Marruecos y Palestina: una diplomacia de principios en un mundo descompuesto

Ayuda humanitaria de Marruecos - PHOTO/LINKEDIN/EMBAJADA DE MARRUECOS EN COSTA DE MARFIL
Ayuda humanitaria de Marruecos - PHOTO/LINKEDIN/EMBAJADA DE MARRUECOS EN COSTA DE MARFIL
En medio del caos geopol铆tico, del retroceso moral de muchos Estados y de la banalizaci贸n del sufrimiento humano en Palestina, la decisi贸n de Marruecos 鈥攑or iniciativa directa de Su Majestad el Rey Mohamed VI, presidente del Comit茅 Al-Quds鈥 de enviar ayuda humanitaria urgente a la poblaci贸n de Gaza, no es un mero acto de caridad internacional
  1. M谩s que ayuda: un mensaje geopol铆tico
  2. El Comit茅 Al-Quds: instrumento de soberan铆a simb贸lica
  3. Una lecci贸n de equilibrio en un mundo polarizado
  4. Pol铆tica exterior con alma

Es una declaraci贸n pol铆tica de alto nivel, una reafirmaci贸n estrat茅gica de una l铆nea diplom谩tica coherente, y una se帽al clara: en Rabat, la br煤jula moral a煤n no ha sido desmantelada.

M谩s que ayuda: un mensaje geopol铆tico

La ayuda marroqu铆 鈥攃asi 180 toneladas de alimentos b谩sicos, productos infantiles, medicamentos, material quir煤rgico y tiendas de campa帽a鈥 no es s贸lo una operaci贸n log铆stica humanitaria. El hecho de que se organice un corredor espec铆fico para su entrega directa a los beneficiarios palestinos implica una voluntad pol铆tica de eficacia, de presencia real sobre el terreno. En el lenguaje diplom谩tico, esto es m谩s que un gesto humanitario: es un acto de afirmaci贸n soberana en la gesti贸n regional de crisis, y una forma sutil de decir que el Magreb no est谩 ausente del teatro de la causa palestina.

En una regi贸n donde muchos actores se han alineado con agendas contradictorias o han normalizado sus relaciones internacionales a costa del silencio frente a Gaza, Marruecos construye su legitimidad no sobre la base de proclamas, sino sobre acciones verificables. Y es precisamente esta coherencia entre el discurso y la pr谩ctica lo que fortalece su credibilidad ante sus socios tradicionales 鈥攃omo Europa y Estados Unidos鈥, al tiempo que mantiene una autoridad moral en el mundo 谩rabe e isl谩mico.

El Comit茅 Al-Quds: instrumento de soberan铆a simb贸lica

La presidencia del Comit茅 Al-Quds no es un t铆tulo protocolar para Marruecos. Es un espacio de acci贸n internacional que el Reino ha sabido preservar y activar cuando las circunstancias lo exigen. La defensa de la identidad 谩rabe y musulmana de Jerusal茅n no se reduce a un plano religioso; tiene implicaciones directas sobre el equilibrio regional, la legitimidad hist贸rica y la estabilidad futura del Medio Oriente.

En este sentido, Marruecos opera con una diplomacia de principios, pero sin caer en el inmovilismo. Su apoyo a la soluci贸n de dos Estados, su rechazo a las pol铆ticas unilaterales de colonizaci贸n, su defensa de los derechos del pueblo palestino, y al mismo tiempo su apertura a nuevos equilibrios regionales, revelan una diplomacia que articula valores con intereses estrat茅gicos de forma madura e inteligente.

Una lecci贸n de equilibrio en un mundo polarizado

La singularidad de la postura marroqu铆 reside en su capacidad de mantener un equilibrio dif铆cil: por un lado, apoya de forma incondicional los derechos palestinos y denuncia el sufrimiento en Gaza; por otro lado, mantiene canales diplom谩ticos con actores diversos, incluidos aquellos con los que tiene diferencias profundas sobre el dossier palestino.

Esta dualidad no es ambig眉edad, sino una forma de 鈥渟oft power鈥 que posiciona a Marruecos como un posible mediador, un facilitador de di谩logo, un actor que no pierde legitimidad en ninguno de los frentes. En un mundo donde la mayor铆a de los pa铆ses se han vuelto prisioneros de alianzas r铆gidas, Marruecos demuestra que se puede navegar en aguas turbulentas sin perder el norte 茅tico ni la eficacia pol铆tica.

Pol铆tica exterior con alma

El env铆o de ayuda humanitaria a Gaza por parte del Reino de Marruecos no puede analizarse como una noticia aislada. Forma parte de un relato diplom谩tico m谩s amplio, donde el compromiso con Palestina es constante, operativo y multiforme: humanitario, pol铆tico, religioso y simb贸lico. Frente a un orden internacional que se desploma moralmente, Marruecos ofrece una rara combinaci贸n de dignidad y realismo, de principios y pragmatismo.

En tiempos donde la pol铆tica internacional parece dominada por el c谩lculo fr铆o y la indiferencia estrat茅gica, Marruecos reintroduce el elemento de la conciencia 茅tica en la acci贸n exterior. Y esa puede ser, en 煤ltima instancia, su ventaja m谩s profunda en el escenario global: hacer pol铆tica sin perder el alma.