Israel refuerza la ofensiva contra la infraestructura militar y nuclear iraní
- Interceptaciones y defensa del espacio aéreo
- Teherán tacha a Washington de “cómplice” y descarta negociaciones
Una semana después del inicio de la Operación “León Ascendente”, dirigida a debilitar las capacidades nucleares de la República Islámica de Irán, el ejército israelí anunció haber ejecutado durante la noche una serie de ataques coordinados contra decenas de objetivos militares en territorio iraní. Entre los blancos alcanzados figura la Organización para la Innovación y la Investigación de Defensa (SPND), identificada por Jerusalén como un pilar clave en el desarrollo de armas nucleares del régimen iraní.
Los bombardeos se concentraron en Teherán, donde fueron destruidas varias instalaciones industriales de producción de misiles, sitios de fabricación de componentes estratégicos y el edificio central de SPND, fundado en 2011 por Mohsen Fakhrizadeh, considerado el padre del programa nuclear militar iraní. En total, participaron más de 60 aviones de combate, guiados por la Dirección de Inteligencia Militar, que emplearon alrededor de 120 municiones de alta precisión para destruir infraestructuras clave construidas durante años por el Ministerio de Defensa iraní.
Además, la Fuerza Aérea Israelí (FAI) atacó sistemas de misiles y radares en la zona de Isfahán, que estaban destinados a derribar aviones israelíes y obstaculizar su libertad de maniobra en cielos iraníes. Según portavoces de las Fuerzas de Defensa de Israel, estos golpes buscan ampliar la libertad de operación aérea de Israel sobre Irán y garantizar la superioridad táctica necesaria para seguir neutralizando capacidades ofensivas del régimen.
Interceptaciones y defensa del espacio aéreo
Los ataques nocturnos, concentrados en el corazón industrial y nuclear de Irán, se suman a la interceptación de misiles tierra-tierra y vehículos aéreos no tripulados (UAV) lanzados en los últimos días hacia centros de población israelíes. Según las FDI, las operaciones continuarán con el objetivo de reducir drásticamente la capacidad de fuego del régimen iraní, impedir ataques directos contra civiles y garantizar la supremacía aérea sobre el territorio.
Mientras se llevaban a cabo los ataques ofensivos, Israel mantuvo su escudo aéreo en máxima alerta. La Fuerza Aérea y la Armada interceptaron hasta ahora cientos de drones lanzados desde Irán hacia territorio israelí, logrando detener con éxito más del 95% de las amenazas que se aproximaban al espacio aéreo del país. Las unidades de observación, junto con aviones de combate, buques lanzamisiles y sistemas de defensa antiaérea, operan en coordinación las 24 horas para proteger centros de población civil.
En esta misma línea, en los últimos días se destruyeron tres lanzadores de misiles en Irán que estaban listos para disparar contra Israel, así como el comandante responsable de dichas operaciones. No obstante, tras más de 13 horas sin disparos, un misil impactó esta mañana en la ciudad de Beer Sheva, generando destrucción en la zona pero sin víctimas fatales, de acuerdo con las autoridades sanitarias israelíes. Este ataque ocurrió apenas un día después del grave bombardeo al Hospital Soroka de la misma ciudad.
Teherán tacha a Washington de “cómplice” y descarta negociaciones
Mientras continúan los intercambios de fuego, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, declaró que el régimen no iniciará negociaciones mientras persistan los bombardeos israelíes. En sus palabras, acusó a los países occidentales de no condenar la “agresión” de Israel y señaló a Estados Unidos como “cómplice” de las acciones militares, pese a no participar abiertamente en ellas.
Respecto a una posible intervención de Estados Unidos, la Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump tomará una decisión sobre la participación directa del país en el conflicto entre Irán e Israel en las próximas dos semanas.
Durante una conferencia de prensa, la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, transmitió un mensaje directo del presidente: “Considerando la alta probabilidad de que se celebren negociaciones con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre una posible intervención en las próximas dos semanas.”
Al ser consultada sobre el mensaje para los seguidores de Trump que expresan preocupación por una eventual implicación militar, Leavitt respondió de forma tajante: “Confíen en el presidente Trump”. Asimismo, subrayó que la máxima prioridad del mandatario es impedir que Irán logre desarrollar con éxito un arma nuclear.