La intención es generar un espacio político firme y una economía competitiva en un escenario que permita celebrar elecciones de cara a terminar con la guerra que asola el país norteafricano

Reunión internacional en Libia para impulsar la Iniciativa de Estabilización

AP/HAZEM AHMED - El primer ministro interino de Libia, Abdul Hamid Dbeibé

El Gobierno Nacional de Unidad transitorio libio (GNU), creado a instancias de la ONU el pasado mes de marzo, espera que la conferencia ministerial internacional prevista este jueves en Trípoli sirva para acelerar la llamada Iniciativa para la Estabilización de Libia, un plan que pretende crear un espacio político firme y una economía competitiva que permita celebrar las elecciones a tiempo y acabar con diez años de conflicto.

Así lo explicó este miércoles a la agencia EFE una fuente diplomática libia, que insistió en que la representación internacional será mucho más amplia que la de la conferencia de donantes de Berlín, ya que la iniciativa "ha despertado el interés de otros muchos países" como España.

En un discurso difundido a través de las redes, la ministra libia de Asuntos Exateriores del GNU, Najla al-Manqoush, explicó el lunes que el objetivo de la iniciativa es hacer de Libia un escenario para la competencia económica positiva y encontrar "un mecanismo nacional y una posición internacional coherente con la visión sobre las elecciones presidenciales y parlamentarias" previstas para el 24 de diciembre. 

La ministra insistió en que el deseo es "garantizar la implementación óptima de las resoluciones de la ONU y las Conferencias de Berlín", pero no despejó las dudas que se ciernen sobre los comicios y la posibilidad de que estos sean pospuestos debido a la disputa sobre la ley electoral y los requisitos de los candidatos.

A principios de mes, el Parlamento establecido en la ciudad de Tobruk, bajo tutela del mariscal Jalifa Haftar, aprobó un nuevo marco legal que remitió a la misión especial de la ONU (UNSMIL).

Días después, la ley fue denunciada por el Consejo de Estado (Senado), con sede en Trípoli, que presentó su propia propuesta.

En el fondo de la disputa, el punto que permite a cualquiera que haya ostentado un cargo político o militar a concurrir como aspirante siempre que haya renunciado a su posición con tres meses de antelación, requisito que facilita la posible entrada en la carrera electoral de Haftar, quien renunció de forma provisional a su cargo el pasado 22 de septiembre, fecha límite. 

Entre quienes han expresado su deseo de concurrir a las presidenciales destaca también Saif al-Islam al-Gadafi, hijo del derrocado dictador, dispuesto a recuperar el cetro de su padre.

Comicios creíbles

En su discurso, Al-Manqoush insistió en que la Alta Comisión Electoral Nacional ya trabaja para asegurar unos comicios justos y transparentes, como también señalan otros grupos partidarios de retrasar la consulta, que justifican el posible aplazamiento "en la necesidad de que se hagan bien".

Este paso "ayudaría a las autoridades libias a implementar sus planes políticos, de seguridad, económicos y financieros y avanzar hacia la construcción de un Estado sólido y unificado que mejore las oportunidades de estabilidad y desarrollo, y aborde los peligros y desafíos existentes", dijo. 

Por ello, la Iniciativa se concentra en "dos caminos de suma importancia: el de seguridad y el económico", con el Comité Militar 5+5 -único órgano bilateral en el que los dos antiguos gobiernos enfrentados negocian- como pieza clave.

Salida de los mercenarios

En ese sentido, uno de asuntos principales a debate este jueves será la salida ordenada de todos los mercenarios y fuerzas extranjeras que han entrado en el país desde el inicio en 2015 de la guerra contra la organización yihadista Daesh y el estallido de la guerra civil ya que "representan una amenaza no solo para la estabilidad de Libia sino para toda la región".

El Gobierno libio transitorio insta en su propuesta a todos los actores interesados a alentar y respaldar cada paso adelante en el proyecto de unificar al Ejército libio bajo un mando único, y a prestar el apoyo técnico para desmantelar e integrar grupos armados que no participaron en actos terroristas y criminales, afirmó. 

Durante los años en los que Haftar extendió su poder en el resto del país y levantó un infructuoso asedio a la capital, incorporó a sus filas a miles de mercenarios sudaneses, chadianos, árabes, europeos, sirios y rusos, y en particular a la Compañía Privada de Seguridad Militar (PSMC) "Wagner Group", a la que se asocia con el Kremlin y que se hizo famosa y temible en las guerras de Ucrania y Siria.

Por su parte, el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) sostenido por la ONU en Trípoli se defendió con la ayuda del Ejército turco y con miles de mercenarios sirios reclutados por Ankara entre los grupos salafistas de oposición a la dictadura de Bachar al-Asad.

La iniciativa incluye, por último, otros proyectos específicos para reconciliación nacional, como la Justicia Transacional, la descentralización, la neutralización del poder tribal y la concienciación sobre los derechos humanos a través del discurso religioso y los medios de comunicación.