Las FDI eliminan al nuevo jefe militar iraní mientras Teherán lanza más misiles contra Israel
La República Islámica de Irán ha lanzado esta mañana una nueva oleada de misiles contra Israel, tras bombardeos previos durante la noche. Al menos dos proyectiles cayeron en zonas al norte de Tel Aviv, provocando incendios en un estacionamiento de autobuses en Herzliya y dejando dos heridos hospitalizados. Simultáneamente, drones impactaron por segunda vez en los Altos del Golán, aunque la Fuerza Aérea israelí logró derribar al menos un dron antes de causar mayores daños.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron la eliminación de Ali Shadmani, el recién nombrado jefe militar iraní y uno de los hombres de máxima confianza de Ali Jamenei. El ataque, calificado como “quirúrgico”, destruyó un centro de comando en pleno centro de Teherán. Según el ejército israelí, Shadmani había desempeñado papeles clave como Jefe de Estado Mayor y Comandante del Comando de Emergencia de las Fuerzas Armadas de Irán durante la guerra.
El bombardeo alcanzó además la sede de la cadena estatal iraní, principal instrumento de propaganda del régimen, provocando caos en plena transmisión en vivo. Sahar Emami, presentadora de la Red de Noticias de la República Islámica, abandonó súbitamente el set cuando las bombas impactaron mientras se escuchaba a personas decir “Allahu akbar” (“Dios es grande”). La estación fue evacuada tras el ataque, que incluyó una alerta previa que afectó a unos 330.000 residentes de la zona, incluyendo hospitales y comisarías.
“La autoridad de difusión de propaganda e incitación del régimen iraní fue atacada por las FDI tras una evacuación generalizada de los residentes de la zona”, declaró Israel Katz. “Atacaremos al dictador iraní en todas partes”. La cadena estatal iraní es una de las principales herramientas de propaganda del régimen; además de difundir odio hacia Israel, ha tenido un papel clave durante la represión de los ciudadanos durante protestas.
Tras la muerte de Shadmani, Esmail Baqaei, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, urgió a la comunidad internacional a actuar. “Insistimos en la necesidad de tomar medidas urgentes a nivel internacional y regional para detener la guerra impuesta a Irán”, declaró.
Mientras tanto, la agencia Fars informó sobre las amenazas del comandante de las fuerzas terrestres iraníes de una nueva ronda de ataques “que se intensificarán en las próximas horas”. Los medios iraníes también informaron que se activaron las defensas aéreas alrededor de la instalación nuclear de Natanz.
En medio de esta situación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su postura y pidió al régimen iraní abandonar su programa nuclear. Desde su salida anticipada de la cumbre del G7 en Canadá, Trump advirtió a los residentes de Teherán evacuar inmediatamente. Asimismo, también rechazó firmar la declaración conjunta del G7, que instaba a la distensión y a impedir que Irán se convierta en potencia nuclear.
La capital iraní, una extensa ciudad de unos 10 millones de habitantes, ha experimentado un creciente pánico en los últimos días ante la continuación de los ataques israelíes. Videos que circulan en línea muestran a residentes huyendo de la capital especialmente tras las declaraciones de Trump, ante el temor de una escalada mayor.
“Si seguimos así, en una o dos semanas podríamos reducir significativamente la amenaza”
Uno de los principales objetivos del Gobierno israelí es la destrucción del arsenal de misiles balísticos de Irán, así como la degradación de las capacidades de enriquecimiento nuclear del régimen.
“Atacamos un objetivo terrorista y luego eliminamos lanzadores y camiones con misiles balísticos. Anoche logramos reducir en un 50% la capacidad del régimen iraní para disparar misiles balísticos contra Israel. Si dejamos a Irán tener armas nucleares, el precio sería mucho más alto. Tenemos que terminar este trabajo”, explicó Masha Michelson, portavoz de las FDI, durante una sesión informativa organizada por EIPA.
Israel calcula que Irán posee alrededor de 2.000 misiles balísticos y ha disparado cerca de 350 durante la actual ofensiva. Según el general retirado Giora Eiland, exjefe del Consejo de Seguridad Nacional, Israel habría destruido aproximadamente el 30% de los lanzadores de misiles balísticos de Irán. “Si seguimos así, en una o dos semanas podríamos reducir significativamente la amenaza”, aseguró.
Eiland también explicó que cree que “Israel está recibiendo ayuda de una u otra forma por parte de algunos iraníes”, aunque la magnitud real de esta cooperación sigue siendo poco clara
“Podemos suponer que hay tres niveles de iraníes que, directa o indirectamente, podrían ayudarnos”, detalló Eiland. “Primero, cuando localizamos a algunos de los grupos israelíes que estaban dentro de Irán y lanzaron drones desde corta distancia contra instalaciones iraníes, es posible que hayan recibido ayuda de la población local", destacó.
En segundo lugar, continuó, Israel probablemente esté alentando a algunos grupos dentro de Irán, y no descarta siquiera un acercamiento a ciertas fuerzas militares iraníes —no a la Guardia Revolucionaria, sino al ejército convencional— para que tal vez consideren que ha llegado el momento de actuar. “Podría hacerse de forma muy, muy tácita, pero no puedo descartarlo”, añadió.
“Y en tercer lugar”, agregó, “de alguna forma Israel, incluso formalmente, está haciendo un llamado a los iraníes para que intenten levantarse contra su gobierno”. Sin embargo, Eiland se mostró escéptico de que la población iraní esté dispuesta a movilizarse en grandes cantidades contra su gobierno en este momento, debido tanto a la fuerte presencia de la fuerza paramilitar Basij, encargada de la seguridad interna, como a la dificultad de colaborar con un enemigo durante una guerra.
“Normalmente, la gente no suele rebelarse contra su propio gobierno durante una guerra, porque no se considera lo suficientemente patriótico”, explicó Eiland. “Podrían reaccionar más tarde, una vez termine la guerra, y entonces podrían decidir que ha llegado el momento de hacer algo más que quejarse”.
“No puedo ocultar que el objetivo del gobierno israelí es que algo así ocurra pronto”, subrayó. No obstante, Eiland no considera que pueda suceder “en un futuro cercano”.