España tiene la capacidad para ser un hub energético de naturaleza renovable

José María Peredo habló en los micrófonos del programa “De cara al mundo” en Onda Madrid sobre el gran apagón y el panorama energético de España
Cables de energía eléctrica - REUTERS/RAFAEL MARCHANTE
Cables de energía eléctrica - REUTERS/RAFAEL MARCHANTE

El catedrático de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Europea y autor de uno de los capítulos del informe del Panorama Estratégico 2025 que publica cada año el Instituto Español de Estudios Estratégicos, José María Peredo, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid la debilidad energética española. Además, mencionó el panorama estratégico 2025 sobre Estados Unidos. 

Señor Peredo, le planteo como estratégico, como elemento clave de ese panorama, la seguridad nacional, la energía. España debe dar un paso tras lo vivido esta semana para evitar una situación como el gran apagón que demuestra una debilidad muy preocupante, ¿no?

Muy preocupante. Es un revés en el sentido de que España estaba dando pasos adelante en materia energética tremendamente importantes. Que seamos, en este momento, un territorio por el que transita energía de distinta naturaleza, esas máquinas, estructuras de adaptación del gas para adaptarlo al transporte marítimo y terrestre; la energía eólica y solar, las renovables, que tienen un impacto extraordinario, y nuestras empresas en su producción.

Todo esto había convertido a España en un país de una naturaleza distinta a la que históricamente ha sido, que es un país deficitario absolutamente de energía, necesitado de energía, y en este caso se está convirtiendo en un país no ya productor, sino incluso, digamos, de enlace, de hub, de energético. Esta situación, desde el punto de vista económico, desde el punto de vista de la seguridad que se ha producido es un revés a este posicionamiento, y hay que inmediatamente tomar medidas para poder reconducirlo.

Hay cuestiones, quizás, señor Peredo, claves. Según yo, hay quizás un exceso de ideología, de cierto fanatismo ecológico, cálculos electoralistas, que luego se cobran su factura como hemos sufrido esta semana, porque hay que exigir planteamientos más técnicos y profesionales. Me estoy refiriendo a la energía nuclear, que este Gobierno quiere cerrar, sin embargo, en toda Europa se están abriendo, teniendo en cuenta la situación. Quizás este suceso, o este gran apagón, nos haga recapacitar y reconducir toda esta situación, que deberíamos implicarnos con Europa.  

Esa es una de las cuestiones, o sea, estamos en un momento de competición energética de buenos y malos, es decir, había unas energías contaminantes y unas energías renovables, y en esto hemos entrado, diremos, por motivos ideológicos, por motivos estratégicos y de distinta índole, pero lo que ha terminado poniendo en su sitio las argumentaciones ha sido que hay que buscar energías. 

En primer lugar, que sean eficaces, en segundo lugar, que sean seguras, y, en tercer lugar, que sean baratas. Esto ha abierto la idea a varias fuentes de energía, y así conviven las contaminantes, reduciendo los gases, mejorando esos niveles de carbonización, etc., con las energías renovables y con la energía nuclear, enemigo de sectores ideológicos y estratégicos, ahí de competición entre distintas fuentes de energía. El paso adelante es, en primer lugar, darnos cuenta de la debilidad o fragilidad de determinados sistemas de seguridad y que hay que fortalecer. 

Como ha señalado, la energía es uno de ellos. En segundo lugar, intentar aprovechar esta crisis como una oportunidad de seguir avanzando, ¿hacia dónde? Hacia convertirnos en un país referente en la producción de una serie de energías y en la capacidad de transporte y de acondicionamiento de otra serie de energías. Esa es la línea estratégica clarísimamente. 

La ONEE había optado por un enfoque gradual para la realización de esta conexión eléctrica de muy alta tensión - <a target="_blank"  data-cke-saved-href="https://depositphotos.com/es/?/" href="https://depositphotos.com/es/?/">Depositphotos</a>
La ONEE había optado por un enfoque gradual para la realización de esta conexión eléctrica de muy alta tensión - Depositphotos

Eso sin contar que, y no quiero especular, aunque tengo que confesar que la sospecha me sigue entrando en la cabeza de un posible ciberataque de alguien, no quiero poner nombres, aunque todos sabemos quién puede ser, a estas alturas, pienso que no hay que descartar, peor aún ¿Considera usted, señor Peredo, que quizá hay detrás la mano de algún enemigo de España, de la Unión Europea, se ha apuntado en algunos sitios a Putin?  

Esto es difícil mantener más allá de una opinión razonada, es decir, no se puede señalar a nadie y, en segundo lugar, los ciberataques proliferan, están presentes en todas las relaciones, de empresas y políticas, en los últimos años, algo público, algo que todos sabemos. Los ciberataques se producen desde Estados y desde compañías o especialistas en ese tipo de acciones, que pueden servir al mejor postor y, por tanto, es difícil identificar quién ha producido un ciberataque y, en este caso, la posibilidad de que se produzca un ciberataque es algo abierto, reconocido y posible. 

Hasta ahí se puede leer suficiente para que los ciudadanos entiendan que no se trata de identificar quién en qué momento lo ha cometido, sino sencillamente de estar plenamente conscientes de que vivimos en un mundo en el que esto se produce, no a diario, pero, periódicamente y con posibilidad de que lo ejerza un actor, sino distintos actores.

El presidente ruso, Vladimir Putin, presta juramento durante su ceremonia de inauguración en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 7 de mayo de 2024 - SPUTNIK/ALEXANDER KAZAKOV via REUTERS
El presidente ruso, Vladimir Putin, presta juramento durante su ceremonia de inauguración en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 7 de mayo de 2024 - SPUTNIK/ALEXANDER KAZAKOV via REUTERS

Aquí no queremos ser muy alarmistas, pero sí es nuestra obligación decirles a los oyentes, a los ciudadanos, “oiga, este mundo está como está y hay que tomar medidas y hay que tener precauciones”. Vamos ya con Estados Unidos, hablando de elecciones, ¿qué elecciones podemos aprender de su capítulo en este panorama estratégico 2025 sobre Estados Unidos?  

En primer lugar, comentar un poco a los oyentes, es una revista de carácter anual que saca el público del Instituto Español de Estudios Estratégicos, en el CSDN. Es una revista de prestigio que he tenido la enorme satisfacción de participar en esta edición, en la que participan, entre otros, autores como Jorge Dezcallar, colaborador de la revista Atalayar, por ejemplo, y José María Pardo de Santayana, por decir alguno de los colaboradores. 

Capítulo de Estados Unidos. En primer lugar, un reto, porque escribir, anticipar lo que puede significar la política de Estados Unidos en 2025, cuando todavía no estaba, cuando se configura el capítulo, que prácticamente configura el Gobierno de Estados Unidos, fíjate lo que ha pasado en estos primeros meses de mandato, ¿cómo se enfocó? Viendo que la victoria de Donald Trump es consistente, tanto en los efectos de la presidencia, como en los efectos de las cámaras, como para esperar que aquellas cuestiones fundamentales que había planteado en la campaña Donald Trump y el Partido Republicano se iban a poner en marcha, y así ha sido. 

La cuestión de los aranceles como una medida tanto de presión, como de equilibrio de la balanza, la cuestión de la exigencia de mayores compromisos de seguridad y defensa de los aliados, la cuestión de intentar entrar en una paz como la de Ucrania de una manera muy impulsiva. No aparece en el capítulo cómo, de una manera tan dura, ¿no?, como se manifestó. Pero, que las grandes líneas están un poquito ahí anticipadas, estamos viendo cómo es la figura de Donald Trump, que es una figura de una persona radical, extremista, el cuál es su posicionamiento político, estratégico. 

Ahí también, abriendo la puerta al hecho de que Donald Trump, no es solo la figura que diseña toda esta estrategia, sino que detrás hay una serie de posiciones ideológicas del Partido Republicano, según el informe del Heritage Foundation 2025, y otras fuentes que alumbran, vamos a decir, cuál es la idea de Trump, ¿no?, fortalecer a Estados Unidos en este mundo de competición entre potencias.  

Periódicos diarios con portadas, dedicadas a la reciente llamada telefónica del presidente ruso Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald Trump, se colocan en un quiosco en una calle de Moscú, Rusia, el 13 de febrero de 2025 - REUTERS/MAXIM SHEMETOV
Periódicos diarios con portadas, dedicadas a la reciente llamada telefónica del presidente ruso Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald Trump, se colocan en un quiosco en una calle de Moscú, Rusia, el 13 de febrero de 2025 - REUTERS/MAXIM SHEMETOV

Y a los europeos, señor Peredo, con este capítulo, lo que estamos es constatando y reconfirmando que Europa debe espabilar, no sé si reinventarse o no, pero sí tener en cuenta que debe seguir sus propios principios y valores, y sobre todo la unidad para poder competir y para poder ser un peso político, no solo económico, en este mundo donde ahora mismo Trump está girando hacia el Pacífico, está mirando a China y exige que Europa tenga su propia seguridad y defensa.  

No queda ningún otro argumento posible. Aquí sí que ahí quedaría un argumento posible que es la desconexión, es decir, nosotros que no queremos ser esto, queremos ser otra cosa, que sea un actor insignificante en las relaciones internacionales porque no queremos entrar en esta cuestión. No es el caso de la mayoría de los ciudadanos que quiere mantener sus niveles de desarrollo, sus niveles de libertad, sus niveles de convicciones y de toda índole cultural. 

La segunda cuestión, a nivel empresarial, de crecimiento y de mercado, es que Europa no se plantea dar un paso atrás, ¿no? Si el paso atrás no es la opinión de la mayoría de los países y del conjunto de la Unión Europea el paso adelante tiene que ser firme, claro y, sobre todo, apoyado por la mayoría de las poblaciones y de los partidos políticos. 

No queda más cuestión, que se pretenda que una gran mayoría de los ciudadanos y de las empresas y los intereses europeos avancen, y una minoría condicione esos avances porque un Gobierno necesite cuatro votos, o porque resulta que eso no puede ser. A partir de ese avance, en ese sentido, de mayor autonomía en términos de seguridad, de mayor compromiso, no independencia con respecto a Estados Unidos, sino sencillamente de compenetrarse mejor con los aliados y, Estados Unidos es el principal en materia de seguridad y en otras. 

A partir de ahí es que el esfuerzo tiene que ser en entender que las instituciones europeas y que el Gobierno europeo debe tener unos criterios claros de quiénes son nuestros amigos, nuestros rivales, nuestros proyectos, nuestras ideas y nuestro futuro. Por eso parece que son palabras muy moritas y vacías. Están llenas de contenido y de claridad.

Ilustración de una miniatura de un automóvil, las palabras Vehículos eléctricos (VE) y las banderas de la UE y China - REUTERS/DADO RUVIC
Ilustración de una miniatura de un automóvil, las palabras Vehículos eléctricos (VE) y las banderas de la UE y China - REUTERS/DADO RUVIC

Y añadiría, si me permite José María, una mayor cultura, conciencia de nuestra seguridad y nuestra defensa, que pensamos que nos defienden otros, igual que pensamos que producen otros en China en el tema industrial o en el tema agrícola que cultiva Ucrania. Europa tiene que recuperar todas esas cuestiones y, sobre todo, una conciencia y una cultura de seguridad y defensa.  

Más conciencia, y un poco bajar del mundo este idealista que hemos vivido. Europa necesitaba una idea, unos valores ahí de base, una cuestión para iniciar su proceso de crecimiento y construcción, pero ahora eso ya está construido. Estamos en un mundo competitivo y ese mundo competitivo tiene algunos países más cercanos, otros países más lejanos, en términos de ideas, en términos de territorios, en términos de aspiración y todo. Oiga, primero, conciencia. Segundo, compromiso de que las mayorías somos los que tenemos que decidir, no tenemos que estar condicionados por algunas minorías que lo que pretenden es poner palos en las ruedas de ese crecimiento de Europa como potencia.