Israel e Irán protagonizan la mayor escalada bélica de su historia reciente

El actual conflicto entre Israel y la República Islámica de Irán alcanza un nivel de violencia sin precedentes tras el ataque sorpresa israelí a objetivos estratégicos en territorio iraní el pasado viernes. Desde que Jerusalén inició la llamada Operación León Ascendente, ambas naciones han protagonizado tres días de intensos bombardeos y lanzamientos de misiles en una escalada bélica que mantiene al mundo en vilo.
El Ejército israelí informó el domingo haber alcanzado más de 80 objetivos solo en Teherán, incluyendo la sede del Ministerio de Defensa, depósitos de combustible y plataformas de lanzamiento de misiles.
Asimismo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que la Fuerza Aérea Israelí (FAI) había atacado un avión de reabastecimiento iraní en el aeropuerto de Mashhad, en el noreste de Irán, a unos 2.300 kilómetros de Israel, lo que constituye su incursión más distante desde el inicio de la operación. “La Fuerza Aérea está trabajando para lograr la superioridad aérea en todo Irán”, declaró el ejército israelí.
El régimen iraní respondió con oleadas de misiles contra núcleos urbanos israelíes durante todo el fin de semana. Numerosos proyectiles impactaron áreas metropolitanas de Tel Aviv y Haifa, provocando incendios y derrumbes. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) afirmó que en el último ataque de esta madrugada se utilizaron "nuevos métodos" para perturbar el sistema de defensa aérea de múltiples capas de Israel.

En Israel, las autoridades reportan al menos 23 muertos, incluidos niños, y cerca de 600 heridos, con 10 en estado crítico. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que "Irán pagará un alto precio por el asesinato de civiles, mujeres y niños", desde una zona residencial en Bat Yam afectada por los bombardeos donde murieron seis personas.
Por su parte, el Ministerio de Salud iraní informó que los ataques israelíes han dejado hasta ahora 224 muertos y más de 1200 heridos, la mayoría civiles, incluidos niños, después de que un bloque de apartamentos de 14 plantas colapsara en Teherán.

Reacción internacional
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el lunes antes de partir hacia la cumbre del G7 en Canadá que espera un acuerdo de alto el fuego, aunque advirtió que "a veces hay que luchar". Washington mantiene su apoyo a Israel, mientras que sistemas de defensa aérea estadounidenses y un destructor de la Armada ayudaron a interceptar misiles iraníes el viernes, según funcionarios norteamericanos citados por la prensa.
En medio de esta situación y la presión diplomática internacional, Teherán ha rechazado entablar negociaciones de paz mientras continúen los bombardeos israelíes, informaron mediadores de Qatar y Omán. “Los iraníes informaron a los mediadores cataríes y omaníes que solo negociarán seriamente una vez que Irán complete su respuesta a los ataques preventivos de Israel”, informaron fuentes a Reuters.

Además, el régimen de los ayatolás ha lanzado duras advertencias a Estados Unidos, Reino Unido y Francia, amenazando con atacar bases militares y buques occidentales si intervienen directamente para bloquear sus misiles o drones. El primer ministro británico, Keir Starmer, no descartó ayudar en la defensa de Israel, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, culpó a Irán del estallido de la crisis. ”No podemos vivir en un mundo donde Irán tenga el arma nuclear”, declaró.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, ha condenado esta postura y ha prometido una respuesta “más decisiva y severa” si continúan los bombardeos.

Otros actores regionales también han comenzado a alinearse: Pakistán expresó su apoyo a Irán e instó a los países musulmanes a unirse contra la “agresión israelí”, mientras que los hutíes de Yemen, aliados de Teherán, confirmaron ataques coordinados con Irán contra Israel, incluyendo el lanzamiento de misiles balísticos sobre el centro del país. También, el mismo día que Israel lanzó su ataque contra Irán, un misil lanzado desde Yemen cayó en Hebrón, en Cisjordania.
“La República Islámica ha arrastrado a Irán a la guerra”
Mientras tanto, figuras de la oposición iraní, como Reza Pahlavi, hijo del último Sah de Persia, han llamado a la población a rebelarse contra el régimen islámico, aprovechando lo que describen como un momento de debilidad del gobierno de Teherán: “La República Islámica ha arrastrado a Irán a la guerra. La única solución que beneficiará a los iraníes y al mundo libre es que este régimen desaparezca”, indicó Pahlavi en un video difundido en redes sociales.
Israel lanzó esta operación tras considerar que Irán estaba peligrosamente cerca de alcanzar un punto de no retorno en la producción de uranio enriquecido para uso militar y en el ensamblaje de componentes nucleares, a pesar de años de esfuerzos diplomáticos internacionales para frenar su programa atómico.

Ante las reiteradas amenazas del régimen iraní de destruir a Israel, el Gobierno de Netanyahu decidió poner en marcha una ofensiva sin precedentes contra el corazón del programa nuclear de la República Islámica, culminando años de operaciones de inteligencia y acciones encubiertas.
Además de atacar instalaciones nucleares, Israel ha eliminado a importantes figuras de la Guardia Revolucionaria Iraní y a destacados científicos nucleares. Según informaron dos fuentes a Reuters, al menos 14 científicos murieron en Teherán durante los bombardeos israelíes, y algunos habrían fallecido por la explosión de coches bomba colocados previamente.
Una investigación publicada por el Wall Street Journal reveló que Israel habría preparado esta ofensiva durante varios años mediante una sofisticada operación encubierta del Mossad, introduciendo de contrabando cientos de drones armados en Irán y posicionando comandos cerca de instalaciones militares clave. Estos equipos saboteadores neutralizaron sistemas de defensa y misiles antes de que la Fuerza Aérea Israelí lanzara ataques con cazas F-35.