Recibe el alta el presidente del Parlamento tunecino horas después de su hospitalización

El presidente del Parlamento destituido y líder histórico de la formación islamista Ennahda, Rached Ghannouchi, ha sido hospitalizado por segunda vez en menos de 24 horas en un hospital militar de la capital tras sufrir un progresivo empeoramiento de su salud, según ha informado la radio local Mosaique FM. En las últimas horas Ghannouchi ha sido dado de alta.
Ghannouchi, de 80 años, había sido trasladado con anterioridad en ese mismo día a una clínica privada por “ligeras dolencias” donde habría recibido tratamiento médico, según explicó su responsable de redes sociales en su cuenta oficial. Además, estas últimas jornadas no han sido las únicas en las cuales el mandatario ha tenido que pasar por el hospital. En este sentido, el pasado 21 de julio, el líder recibió el alta médica tras haber estado ingresado en ese mismo hospital durante una semana tras haber dado positivo en coronavirus, a pesar de haber recibido la pauta completa de la vacuna china Shinopharm el pasado abril.

Su ingreso hospitalario se ha producido en un contexto convulso tanto a nivel político como social. Túnez se encuentra atravesando una crisis política sin precedentes. El pasado 25 de julio, el presidente Kaies Saied asumía todos los poderes gubernamentales bajo su persona, destituyendo al primer ministro, Hichem Michechi y suspendiendo los poderes parlamentarios durante 30 días, de conformidad con el artículo 80 de la Constitución, lo que supuso la suspensión de los poderes de Ghannouchi.
La formación Ennahda, la segunda fuerza política más importante del país se ha mostrado contraria a esta decisión y el propio Ghannouchi alentó a la población a protagonizar protestas ante el Parlamento después de que tildara la decisión del presidente Saied como un “golpe de Estado” y le acusara de “anular la revolución y la Constitución” y defendiera “que las instituciones siguen en pie”.

Sin embargo, el descontento popular hacia el líder de Ennahda se ha ido evidenciando y desde su victoria electoral, varias formaciones políticas han amenazado constantemente con presentar una moción de censura contra él, pero hasta este momento ninguna iniciativa se había aprobado. En esta línea, el pasado septiembre salió a la luz un documento interno que había sido firmado por un centenar de integrantes del partido, que reflejaba el rechazo de un nuevo mandato de Ghannouchi. Los firmantes declararon que si no se producía un cambio en la presidencia anunciarían su dimisión, pero la crisis política y sanitaria ha provocado su moratoria en varias ocasiones.
Junto a esto, una fuente cercana al presidente declaró que iba a ejecutar una decisión inminente para evitar que Ghannouchi pudiera salir del país y se dispusiera bajo arresto domiciliario. De acuerdo con las declaraciones ofrecidas a Al-Ain, la intención de la presidencia tunecina era emitir una decisión que prohibiese su libre circulación y que se dispusiera bajo vigilancia en su domicilio.
Desde que Ghannouchi ha presidido el parlamento desde su entrada en el 2019, su nombre ha protagonizado la lista de los peores políticos de Túnez y la figura política “menos confiable”.