de la Comisión Europea, la alemana Úrsula von der Leyen, para ser el primer comisario de Defensa y Espacio de la UE. Junto con la competitividad, la defensa es una de las dos prioridades de la nueva legislatura europea que está punto de comenzar.
El otro es también ex primer ministro, en este caso de Países Bajos, Mark Rutte que, tras 14 años ininterrumpidos al frente de cuatro gobiernos de coalición entre 2010 y 2024, acaba de tomar posesión de su nuevo cargo de secretario general de la Alianza Atlántica, la mayor, más poderosa y más influyente organización defensiva global.
A sus 57 años, el liberal Rutte sucede al noruego Jens Stoltenberg, de 65 años, quien le cede el puesto tras haber sido prorrogado cuatro veces y permanecido al frente de la Alianza durante diez años, desde el 1 de octubre de 2014 hasta el 31 de septiembre de 2024. En ese largo periodo, el escandinavo ha maniobrado para reenfocar la OTAN, afrontar la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y tomar medidas ante la posterior invasión de Ucrania en 2022.
Con la ceremonia de toma de posesión de Mark Rutte celebrada el primero de octubre en el cuartel general de la Alianza Atlántica en Bruselas, el veterano político holandés hereda una OTAN fortalecida, a la vez que preocupada. Finlandia y Suecia, antaño anclados en la neutralidad, ahora forman en sus filas, los presupuestos de defensa de sus países miembros están en alza, pero las naciones de Europa Central y del Este mantienen el temor de que Rusia pueda lanzar un ataque sorpresa sobre alguna de ellas.
En busca de afianzar alianzas en el Indo-Pacífico
Desde el punto de vista interno, Mark Rutte es el responsable de dirigir los procesos de consulta y toma de decisiones de la OTAN, así como de presidir las reuniones de alto nivel, en especial las del Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano político de la Alianza. Es un atlantista convencido, que ya ha expresado su confianza en que sabrá estar a buenas con quien sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca. “Trabajé con Donald Trump durante cuatro años, he estado en conversaciones estrechas con Kamala Harris y los respeto mucho a ambos”, ha afirmado.
Desde la óptica exterior, Rutte se ha transformado de la noche a la mañana en el rostro público de la OTAN, como ha dejado constancia en su primera rueda de prensa, en la que ya ha dado a conocer sus tres prioridades: reforzar las capacidades de defensa transatlánticas, continuar apoyando a Ucrania frente a la agresión de Rusia y responder a los desafíos globales.
En su comparecencia inaugural ha resaltado la necesidad de contar con una “industria de defensa transatlántica más robusta” y de “mejorar la cooperación con nuestros socios del Indo-Pacífico”. En tal sentido, ha anticipado que, por vez primera, los ministros de Defensa de Australia, Corea, Japón y Nueva Zelanda van a participar a finales de octubre en una reunión de la Alianza ¿A qué se debe? A que “China, con su apoyo a la industria militar rusa, es un facilitador decisivo de la guerra de Rusia en Ucrania (…) y no puede seguir alimentando el conflicto sin que esto afecte a sus intereses y reputación”, ha subrayado.
En el marco de la Unión Europea, el hombre con un destino en cierta medida semejante al de Mark Rutte es el lituano Andrius Kubilius, político de raíces nacionalistas y conservadoras, que hasta las recientes elecciones europeas ha sido el responsable de la Comisión de Asuntos Exteriores y también de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo.
Con sus cerca de 69 años, es la persona en la que Úrsula von der Leyen ha depositado su confianza para ser el primer comisario europeo de Defensa y Espacio con la tarea de “trabajar en el desarrollo de la Unión Europea de Defensa y en el impulso de nuestra capacidad industrial y de inversión”.
Más defensa europea contando con la OTAN
A diferencia del holandés Rutte, que se encuentra al frente de una sólida organización con 75 años de rodaje, Andrius Kubilius tiene ante sí un mandato arduo y complejo, dado que la UE no tiene competencias directas en asuntos de defensa. Los Estados miembros siguen siendo los responsables de su defensa nacional y de sus respectivas Fuerzas Armadas, a la vez que la OTAN permanece como “el pilar de nuestra defensa colectiva”, reitera Úrsula von der Leyen.
Kubilius todavía no ejerce el cargo para el que ha sido designado. Tiene que esperar a que la Eurocámara le conceda su visto bueno en las próximas semanas, a él y a los nuevos comisarios, tras analizar sus currículos, tendencias políticas y verificar si presentan algún tipo de conflicto de intereses. Y no se trata de un mero trámite. Entre los nominados por Úrsula von der Leyen en 2019, el Parlamento Europeo dijo “no” a tres de los comisarios propuestos.
Entre las más importantes misiones que se le han asignado a Andrius Kubilius está la de estrechar la coordinación con la OTAN, mejorar las infraestructuras europeas para facilitar la movilidad militar y crear más proyectos conjuntos europeos. También solventar las deficiencias presupuestarias de la UE en materia de defensa, que en la actualidad es del orden de los 1.500 millones de euros, cantidad que Von der Leyen considera “demasiado baja e ineficaz”.
En coordinación con la futura nueva vicepresidenta y alta representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, de 47 años y ex primera ministra de Estonia entre enero de 2021 y julio de 2024, ambos deben presentar el Libro Blanco de la Futura Defensa Europea en los primeros 100 días de la legislatura. El documento debe incluir propuestas concretas para impulsar y fortalecer las capacidades industriales europeas ya que Von der Leyen entiende que los países de la UE “gastamos demasiado en el extranjero y, por tanto, debemos crear un mercado único de defensa”.
En el anterior equipo de Gobierno de Bruselas, el comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, había sido el responsable de poner en marcha la vertiente industrial de la defensa y de incrementar la producción de municiones de grueso calibre, tarea que ahora recae bajo la esfera de Kubilius. En España, a la vista de la senda que marca Bruselas, en el seno de la secretaria de Estado de Defensa se ha creado la dirección general de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa, que se ha situado bajo la gestión del teniente general del Aire Miguel Ivorra.
