La detención del antiguo jefe de la Policía Nacional, Farid Bencheikh, aviva el fuego de la guerra de clanes
El antiguo jefe de la Policía Nacional de Argelia, Farid Bencheikh, lleva más de 24 horas en el principal centro de investigación operativa. Está siendo interrogado sobre sus supuestas “relaciones con los servicios secretos franceses”. El culebrón Bencheikh no está a punto de terminar.
Detenido el 25 de abril de este año, tras haber sido destituido de su cargo de director general de la Seguridad Nacional cuatro meses antes, el 8 de enero, Zinedine Farid Bencheikh fue puesto en libertad diez días después, el 6 de mayo, tras haber sido oído por el juez de instrucción del tribunal militar de Blida. No se le prohibió en ningún caso salir del país, como es el caso de muchos ejecutivos argelinos. Unos días más tarde, voló a París, donde vivía su hijo, antes de viajar a Ginebra y Viena. Quienes esperaban que se quedara en Europa y huyera definitivamente de Argelia se vieron sorprendidos por su regreso a su patria. El hombre habría recibido garantías de que no tendría nada que temer de sus oponentes en el régimen. Sus adversarios eran el general de división Djebbar Mehenna, entonces jefe de la Seguridad Exterior, y sus compinches.
Mientras el general Djebbar estaba en el cargo, todo iba bien con Bencheikh. Pero en cuanto le pidieron que se marchara, todo se vino abajo. El expediente de la antigua DGSN volvió a salir a la luz, con la acusación preparada.
En primer lugar, fue un claro mensaje al presidente Tebboune: “Si pretende llegar lejos en el desmantelamiento del clan Chengriha, ¡cuidado!” En otras palabras, no tiene sentido pensar en deshacerse del comandante de la Gendarmería, el general Yahia Cherif Ouelhadj. Este último, que forma parte del personal de apoyo del jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Saïd Chengriha, instigó una provocación contra los seguidores del club más popular del país el 21 de septiembre, cuando se produjeron refriegas a la entrada y en el interior del nuevo estadio de Douera, que costaron la vida a un aficionado del Mouloudia d'Alger. Peor aún, los gendarmes responsables de los disturbios detuvieron y encarcelaron a 14 aficionados, en un intento de mantener la tensión.
Fue un plan maquiavélico que fracasó estrepitosamente. Un plan que recordaba al del antiguo jefe de la Gendarmería, el general Ghani Belksir, que en octubre de 2018 había planeado disturbios frente a los estadios para pedir la destitución del presidente Bouteflika. A última hora de la noche, a las 22:00 horas, se dieron órdenes de cancelar todos los partidos de fútbol de las dos divisiones del campeonato.
Tebboune implicado en corrupción por su hijo Khaled
El general Ghani Belksir vuelve a estar en el orden del día. A la detención de Farid Bencheikh siguió la de su hija, que no tiene ninguna relación con los negocios de su padre. Pero, según personas próximas al círculo del general Chengriha, se trata de una forma de presionar al antiguo jefe de la Gendarmería para que haga públicos los expedientes que posee sobre Abdelmadjid Tebboune. Fue bajo su mando que la Gendarmería llevó a cabo una investigación sobre su hijo Khaled, detenido en junio de 2018 en un caso de corrupción relacionado con el actual inquilino del palacio presidencial de El-Mouradia, cuando era ministro de Vivienda. Fue él quien concedió exenciones de prórroga a promotores inmobiliarios a cambio de enormes sumas de dinero. En realidad, su hijo Khaled sólo actuó como intermediario.
¿Cederá finalmente Belksir a las presiones de Chengriha y romperá el bloqueo tan ansiado por el general Djebbar, que está ansioso por vengarse y volver a los negocios como en 2020? Esperemos a ver...
