Portugal apuesta por Marruecos para su seguridad energética

Tras reafirmarse como actor ambicioso en la integración energética euromediterránea, el país europeo considera al reino marroquí como un socio estratégico para fortalecer la seguridad de su sistema eléctrico
Cables de energía eléctrica - REUTERS/RAFAEL MARCHANTE
Cables de energía eléctrica - REUTERS/RAFAEL MARCHANTE
  1. Una conexión eléctrica directa con Marruecos
  2. Integración energética euromediterránea

Después del papel crucial que había jugado Marruecos durante el gran apagón que afectó la península ibérica; al ayudar a España para superar la crisis energética sin precedentes que experimentó el país, Portugal ve en el reino marroquí una oportunidad de cooperación importante en materia de seguridad energética.

En el marco de su plan multimillonario para fortalecer la seguridad de su sistema eléctrico y garantizar su autonomía energética, Portugal busca potenciar su red eléctrica a través de una posible asociación con Marruecos.

Una conexión eléctrica directa con Marruecos

Tras haber expresado su sincero agradecimiento a Marruecos por su vital asistencia para restablecer la electricidad tras el apagón que afectó a toda la península ibérica, España destacó, en sus informes, que el país norteafricano había asignado el 38 % de su capacidad de producción de energía para ayudar a Madrid durante la crisis.

Esta ventaja hizo que el vecino ibérico pensara en Marruecos como posible socio para sostener la autonomía energética. De hecho, el Gobierno portugués anunció el lunes 28 de julio un plan de 400 millones de euros, a fin de evitar apagones similares al corte de energía que afectó al país luso, así como a otros países como España el 28 de abril de 2025.

Según declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, María de Garca Carvalho, el plan ayudará a consolidar la seguridad operacional de la red. Estas medidas constituyen una inversión gigante que pretende explorar la posibilidad de una interconexión con Marruecos.

El plan tiene como objetivo reforzar la capacidad nacional de almacenamiento mediante baterías, pasando de los 13 megavatios actuales a 750 megavatios. En paralelo, Portugal aspira mejorar la gestión del flujo de voltaje para asegurar la eficiencia y la seguridad de los sistemas eléctricos del país; llegando a garantizar el funcionamiento correcto de sus dispositivos dentro de los parámetros óptimos y la prevención oportuna de los daños.

<p>Vista aérea muestra una planta solar en Ouarzazate, en el centro de Marruecos - AP/ABEDELJALIL BOUNHAR </p>
Vista aérea muestra una planta solar en Ouarzazate, en el centro de Marruecos - AP/ABEDELJALIL BOUNHAR 

De las reformas presentadas por la ministra portuguesa, que comprenden 31 medidas para fortalecer la seguridad energética del país, destaca la ampliación de dos a cuatro el número de centrales eléctricas con capacidad de rearranque autónomo, siendo una tecnología indispensable en casos de apagones generalizados como los experimentados en abril pasado. 

Con fin de mejorar la fiabilidad y la flexibilidad de la red eléctrica y su capacidad de respuesta ante las crisis imprevistas, el plan portugués para la autonomía energética nacional incluirá una subasta para contratar servicios de almacenamiento de energía en baterías.

El país norteafricano expresó su voluntad de cooperar con Portugal en términos de seguridad energética; a través de los contactos que han mantenido los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países. Ambos lados han apoyado la propuesta de conectarse a fin de llevar a cabo este proyecto ambicioso en el marco de una asociación “win-win”.

Apagón en Granada
Apagón en Granada

Integración energética euromediterránea

En el marco de un contexto europeo cada vez más preocupado por diversificar sus fuentes de abastecimiento energético, dado el cambio climático que experimenta el mundo y que exige una transición verde urgente, la cuestión energética representa una prioridad “sine qua non” en la estrategia europea de luchar contra cualquier déficit probable. 

En estos tiempos, tanto las redes nacionales de Portugal como las europeas se encuentran sometidas a una dura prueba por los riesgos de las energías renovables. Cosa que puso de manifiesto la necesidad de diversificar sus conexiones y anticipar las crisis sistémicas, mediante medidas proactivas.

En este sentido, Portugal ha lanzado una iniciativa estratégica inédita en busca de refuerzo continuo de la resiliencia y la seguridad de su red eléctrica; gracias a una prevista conexión directa con Marruecos. 

Esta orientación que constituye uno de los ejes emblemáticos de la cooperación entre Lisboa y Rabat marca un antes y después en el mapa energético de la península ibérica que normalmente depende de la red española.

No obstante, queda la parte clave del plan la apertura de Portugal a Marruecos como nuevo socio energético, ambicionando escribir juntos las primeras líneas de una posible historia exitosa de cooperación en el campo de la energía limpia. 

Una vez se concreta la interconexión eléctrica Marruecos-Portugal, esta iniciativa definirá un hito estratégico en la integración energética euromediterránea. Este proceso que busca interconectar las redes energéticas de la Unión Europea con los países de la cuenca mediterránea abrirá el camino a un mercado transfronterizo más resistente.

El objetivo es mejorar la seguridad del suministro y el uso de energías renovables. Lo que requiere la creación de un marco normativo común capaz de facilitar la circulación eficiente de la energía dentro del espacio euromediterráneo.

En esta línea, el reino alauí representa actualmente un actor creíble y ambicioso visto por los países europeos como socio estratégico en el ámbito de las energías renovables. Una  visibilidad que se debe especialmente a los proyectos estructurantes que había lanzado Marruecos como el complejo solar Noor o el proyecto de interconexión Marruecos-Reino Unido.