Macron carga contra la élite política libanesa durante la conferencia mundial de donantes para el Líbano
Un año después de la explosión en el puerto de Beirut, símbolo de la grave crisis del Líbano, Francia y Naciones Unidas han organizado una Conferencia Internacional de Ayuda para el país mediterráneo. “Se trata, en particular, de responder a las necesidades más urgentes en las áreas de seguridad alimentaria, agua y saneamiento, salud y educación”, destacaron los participantes. Los países miembros se han comprometido a donar unos 370 millones de dólares para ayudar al Líbano mientras reiteran la necesidad de “formar un Gobierno cuya misión sea salvar el país”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, uno de los artífices del fondo de ayuda, ha culpado a la cúpula política libanesa de la actual situación por anteponer sus “intereses individuales y partidistas por encima de los intereses del pueblo libanés”. Esta crisis, en palabras del mandatario galo, “es el resultado de un sistema político disfuncional”. Macron señaló también que “las autoridades libanesas parecen apostar por un deterioro de la situación”, ya que se ha retrasado durante meses la formación de un nuevo gobierno. Este hecho ha sido considerado por el francés como un “error histórico y moral”. “No habrá cheque en blanco para el sistema político libanés. Son ellos los que desde el inicio de la crisis están fracasando”, sentenció Macron.
Respecto a la explosión que se cobró la vida de más de 200 personas, Macron subrayó que los políticos libaneses deben mostrar la verdad respecto a las investigaciones sobre el accidente. “Los dirigentes del Líbano le deben a su pueblo la verdad y la transparencia”, declaró. Por otra parte, El Elíseo se ha comprometido a donar cerca de 100 millones de euros en los próximos 12 meses “en apoyo directo al pueblo libanés”. “Participaremos en el proceso de reconstrucción del puerto de Beirut y duplicaremos la ayuda a través de organizaciones”, añadió.
El presidente estadounidense, Joe Biden, también ha prometido un fondo de ayuda humanitaria por valor de 100 millones de dólares. Al igual que su homólogo francés, Biden ha dedicado unas declaraciones a los mandatarios libaneses, instándoles a luchar contra la corrupción y planteando reformas económicas necesarias para impulsar la mejora del país. “Esta ayuda exterior no será suficiente si los líderes libaneses no se comprometen a realizar el trabajo difícil y necesario”. A esta cantidad hay que sumarle los casi 560 millones de dólares que Washington ha enviado al Líbano en ayuda humanitaria durante los últimos años. Además, Biden ha asegurado que si los líderes libaneses comienzan a trabajar en el camino de la recuperación “encontrarán a Estados Unidos a su lado en cada paso para construir un futuro prometedor para los libaneses”.
La mayoría de los países que han asegurado una ayuda financiera han aprovechado la conferencia para reprochar a los dirigentes del país sus acciones políticas. “Permítanme ser franco: esta crisis está principalmente provocada por el hombre. Los actores políticos libaneses no han estado a la altura de sus responsabilidades y de las expectativas legítimas del pueblo libanés”, declaró Heiko Mass, ministro alemán de Relaciones Exteriores al anunciar que Berlín donaría 40 millones de euros al Líbano.
La Unión Europea ha ofrecido 5,5 millones de euros en la lucha contra la pandemia del coronavirus en el país. Los hospitales libaneses están al borde del colapso y las farmacias han advertido sobre la falta de medicamentos. Bruselas, al igual que el resto de los países y organizaciones, también ha amenazado a la élite gobernante con sanciones si obstruyen los intentos de mejorar la gobernanza y la rendición de cuentas del sector público, según informa AFP.
Naciones Unidas, que ha advertido en numerosas ocasiones sobre la crítica situación del Líbano, ha pedido una “investigación transparente” sobre la explosión del puerto de Beirut. “Esperamos que el primer ministro designado, Najib Mikati, forme un gobierno rápidamente porque los libaneses merecen instituciones fuertes que puedan salvar al país y una administración que logre estabilidad y crecimiento e invierta en las capacidades de la juventud libanesa”, declaró Amina Mohammed, subsecretaria general de la ONU. Mohammed subrayó también que la ONU coopera con organizaciones no gubernamentales para atender las necesidades de los ciudadanos del país.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), otra de las grandes instituciones que ha participado en la conferencia, asignará 860 millones de dólares de derechos especiales de giro (DEG). Kristalina Georgieva, directora general del FMI, recordó que “es imperativo que los DEG se utilicen de una manera responsable y prudente”.
Los países árabes también han mostrado su respaldo a Beirut y se han comprometido a ayudar al país para superar la crisis. “Las manos de Egipto se extienden a la comunidad internacional para unir y aprovechar todas nuestras capacidades para apoyar al Líbano a construir un futuro mejor para su pueblo”, declaró el presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi. El mandatario árabe recordó también la relevancia del Líbano dentro del mundo árabe. “Siempre ha sido un faro de cultura, arte y pensamiento, y aún puede superar el revés actual y regresar a ser prósperos”, señaló Al-Sisi.
El rey Abdullah II de Jordania recordó el papel clave del Líbano dentro de la crisis de refugiados, ya que el país continúa acogiendo personas en situación vulnerable. El monarca hachemí destacó la importancia de la “asistencia internacional coordinada que llegue a todas las regiones del Líbano”, al igual que la relevancia de las instituciones libanesas para lograr estabilidad.
Qatar también se ha sumado a la ayuda humanitaria proporcionando a las fuerzas armadas libanesas 70 toneladas de alimentos al mes. Doha, al igual que resto de los países, insiste en la necesidad de un nuevo gobierno “para lograr estabilidad”.
Arabia Saudí, por su parte, ha recalcado que la hegemonía de Hezbollah en el país es una de las principales razones de la crisis que enfrenta Beirut, tal y como ha señalado Faisan Bin Farhan, ministro saudí de Relaciones Exteriores.
Ante la gran movilización internacional y las declaraciones pidiendo transparencia, el presidente libanés, Michel Aoun, se ha comprometido a lograr justicia y responsabilizar a los involucrado en el accidente del pasado agosto. “Reitero mi compromiso y aseguro que nadie está por encima de la ley”, destaco Aoun. Asimismo, el presidente recordó a la comunidad internacional la “necesidad urgente” de reabrir el puerto de Beirut.
En medio de la planificación y organización de la ayuda internacional, el pueblo libanés continúa mostrando su rechazo a la clase política. Durante el aniversario de la mortal explosión que agravó la crisis del país miles de libaneses salieron a las calles a pedir justicia.
Los manifestantes, que intentaban cruzar las barreras de seguridad del Parlamento al grito de “revolución, revolución”, fueron dispersados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos y cañones de agua. Calmar la tensión social y arreglar el desolador panorama económico está ahora en manos de Nabij Mikati, el nuevo primer ministro libanés.