El rey de Arabia Saudí invita oficialmente al presidente de Irán a visitar el país
Faisal bin Farhan, ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, recibió en Riad a su homólogo iraní Hosein Amir Abdolahian en una reunión enmarcada dentro de los últimos movimientos políticos orquestados entre el reino saudí y la República Islámica de Irán para completar la normalización de relaciones entre ambos países.
El encuentro fue muy favorable y se acercaron todavía más las posturas entre dos países que han protagonizado fuertes enfrentamientos políticos en los últimos años por diversas desavenencias políticas. Sobre todo, desde que el país árabe rompiese relaciones diplomáticas con la nación persa en 2016 por los ataques sufridos por delegaciones diplomáticas saudíes en territorio iraní que se produjeron en respuesta al proceso que se llevó a cabo contra un importante clérigo chií en el Reino.
Tras la reunión entre Faisal bin Farhan y Hosein Amir Abdolahian se señaló que el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz al-Saud, ha invitado al presidente de Irán, Ebrahim Raisi, de cara a una visita oficial al reino saudí, como así confirmaron en rueda de prensa los ministros de Asuntos Exteriores de ambas naciones. Lo que significaría un paso muy importante en la normalización de relaciones entre ambos países ya que sería una reunión al más alto nivel entre los dos Estados.
Arabia Saudí espera que se produzca esta visita de Ebrahim Raisi al país tras la invitación del monarca saudí y el propio Hosein Amir Abdolahian reconoció que el presidente iraní espera viajar al Reino en visita oficial próximamente.
Hosein Amir Abdolahian y Faisal bin Farhan destacaron la importancia de la cooperación en materia de seguridad, y el ministro iraní abogó por conversaciones con los vecinos árabes para favorecer la “estabilidad” y la “seguridad interna y de la región”.
Un reto importante es lograr una mayor seguridad en Oriente Medio y evitar confrontaciones. Y si estos dos países trabajan en esa dirección tras normalizar relaciones entonces la situación mejorará en la zona. “Creemos que la idea de lograr la seguridad y el desarrollo en la región es una idea que no se puede fragmentar”, señaló el ministro de Asuntos Exteriores iraní.
Este aspecto es de suma relevancia ya que Arabia Saudí e Irán han protagonizado numerosos choques diplomáticos desde la ruptura de relaciones y debido también al enfrentamiento ideológico derivado de la confrontación que aflora a veces entre dos ramas del islam contrapuestas como la suní y la chií. Arabia Saudí es el gran estandarte de la versión suní, mientras que la República Islámica representa la rama chií de la religión musulmana. Precisamente, diversos analistas han venido señalando durante estos años al régimen de los ayatolás por utilizar a grupos políticos y armados chiíes afines para interferir en los asuntos internos de otros Estados de la región como es el caso de los rebeldes hutíes en el marco de la guerra de Yemen, Hamás en Palestina o Hezbolá en El Líbano.
Respecto a otros temas colaterales, el príncipe Faisal bin Farhan también agradeció el apoyo iraní a la candidatura de Arabia Saudí para albergar la Exposición Universal de 2030, que coincide con la meta puesta para ese año del programa Visión 2030 del reino saudí que está enfocado desde hace años a diversificar la economía nacional para no depender totalmente de los hidrocarburos, principal fuente de ingresos del país. Arabia Saudí lleva años buscando potenciar y desarrollar diversos sectores económicos para tener otras maneras de generar dinero y favorecer la evolución de otras actividades en el país, como el caso del turismo, las nuevas tecnologías, diversos sectores industriales o incluso los deportes, todo ello bajo el liderazgo del príncipe heredero Mohamed bin Salman bin Abdulaziz al-Saud.
Refuerzo de contactos hacia la normalización de relaciones
La visita del ministro de Asuntos Exteriores iraní a Riad significa la primera visita al reino de Hosein Amir Abdolahian después de la mediación que llevó a cabo China el pasado mes de marzo que sirvió para entablar contactos de cara a una futura normalización de las relaciones entre ambos países.
Después de la intervención china, llegaron movimientos políticos dirigidos a normalizar relaciones entre Arabia Saudí y la República Islámica de Irán; como la reapertura, tras siete años de clausura, de la Embajada iraní en Riad, el Consulado General de Yeda y la Misión Permanente ante la Organización para la Cooperación Islámica (OCI). Por su parte, el reino saudí reabrió su Embajada en agosto y también volvió a abrir su Consulado en la ciudad sagrada de Mashad.