Israel lanza una operación antiterrorista a gran escala en Cisjordania

En medio de la guerra con Hamás en la Franja de Gaza y los constantes enfrentamientos con Hezbolá en la frontera norte, Israel ha lanzado una operación antiterrorista en Cisjordania, considerada la mayor y más importante de los últimos meses.
A pesar de que Hamás no gobierna en Cisjordania, el grupo terrorista lleva tiempo utilizando este territorio como base para organizar y lanzar ataques contra militares y civiles israelíes utilizando armas de contrabando que llegan desde Irán y aprovechando la debilidad y la baja popularidad de la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abbas.
Para ejecutar esta operación, Israel -que ha llevado a cabo numerosas redadas en la zona desde el comienzo de la guerra en Gaza- ha desplegado cientos de tropas y ha movilizado también a la Fuerza Aérea. Según las autoridades israelíes, esta operación antiterrorista que ha comenzado en Tulkarm, Jenin y otras zonas se ha lanzado en respuesta al intento de atentado suicida en Tel Aviv el pasado 18 de agosto y a los numerosos ataques terroristas de los últimos meses.
Amid an ongoing IDF operation in the West Bank's Far'a camp, near Tubas, troops located what the military describes as a command room used by local terror operatives embedded within a mosque.
— Emanuel (Mannie) Fabian (@manniefabian) August 28, 2024
The site had numerous surveillance cameras hooked up to television screens, which… pic.twitter.com/vRyjh2uODp
En un comunicado conjunto con la Policía de Israel y el Shin Bet, el Ejército israelí ha anunciado la muerte de cinco terroristas en las últimas horas, incluido Muhammad Jaber, jefe de una organización terrorista en Nur Shams, y Abu Shujaa, líder de una red terrorista que estuvo involucrado en múltiples ataques, incluido el asesinato del israelí Amnon Mukhtar en Qalqilya el pasado mes de junio.

Con anterioridad, las fuerzas israelíes también eliminaron a al menos a 10 militantes de Hamás en Yenin. El grupo terrorista reconoció las muertes, instando a los palestinos de Cisjordania a rebelarse, afirmando que las incursiones forman parte de un plan más amplio para expandir la guerra en Gaza.
La organización islamista también culpó a Estados Unidos por esta escalada y llamó a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina -que cooperan con Israel- a “unirse a la batalla sagrada del pueblo”.
La AP, por su parte, ha condenado esta operación, calificándola como una “grave escalada” y ha pedido a Estados Unidos que intervenga.

Israel asegura que estas operaciones tienen como objetivo desmantelar las infraestructuras terroristas “islámico-iraníes” en Cisjordania, según señala su ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz.
Desde Jerusalén acusan a la República Islámica de Irán de “desestabilizar Jordania y establecer un frente terrorista oriental contra Israel, siguiendo los modelos de Gaza y Líbano, mediante la financiación y el armamento de terroristas y el contrabando de armas avanzadas a Jordania y luego a Judea y Samaria”.
Por ello, Katz asegura que se trata de “un interés compartido por Israel, Jordania y los Estados moderados de la región para impedir el establecimiento de otro frente terrorista Irán-Hamás-Palestina”.

Para hacer frente a esta amenaza, el jefe de la diplomacia israelí menciona “todos los medios necesarios”, incluyendo, en algunos casos de combate intenso, “la evacuación temporal de la población de un barrio a otro dentro del campo de refugiados para evitar daños civiles y permitir el desmantelamiento de las infraestructuras terroristas allí establecidas”.
Desde que comenzó la guerra de Gaza tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, más de 660 palestinos, entre combatientes y civiles, han muerto, según cifras del Ministerio de Salud palestino. Por otro lado, al menos 30 israelíes han fallecido en ataques terroristas en Jerusalén y Cisjordania durante el mismo período.